Hace 30 años, así se vestía la gente frente a la tv para ver el comienzo del mundial de México 86...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
martes, 31 de mayo de 2016
lunes, 30 de mayo de 2016
El kiosco retro (y no tanto)
Atribuidas principalmente a los niños, las golosinas son el mejor indicador de los cambios generacionales entre publicidades y décadas. Algunas épocas tuvieron la suerte de tener mejores variedades, otros tuvieron que conformarse con bastante poco. Pero sin duda son la tentación favorita de todos, sin importar la edad. Vamos a pasear por diversas épocas salteadas, recordando algunas golosinas de antaño, así como también algunas que hoy pueden verse en algún almacén o supermercado. Mirar no engorda!
En esta publicidad de 1981 se consideraba un "postre" algo bien solemne y para compartir, pero al Mantecol los años lo fueron achicando y convirtiendo en una golosina personal, y para degustar en cualquier momento del día, no sólamente después de la cena. Del tradicional Georgalos hoy pasamos a la megamultinacional Mondelez, que continuó la posta hecha por su predecesor Kraft, y lanzó ahora el Mantecol Extremo.
Una galletita súper clásica, en una nueva versión: los tradicionales anillos de Terrabusi abandonaron hace rato las cajas (de metal o cartón) y además de verse en las surtido Variedad, se las puede conseguir en su propio paquete, el cual trae únicamente estas galletitas que pueden comerse con el dedo meñique. El envase actual seguramente cuenta con el aval de Florencio Randazzo y Guillermo Dietrich.
Siguiendo con Terrabusi y también con Variedad, encontramos este "medallón" (así le decían) de Tom y Jerry, el cual venía como premio en los paquetes. En 1999 cosas así podían conseguirse adentro de las Variedad, ya que por esos años Terrabusi (Nabisco en realidad) tenía en todas sus galletitas a muchos personajes del Cartoon Network.
Son antiguas, pero a la vez modernas, y ojalá nunca dejen de fabricarse: las inoxidables DRF, las cuales siguen conservando los mismos sabores que en estos avisos de 1965 (aunque peppermint ahora se le dice a la variedad de menta) aunque ya no suelen verse publicitadas como producto infantil, sino más bien para gente grande. Igualmente, son comidas por todos los targets. Nacieron en 1914 de la mano de Darío Rodriguez de la Fuente, creador de su sigla. Hoy son propiedad de Mondelez.
Productos simpsonizados: desde su creación, siempre Los Simpsons son sinónimo de éxito en ventas. Aquí podemos verlos en dos productos actuales de empresas distintas: por un lado las rosquillas con granas (en realidad son galletitas tipo anillitos con glacé y grana por encima) de Fantoche y las tradicionales monedas de chocolate de Felt Fort, que ahora tienen motivos de los personajes de Springfield. La empresa de Ricky tambien ocupa a los muñecos amarillos en sus Chupelatines y el Jack.
Siguiendo con los productos Fel Fort, nos encontramos ahora con uno que ya no viene más: el Chiclefort. Puede resultarnos raro pensar que alguna vez Fel Fort, una marca tan vinculada a los chocolates, también hizo chicles, pero así fue. Este producto se comercializó a principios de los 70 y en este aviso de 1972 aparece nada más ni nada menos que el reconocido payaso Firulete, quien prestó su frase icónica para vincularla al slogan del chicle: "Como dice Firulete, Chiclefort lo prefieren diez de cada siete".
Regresando violentamente a la actualidad, nos encontramos con un producto extraño: a quién puede resultarle atractivo comer un chupetín ácido? parece ser que a las adolescentes. Por eso Arcor desarrolló estos curiosos chupetines junto al auspicio de 47 Street, muy fashionistas aunque de sabor no muy dulce.
Desde su creación en el 2000, Mister Pops se convirtió en sinónimo de marca de chupetines... pero alguien se acuerda cómo le decía Arcor a sus chupetines antes de denominarlos así? La respuesta está en esta historieta de 1986, donde nos encontramos con... Arquito! un chupetín compañero de Robin Hood que era publicitado con pequeñas historias en las revistas infantiles.
Siguiendo con los chupetines, nos encontramos ahora con el híbrido entre chocolate y producto en palito: los Chupelatines de Fel Fort, los cuales aparecen esporádicamente pero siempre con buena aceptación. Publicidad de 2005.
Los kioscos desde siempre vendían carteritas, pero esta vez apareció una que no tiene nada que ver con cigarrillos. Se trata de una carterita literal, bajo el nombre "Jewerly Box" y con la foto del personaje de Sakura Card Captor. Contenía una gran cantidad de pastillas dulces, aunque en ningún lado pudo verse el sitio de fabricación. Habrá sido argentina, japonesa, chilena, paraguaya, brasilera o de dónde? Lamentablemente ese misterio no se pudo resolver. La foto es de 2013.
