“Para llegar más
alto hay que saber cómo cambiar algunas cosas, sin llegar a modificar la
esencia principal”: algo de eso le sucedió a la marca del día: a Lysoform lo
conocemos como un desinfectante en aerosol que mata el dichoso 99,9 % de virus,
hongos y bacterias: no hay otro producto que no haya logrado superar en
popularidad. Sin embargo, muy poca gente sabe que esta marca es sumamente antigua
e inicialmente comenzó produciendo talco, jabones y colonias, sumando luego un
antiséptico y desde ese concepto se fue volviendo el desinfectante actual. Para
comenzar, se puede decir que Lysoform es un apellido alemán, y también el
nombre de una fábrica que se inauguró en Argentina a principios de los años 20.
Su fuerte principal era la denominada cosmética infantil, para lo cual era
habitual encontrar muchos bebés en sus avisos gráficos. Pero como podemos ver
en nuestra primera imagen, que es de 1954, también era muy conocido su
antiséptico, el cual ya dejaba ver el amor que esta marca tenía por los sitios infectados.
En 1968 esta compañía es comprada por Johnson and Son, y de a poco se dedican a
modificar los artículos que fabricaba: en 1970 lanzan el dichoso aerosol desinfectante,
hoy considerado el “producto madre” de Lysoform, pero no generó en su momento
una gran expectativa y rápidamente pasó al olvido. De esas épocas saltamos a 1998,
año en el que Jhonson relanza la marca y se vuelve un éxito hasta el día de la
fecha, tanto en el país como en el resto del mundo. Obviamente lo que triunfa
en el mundo no es la marca argentina, sino la fórmula antibacterial que en
otros sitios tiene otros nombres: existen los desinfectantes Fantastik, Windex,
Lifeguard y Oust, por ejemplo, que también son de Johnson y también comparten
el slogan del 99,9% mortal. Lysoform es el nombre que tiene este producto sólo
en Argentina, Chile, Brasil, Uruguay y Paraguay. Por esta razón es que puede
existir en España una compañía dedicada a la fabricación de productos
desinfectantes y también llamarse Lysoform y no tener ninguna vinculación con
la firma de Johnson. Además, el Lysoform español nació 10 años antes que el Lysoform
argentino. Tampoco hay relación con la marca Lysol, que aunque suene parecida
pertenece a Recckit Benckiser. Con el éxito de la marca como desodorante se
fueron sumando luego otras presentaciones, como el “Toque” para baños, el
limpiador líquido (con sus respectivas recargas económicas), la canasta líquida
para inodoros y hasta la variedad que se coloca en los aparatitos con sensor de
movimiento, que se accionan solos. El “olor Lysoform” pasó a ser la fragancia
original, a la que se le fueron sumando los aromas cítrico, lavanda, bebé, aire
de montaña y floral. Podría decirse que se trata de una marca con una muy buena
imagen, con aromas que resultan agradables y que inspiran cierta seguridad,
aunque esto no significa que hayan estado exentos de polémicas: como el tamaño
de las hamburguesas de Mc Donald’s, siempre estuvo en tela de juicio si la
frase de su slogan (sobre el 99 y pico) era verídica o no. En realidad se trata
de una frase marketinera que trata de ser lo más sincera posible sobre cómo
funciona el producto en sí. Es una manera elegante de decir que son casi
infalibles, pero en lugar de poner el muy difícil de creer 100% prefieren decir
99,9%. Además, entre el bendito número y la palabra “mata”, en el medio aparecen
las poco recordadas palabras “en un”… es decir que Lysoform puede llegar a
matar alrededor del 99,9% de gérmenes, pero también puede que no. Es por eso
que este slogan puede sonar a verso, pero lamentablemente no está faltando a la
verdad y no hay nada de ilegal o engañoso en utilizarlo. La publicidad del lado
derecho es de 2011, y ya corresponde a su actual período de éxito, bien lejos
de sus épocas sepia donde se dedicaba a comercializar productos para bebés,
pero el destino le deparaba darle alegría a muchos obsesivos de los gérmenes…
ACTUALIZACIÓN 14/08/17
De las profundidades de un catálogo del Hiper Libertad del año 2000, pudimos encontrar la primer cara de esta nueva etapa de Lysoform: el logo con la cruz ya estaba, pero las letras eran distintas y sin tantos adornos alrededor de la etiqueta de la lata: un diseño muchísimo más conservador que el que terminó teniendo años después, y con un precio que puede impresionar a consumidores y gérmenes por igual...
ACTUALIZACIÓN 14/08/17
De las profundidades de un catálogo del Hiper Libertad del año 2000, pudimos encontrar la primer cara de esta nueva etapa de Lysoform: el logo con la cruz ya estaba, pero las letras eran distintas y sin tantos adornos alrededor de la etiqueta de la lata: un diseño muchísimo más conservador que el que terminó teniendo años después, y con un precio que puede impresionar a consumidores y gérmenes por igual...
No hay comentarios:
Publicar un comentario