La saturación de
la publicidad nos hace pensar rápidamente que las únicas empresas lácteas de la
Argentina son La Serenísima y Sancor. Son las más poderosas y las que anuncian
siempre casi en todos lados. Hay que hacer un esfuerzo para pensar un poco más
y acordarse de otros nombres, como Ilolay o Manfrey. Sin embargo, hace 20 años
además de las dos gigantes ya mencionadas era bastante más probable que mucha
gente nombrara además a Milkaut, otra empresa láctea argentina que a pesar de
casi no tener participación publicitaria sigue existiendo. Milkaut nace en 1936
pero su verdadero origen se remonta a mediados de los años 20, cuando se
conforma la Asociación Unión Tamberos (AUT) en la localidad santafecina de
Franck. Dicho grupo se dedicó rápidamente a la industrialización, siendo los
primeros en el país en instalar una cremería. Como se dijo antes, la marca
comercial nace a mediados de los 30 y su nombre no encierra ningún misterio,
aunque la mayoría no lo perciba a simple vista: sencillamente es la unión de la
palabra “Milk” (leche en inglés) junto al nombre de la asociación tambera antes
nombrada. Claramente la crema era su principal fuerte, llegando a tener en 1953
22 fábricas de este tipo en el país. Ya para los años 60 comenzó la edificación
de su propio complejo industrial y la diversificación hacia los quesos y en los
70 adquirieron su propia planta de pasteurización. A pesar de tantos años de
sostenido crecimiento, fue recién durante los años 90 que gran parte de las
revistas de la época se llenaron de publicidad de la marca. El aviso de la
izquierda de la imagen probablemente sea el más representativo de esa época:
cualquiera que hojeara revistas allá por 1996 de seguro se encontraba con la
vaca “muqui” que asomaba su hocico por sobre las letras y las cajas de leche
que aparecen abajo. Ese aviso tenía un objetivo claro: tal como se lee abajo,
impulsar a que la gente abandonara las marcas tradicionales y pasara a esa “nueva”
empresa láctea que estaba haciendo tanto ruido. Parecía casi una chicana a
Sancor, aquella empresa que durante los 80 se popularizó su publicidad sobre
una vaca (Aurora) que, fuera de funcionar como “lechera”, había fracasado en
todo. Esta llegada al mercado con publicidad masiva estuvo acompañado de una
gran cantidad de heladeras con el inconfundible logo de la compañía, muchas de
las cuales siguen funcionando por algunos almacenes y bares. Acorde a las modas
de la época, lanzaron también los quesos untables saborizados que vemos del
lado derecho, en un aviso también de 1996. Toda una movida osada lanzar quesos
sabor anchoas, pero por esos años gran parte de las empresas lácteas lanzaban
sabores exóticos llamativos hasta el día de hoy. No fue la única innovación de
los 90: en el 95 lanzan la leche UHT y en el 97 sus propios yogures. Después de
una década bastante exitosa, los primeros años del siglo XXI acarrearían
grandes cambios para la láctea santafesina: en el año 2000 abren su paquete
accionario y permiten la llegada de participaciones minoritarias extranjeras,
como los fondos de inversión Latcap y Patagonia, reemplazados por la chilena
Vialat en 2005. En 2006 realizan una alianza con el grupo francés Souparin
Bongrain, los cuales compran para esa misma época las marcas Cabaña y Estancia
Santa Rosa, Adler y Bavaria. Esta nueva alianza alcanza su mayor adhesión en
2011, cuando el grupo francés (ahora denominado Groupe Savencia) se queda con
la totalidad de la empresa. Desde esa época que el logo de Milkaut sufre una
leve transformación, tal cual vemos en la imagen del queso Dambo del centro de
la foto: cambia su tipografía y pierde la fuente que caracterizó a sus mejores
años. En 2013 se dan cuenta un poco de ello porque reacomodan la tipografía y
la redondean bastante. En ese mismo año realizan su último hito conocido hasta
ahora: un convenio con Mc Donald’s para proveerle su preciado queso cheddar. Y
llegamos a la actualidad, donde la empresa continúa funcionando, aunque para
muchísima gente sigue siendo un producto retro de los 90, los años donde ver
una vaca mucama y quesos de sabores extravagantes era cosa de todos los días…
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
Hola, Soparind Bongrain compra CyE Santa Rosa en 1995. En 2000 se hace de las marcas de quesos de Nestlé que se producían en Santa Fe, Bavaria y Adler (Con la compra de la planta de San Jerónimo Norte). Nestlé retiene Mendicrim que lo fabricaba en Lincoln Pcia de Bs As. Lo demás es mas o menos como cuentan. Alejandro.
ResponderEliminarGracias Alejandro!
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