El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 21 de mayo de 2017

Siempre joven, siempre naranja

Por alguna razón que desconocemos, la gaseosa de naranja de Coca Cola, Fanta, ha hecho un cambio drástico de logo: abandona sus tradicionales colores de azul oscuro para pasar a tener un logo con letras blancas. A su vez este cambio también genera modificaciones a la botella, que si bien no era muy antigua terminó sufriendo un rediseño por igual. De esta forma la gaseosa de naranja más famosa en el mercado (que ya logró superar hace rato a sus competidoras más antiguas como Mirinda o Crush) busca la manera de seguir en boca de todos realizando un cambio meramente estético, mas no de fórmula. El tiempo hizo que pasara de ser una bebida familiar a una muy vinculada al target juvenil, como casi todas las gaseosas famosas. Cada vez está más lejos de su curioso origen: ni más ni menos que durante la Alemania Nazi, en 1941. Quien manejaba la sede de Coca Cola en esos lugares en aquella época se vio impedida de importar el jarabe tan secreto de la cola más famosa: los Estados Unidos le hacían el vacío comercial. Para no cerrar las plantas, optaron por producir una bebida con lo que se pudiera conseguir en la zona: de esta forma nace Fanta, compuesta originalmente con suero de leche, cafeína, restos de mosto e manzana, azúcar de remolacha  y hollejo de naranjas, ingredientes que nadie utilizaba porque eran la sobra de otras producciones. El nombre Fanta derivaba de las primeras letras de “Fantasie” (Fantasía en alemán), una expresión que se le vino a la mente a un empleado veterano de la fábrica de Coca Cola luego de oír la consigna para buscar el nombre: “Hay que dejar volar la Fantasie”. La gaseosa fue un éxito rotundo y vendió casi la misma cantidad de botellas que su hermana de cola. Se sospecha que estos números estaban inflados ya que mucha gente compraba Fanta no para tomarla como pensamos sino para utilizarla como endulzante para infusiones: el azúcar escaseaba. Luego de finalizada la guerra, Coca Cola vuelve a tomar el control de las sedes alemanas y todo retorna a la normalidad: vuelven a producir Coca, pero Fanta pasa a ser archivada. Recién en 1955 se decide relanzarla a nivel mundial, y podría decirse que así nace como la conocemos hoy. Su botella de vidrio llena de mini cilindros sea probablemente un buen recuerdo en la mente de muchos, de haberla visto o tomado en algún bar antiguo. Primero su logo era como un badén totalmente azul con letras blancas, luego se hizo naranja y finalmente desde 1972 las letras azul oscuro en fondo blanco, torcidas. Su sabor característico obviamente es la naranja, pero todos estos años se cansaron de sacar otras variedades: la más famosa era la de pomelo, pero también supieron o saben venir las de uva, frutilla, ananá, agua tónica, lima limón, manzana verde, maracuyá, banana y hasta el bizarro sabor yogurt proveniente del Japón. Allá por el 2006 supo venir una variedad de color azul, que nunca llegué a probar: Fanta Calypso. Desde 2016 se estaba gestando la llegada del nuevo logo a nivel mundial y en esta época le tocó a Sudamérica: nada impresionante que haga cambiar mucho el gusto de los consumidores pero logra el cometido de que por un instante le prestemos atención a la marca, una atención que antes no le habríamos prestado. Eso sí: si hay que elegir por gustos, yo siempre me quedo con la Mirinda o la Fanta de Madarina que fabricaron como edición limitada hace 10 años…

Rodeada de naranjas verdaderas vemos una lata con el nuevo logo de Fanta, más blanco que azul. A su lado la ahora retro botella que también supo tener un diseño de “estrangulada”, y que increíblemente hoy venden como novedad…

En primer plano el diseño simple y alegre de Fanta que estuvo vigente entre 2009 y 2016. Por detrás aparece el recorte de una lata de Fanta de 1994, cuando sacaron una edición especial promocional de la película El Rey León.

Mención especial para esta creación argentina: el helado Fanta, fruto de la unión comercial entre Coca Cola y Arcor en 2010. De dicha unión también salieron otros productos como pastillas Powerade o chicles Sprite. El helado fue un éxito y aún hoy se lo puede ver… 

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