Estos oscuros personajes no podían faltar en este kisoco virtual. A la izquierda vemos una publicidad de caramelos Suchard de mediados de los 40, y ya aparecía un negrito antojado de dulces. La semilla que años más tarde derivaría en los famosos Sugus, también de Suchard hasta el 2000, cuando pasaron a ser de Arcor. Mientras tanto, en 1996 podías comparte la variedad con muñequitos sorpresa.
Un poco de salud por favor! Entre tantos productos poco alimenticios, hacemos un parate y sumamos algo que siempre una madre prefiere ofrecer antes que golosinas: un yogur, en este caso de La Serenísima, en sus sabores de edición limitada de 2015 Frutilla con Crema y Banana con Dulce de Leche. No tenían mucho sabor en comparación a lo que uno creía, pero por lo menos uno tenía la alegría de estar tomando lo mismo que Carlos Tevez...
En 1953, los chicos no llevaban a la escuela ni galletitas Toddy ni juguitos Baggio: se llevaban un paquetito de bizcochos Canale! Un producto más recordado por sus gigantes latas y cajas que por esta presentación para infantes. Desde el año 2000 la Argentina es un país libre de estos bizcochos, porque desde ese año no se fabrican más.
Las posibilidades de rebusque para vender golosinas es inalcanzable: en 2014 dimos con Candy Art, un producto de la empresa Fun (creadora de muchos aparatos sofisticados para comer pastillas y caramelos). Consistía en una lapicera que expulsaba caramelo líquido, y adjuntaba unas hojas hechas de oblea dulce, para escribir en ellas. Acto seguido, uno podía comerse tanto el papel como la tinta. En la vareidad de tinta de manzana, aquí se escribió la sigla de esta página.
A principios de los 90, cuando aún era una empresa argentina, Bagley se dedicaba no sólo a vender galletitas sino también ciertas golosinas, como los míticos Graffitti y Tubby. Pero además supieron fabricar el Bizcuelo, este curioso minibizcochuelo que podía estar relleno de chocolate, limón o... sambayón! Un producto que no durpo mucho y que Internet ha menospreciado casi por completo. Aquí lo revivimos por medio de este un pequeño panfleto publicitario de 1993.
El Chiclefort ya no existe, pero los Cowboy sí: los chicles de Arcor con los años se hicieron un lugar en el kiosco ganándole terreno a otras marcas históricas como el Bazooka o Adams. Gran parte de su éxito se debió durante los 90 a la grandísima cantidad de premios y promociones que lanzaban con sus chicles, inclusive arriesgándose a crear personajes o historias originales, en lugar de apelar a la más sencilla estrategia de usar licencias de personajes famosos. A la izquierda tenemos una publicidad de 1997 y a su lado una de 2001. Pasaron pocos años, pero en el medio el clásico logo de Arcor le dio paso al actual.
Hay que darle una oportunidad a las desconocidas! No todo siempre tiene que girar en torno a Arcor y Mondelez. Aquí presentamos 3 variedades de galletitas para experimentar: primero encontramos las Festiva (creadas por Oblimar), las Luna Tiniebla de Mauri (el nombre más extraño en la historia de las galletitas nacionales! pero aí y todo de muy buena calidad y sabor) y por último las Surtidas de Marolio, las cuales son relativamente buenas aunque en la realidad no traen ni una glaseada. En la escala de calidad pondría: primero las Luna Tiniebla, después las Marolio y al último las Festiva, las cuales tienen lindas formas pero todas el mismo gusto indefinido.
Marca conocida en un terreno nuevo: desde hace años que Bimbo quiere imponerse en el país, y aun no lo logra con mucho éxito. Este año vuelve a intentarlo creando una línea de galletitas escolares bastante curiosas: vienen en un gran paquete que a su vez trae paquetitos adentro, para llevar a la escuela. En esta oportunidad de probaron los Chockys, unos medallones de galleta de vainilla bañados en un chocolate levemente amargo y aromatizado con mucha vainilla, pero a pesar de ello aseguran que es un producto muy muy natural. Tendrán éxito?
De Mantecoles no sólo vivió Georgalos: durante los 80, al igual que hoy, también producía este tipo de productos: caramelos masticables frutales marca Capicúa (del año 1983) y maní con chocolate, del año 1984. Ambas cosas se siguen produciendo, aunque con nombres y empaques más modernos: mientras tanto, los Capicúa se quedaron en los 80, y se convirtieron en un objeto de coleccionismo, que varios ofrecen en Mercado Libre.
Alguna vez comentamos que en 2004 Bagley-Danone lanzó una promoción en la que había que juntar muchos paquetes, y si uno lo hacía, podía canjerlos por bolsos, camperas y pelotas. Fui capaz de juntar muchos, y lo único que pudieron ofrecerme fue este bolso que vemos en lafoto, el cual era demasiado chico para meter un cuaderno siquiera, así que podría considerarse un "bolso matero". Aún se lo conserva, aunque el logo de Bagley se está borrando cada vez más rápido...
