Las promociones
lanzadas por Pepsico Snacks a veces eran originales y otras veces eran la
remake de alguna antigua promo con otro nombre o con un mínimo cambio. Con ese
recurso reversionaron miles de veces ese moco que al poco tiempo de comprado se
empequeñecía y se llenaba de pelusa. Luego de los imbatibles éxitos de Pokemon
y Digimon en el mundo de las franquicias, muchos se preguntaban cuál sería el
próximo anime redituable para sacar cientos de productos y promociones. Una de
las candidatas de esa época fue una curiosa serie que basaba su argumento en…
trompos! Se llamaba Beyblade y durante los años inmediatos a la crisis de 2001
fue capaz de desatar una pequeña fiebre del trompo. Muchos chicos querían tener
el juguete que se veía en ese programa: un trompo con una pequeña correa para
darle impulso. Una curiosa vuelta de tuerca al juguete clásico. Es en este contexto
que Pepsico en 2003 lanza una muy recordada promoción que hasta ese momento no
había realizado nunca: los Trompowers. Se trataban de pequeños trompos con un
sistema similar al que se veía en Beyblade y que obviamente podía ganarse si se
encontraba el afamado Tazo Ganador y se adjuntaba 2 pesos con 50. El éxito fue
abrumador así que inmediatamente después surgió una nueva variedad, el
Trompower Recargado. A diferencia del anterior éste brillaba en la oscuridad
pero sólo podía conseguirse en dos colores, mientras que en la primera versión
eran 4. Tras un breve receso, los Trompower regresarían en 2004 con un nuevo
modelo aún más cautivador: llegaba el Trompower SuperSónico, con luz y Sonido,
y nuevamente 4 colores disponibles. Por supuesto este último trompo es el más
interesante de la colección, y sus diferencias con los anteriores era enorme:
era mucho más chato y pesado y sólo mostraba sus aptitudes de sonar y brillar
cuando era accionado para girar. Sin embargo, para aquellos que querían cuidar
su batería y sólo gastarlo para situaciones especiales, venía con un pequeño
interruptor para apagar estas funciones extra. Apenas unas dos o tres luces
rojas en su centro convertían al trompo en un círculo luminoso, mientras que la
música era muy similar a la de las luces navideñas. A pesar de ser más lento y
no estar del todo bien terminado (se trababa seguido en su soporte para darle “cuerda”)
fue definitivamente el Trompower más sofisticado y valioso de todos. En las 3
promociones había cosas en común: todos traían stickers de regalo para
personalizar el trompo y todos disponían de una plataforma de batalla de
plástico que para conseguirla había que comprar los paquetes de Pepsico bien
grandes y tener la suerte de encontrar el Tazo Ganador para ese premio. Además,
todos los trompos disponían de unas muy elegantes cajitas (en las fotos se ven
sus frentes) con un agujerito para colgarlas donde sea y un espacio en blanco
para ponerles el nombre. Luego de la edición supersónica, los Trompower giraron
de más y no volvieron a aparecer por la Tierra. Muchas otras promociones se
lanzarían luego, pero ninguna ya con un juguete de estas características. De
hecho, en los años posteriores los productos de Pepsico ofrecían como regalo
stickers o llaveros pero nada más. Estos trompos fueron corriendo distinta
suerte: algunos perduran como tesoros hasta el día de hoy, otros
irremediablemente se perdieron entre la basura o entre cosas viejas. Pero quedó
para siempre el recuerdo de este relanzamiento del mismo juego de la época de
nuestros abuelos o bisabuelos pero con toques de futurismo del siglo XXI… nada
es viejo u obsoleto, sólo no está a la moda!
Trompower Recargado y Supersónico. Se evidencian sus diferentes tamaños y características...
Los Trompower en acción, girando a toda velocidad!
muy buen articulo
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