El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 1 de septiembre de 2016

Aires Duros (1974)


Air Wick es una marca que hace bastantes años está presente en el mercado nacional. Tal vez se la relaciones mucho más con los desodorantes de ambientes, pero en 1974 también supo comercializar este curioso producto: el precursor absoluto de todas las máquinas automáticas que lanzan perfume luego de determinado tiempo, y de aquellos absorbentes de olores que hoy vende Aire Pur. Se trataba de desodorante sólido, lo más parecido a una vela aromática, pero con un nombre mucho más sofisticado. Este producto trató de revertir una tendencia que fue irreversible: a medida que pasaron los años, los desodorantes en aerosol ganaron la contienda y hoy están hasta segmentados por partes de la casa y con los nombres de perfumes más extraños. El desodorante sólido, en cambio, no salió de la canasta para inodoros. Al momento de publicarse este aviso, la marca Air Wick ya tenía 31 años de vida: nació en New Jersey (tal como el mismo aviso rectifica) en 1943 como una empresa dedicada justamente a la venta de desodorantes, logrando la expansión internacional desde 1953. A lo largo de su historia supo pertenecer a varios conglomerados de empresas, como por ejemplo la farmacéutica Ciba Geigy (actualmente denominada Novartis, dueña del Voltarén) pero actualmente y desde hace tiempo que Air Wick es parte de la multinacional Reckitt Benckiser, empresa que también se quedó con Procenex, la marca argentina que se asoma debajo a la izquierda. En la Argentina Air Wick está detrás de otras marcas populares como Glade, Poett o Lysoform (y a no olvidarse del Querubín Freshhhhh...), pero ha logrado conseguir su porción de mercado. Al igual que las marcas antes mencionadas, experimentaron mucho con los aparatos diseñados para la difusión continua de fragancias, aunque los de Air Wick son los menos conocidos. Entre sus curiosidades se encontraba una fragancia desodorante que aseguraba (de una vez por todas) que era capaz de atrapar olores en lugar de taparlos. Sí, lo mismo que ya prometían en 1974. Sin embargo, fue tal su impacto que obligó a P&G a hacerles un juicio ya que ellos aseguraron que ese producto era una copia de Febreze, la marca de ellos. Finalmente en 2007 Air Wick gana ese pleito y pudo seguir vendiendo el Air Wick Odour Stop (así lo denominaba) sin ningún problema. Otro producto exitoso es el Air Wick Pure, un desodorante que no deja residuos húmedos. No está en el país pero si les digo que su diseño incluye un simpático pulverizador-rociador en la punta, se darán cuenta que la copia hecha por Poett (Fraganza) sí se vende por acá. Otro "plagiado" es el Air Wick Stick Ups: pastillas que se echan en la mochila del inodoro en lugar de usar una canasta: el que se vende en Argentina es el Mr. Músculo Discos Activos. El que si venden por estas zonas es el Decosphere, una muy estética y decorativa bola blanca con base de colores. Muy lindo de diseño pero extremadamente caro, al punto tal que no recuerdo haberlo visto fuera de un súper. Aunque si lo que se busca es más la estética que otra cosa, vienen esas pequeñas varillas de madera muy aromatizantes sobre un recipiente cuadrado: el Air Wick Reed Diffuser. Una idea que triunfó como producto de pymes y que desde hace un tiempo las multinacionales se lo apropiaron y venden su versión industrializada. Sin embargo, a pesar de tanta complejidad del siglo XXI, las cosas simples nunca dejan de funcionar. Es así que el famoso desodorante sólido se sigue vendiendo en varias partes del mundo, y hasta con una forma muy parecido al de los 70. Lo que si cambió el nombre, más chic para nuestros tiempos: ahora no son desodorantes, son "ambientadores". Igualmente la vedette del momento son los dispositivos eléctricos, que suelen verse relativamente ocultos en alguna sala de espera o pasillo de alto tránsito. Para quienes no conozcan los detalles de este tipo de productos, aquí va un detalle interesante: al igual que una impresora, los dispositivos Air Wick sólo pueden funcionar con repuestos originales. Si no se les coloca el correspondiente, se prende una luz roja parpadeante y no puede funcionar. Basta invertir unos minutos en Internet para encontrar foros que explican paso a paso cómo "engañar" a la maquinita y hacerle creer que tiene un repuesto de marca encima. Para qué complicarse tanto la vida por un poquito de olor lindo! Esto con el desodorante sólido no pasaba...

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