Invento cuadrado, panzas redondas (2015)

Comenzamos la serie de posteos navideños de este año con un producto estadounidense que ya nombramos para Hallowen último y que hoy mostramos en su edición navideña 2015. De seguro que las vieron en alguna serie de USA, película, videoclip o dibujito animado, ya que forman parte de la hipercalórica mística alimenticia de ese país, junto con las donas, las Oreo, el pollo frito, los waffles, la gaseosa que se toma como agua y esas famosas "morcillas" que se comen de desayuno con huevos fritos y panceta. Las Pop Tarts están bien metidas en la tradición del desayuno norteamericano pero fuera de esa zona no tuvieron una gran acogida. Este muy dulce producto es fabricado por Kellog's, los mismos que aseguran distribuir los alimentos más sanos y naif del mundo, también producen estas pesadas tartas y las Pringles, tampoco muy emparentadas con ninguna dieta. Estas tartas rectangulares y rellenas nacieron en 1964: s nombre justamente se debe al Pop Art que tan de moda andaba en esos psicodélicos años. Incluyen una multiplicidad de rellenos y glacés (como el de la foto, que incluye dibujos navideños de ocasión) y se pueden disfrutar tanto crudas como cocinadas, o mejor dicho tostadas. Ésa es la principal gracia de este tipo de tartas: calentarse dentro de tostadoras, un artefacto que nunca se consideró de primera necesidad en una casa argentina. Pop Tart es la marca más representativa de este mundo de tartas dulces rellenas, pero no la única. De hecho la pionera en este mercado se llama Country Squares y es fabricada por otra empresa estadounidense: Post. Increíblemente la ocurrencia de empaquetar así la comida vino de la comida de perros enlatada. En 1985 aparecería un tercer competidor: las Toaster Party, creadas por la compañía Pillsbury, aquella dueña del muñequito del pan que el Sr. Burns confunde con Homero Simpson. Desde entonces que tres marcas se disputan un mercado poco conocido en el mundo: apenas prendieron en el ya mencionado EEUU, México y Canadá. En el resto del planeta son una curiosidad de importación. Como ha sabido ocurrir en cada lanzamiento famoso para consumo familiar, se inventó un personaje animado para identificarse con la marca: en este caso los creativos apostaron a lo seguro y crearon a Milton, una tostadora animada que en cada comercial alentaba a los consumidores (principalmente niños) a olvidarse de la angustia del colegio y la familia comiendo una rica golosina en el desayuno. Dicho de otra manera, olvidar las penas comiendo. Si alguien después se pregunta a qué se debe la tan poco saludable dieta estadounidense, habría que empezar a estudiar cuidadosamente el mundo publicitario. Sin embargo, la principal crítica que supo tener esta marca en todos sus años de vida ocurrió por el lado menos pensado: en 1992 un consumidor llamado Thomas Nangle demando a Kellog's porque las Pop Tarts que compró se le trabaron adentro de la tostadora, se quemaron y provocaron un cortocircuito que le provocó el incendio de su casa. Ello derivó en diversos experimentos mediáticos, donde pudo verse que si la tostadora con las tartas adentro eran desatendidas, se incendiaban con facilidad. El resultado de todo esto fue bastante simple: desde entonces todos los paquetes llevan una advertencia sobre no dejar la tostadora sin supervición.  Otra polémica ocurrió en 2006, cuando la denominada Unidad de Revisión de la Publicidad Infantil obligó a Kellog's a retirar la expresión de sus empaques "hechas con fruta de verdad" y a reducir su aparición en publicidad televisiva, una orden que Kellog's obedeció por un tiempo. Y a esto podemos sumarle un sinfín de pequeños escándalos, cuando en numerosas ocasiones aparecieron partidas de tartas contaminadas con tal o cual alérgeno o bacteria peligrosa, tal cual suele ocurrir con la leche en polvo en Argentina cada tanto. Del éxito de este tipo de productos aparecieron variantes. las llamadas Pastry Swirls (basadas en la clásica receta del Strudel) y versiones mini para llevar a la escuela, pero tampoco generaron un gran auge de ventas. También llegó a verse la variedad en cereal en paquete familiar, que no fueron otra cosa que las famosas "almohaditas" de cereal rellenas que por aquí vemos bajo marcas como 3 Arroyos o Granix. En 2010, tal como ocurrió con los M&M, se trató de crear un local que sólo vendiera este tipo de tartas ,pero tampoco tuvo el éxito esperado. Vamos ahora a investigar sus preciados sabores: las hay de frutilla (el sabor clásico), chocolate, galletita con chips de chocolate, helado sundae, canela, cookies and creme (el informalmente denominado "sabor Oreo"), gaseosa cola o naranja, picantes, cereza, moras, relleno tipo crujiente (algo así como Zucaritas molidas), sandía, maple, limón, vainilla, manzana, yogur y un sinfín más que fueron desarrolladas por tiempo limitado para promocionar tal o cual película o serie. Y al final siempre se vuelve a Argentina: si bien estas tartas no pegaron jamás en un mercado como el nacional (que levante la mano el que tenga una tostadora en la casa... pero que la use!) por estos pagos se animaron a la variedad salada del producto: en 2012 aparecieron los Listtos de Pollo de Granja del Sol, los cuales eran los mismos rebozados de pollo de siempre pero que podían cocinarse en tostadora. A pesar de ser un gustito bastante caro, es un artículo que sigue fabricándose hasta el día de hoy. Y tampoco hay que dejar de mencionar la variedad Pop Tarts Dulce de leche, que gana cada vez más adeptos en el país del norte. Porque ellos no pudieron convencernos con estas tartas, pero el dulce de leche es un arma de doble filo para conquistar paso a paso el país más armamentistico del mundo. Pueden estar preparados contra el anthrax, pero la de este inocente dulce rioplatense no se la imaginaron nunca...