Cómo olvidarnos de las gelatinitas? Las gomitas hoy están representadas por ese paquetito de Gummy Bears, una golosina alemana. Pero también sumamos a la foto a LA marca argentina de gomitas actualmente: Mogul de Arcor, quien con agresiva publicidad se llevó puesto a otras marcas como Billiken o FrutiGelatin, de la misma Arcor. Crecieron tanto las Mogul que ahora también son el nombre de caramelos masticables y de masticables confitados.
De vuelta a algo retro muy especial: La Tita y la Rodesia son eternas, pero a fines de los 90 aparecieron las variedades con chocolate, las cuales no sobrevivieron más allá de 2001. En la foto de esta caja fechada en 1997 vemos las anotaciones de las 4 variedades que existían en ese entonces. Lamentablemente el paladar tradicional fue el que ganó y estas presentaciones especiales con relleno de chocolate hace muchísimo que no se las ve más...
Un momento para la extrema pecaminosidad calórica: las galletitas Soft Baked Captiva son una verdadera tentación: vienen en ese paquetito en forma de harina y trae unas 6 galletitas como mucho, todas grandes y deformadas, dentro de algo que vendría a ser un pirotín gigante. Pero a pesar de ser muy poco estéticas... son exquisitas! El chocolate más mantecoso y dulce comido jamás. Para comprar, saborear y no arrepentirse.
Otra vez los chicles, pero esta vez con una marca bien conocida: el Bazooka de Stani, aunque en una variedad poco conocida. Este chicle con sabor uva no se lo supo ver mucho, pero en 1988 (año de la publicidad) aún podías comprarlo. Actualmente Bazooka es parte de Mondelez, y supieron sacar muchísimos sabores. Pero nada le gana a la menta y el tuti frutti.
Más y más chicle, pero esta vez importado y en cantidades. Esto es un envase de 1998 de Mega Roll, un chicle estadounidense que se vendía por metro. Uno abría este disco por la mitad y venía el chicle en un rollo larguísimo. En la punta del envase podía cortarse, tal cual uno corta el numero de un local. Esporádicamente se lo ha vuelto a ver en la Argentina, aunque con envases mucho más chicos. Nada le gana al despilfarro de los 90!
Más importados: de Canadá encontramos estas galletitas tipo "cookie", tan populares en el hemisferio norte, y donde aquí encontraron su mejor representación con las Pepito y Toddy.
Si hablamos de pastillas, tampoco podían faltar las minipastillitas frutales La Yapa, aquellas que desde siempre venían con animalitos en sus envoltorios. Estas pastillas de Stani con nombre de canción de Los Nocheros conservan aún su largo envase y su sabor tan particular, mezcla entre azúcar y aspirineta. En este aviso de 1981 hacían mucho énfasis en su carácter frutal. Durante los 90 enfatizaron en los animales del paquete, tratando de dar un mensaje ecológico... y ahora? Bueno, ya no se publicitan pero todos sabemos que en algún lado se siguen fabricando y comiendo. Otra marca más en el carrito de Mondelez.
De vuelta a los chupetines: fuera del Pico Dulce, el Mr Pops y alguna segunda marca... alguien ubica alguna otra marca fabricante? Sí, no hay que olvidar a los Topps, aquella empresa estadounidense que arrancó vendiendo tarjetas de béisbol y hoy es famosa por ser la creadora de los sofisticados Push Pop y sus derivados (Baby Pop, Spray Pop, Ring Pop, etc). En 2014 lanzaron en el país un álbum de figuritas de los Toonix, los personajes nacidos de las tandas de Cartoon Network.
Chocolate sobre chocolate: Águila es famosa por su chocolate para taza y su minitorta... pero además fabrica muchas variedades de chocolate bien exóticas y elegantes, idelaes para regalar o comer a escondidas: a la derecha tenemos el Dor, relleno de mousse, y a la derecha tenemos el Marquise, una variedad de chocolate que desde 2011 no se la ve mas, pero también tenía rellenos especiales en su interior.
Un postre con cucharita: de la sección de lácteos no podíamos dejar de nombrar al Serenito, un postre considerado por muchas madres como una golosina más. Aquí lo vemos en una publicidad de 2001, cuando aún los confites que traía llevaban el nombre de M&M. La posterior crisis hizo que se convirtieran en confites sin nombre.
No podemos terminar esta sección sin hacer una mención especial a este simpático negrito de Sugus. ¿Qué tiene de distinto respecto a los antes comentados? que éste respondía a un nuevo sabor lanzado en 1983, el cual duró poco y no pudo verse después más: el "nuevo" sabor damasco. Pobre negrito! no logró llegar a la época de los paquetes con sorpresa para poder ser inmortalizado en un muñequito de plástico...
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lunes, 23 de mayo de 2016
Vientos de cambio (2006)
#Hace10añosentv empezaba en Canal 13 la miniserie Vientos de Agua, la primera de Juan José Campanella. Siempre fue una ficción muy valorada, pero con poquísima audiencia. El programa más halagado y menos visto de esa temporada. Previamente había sido estrenada en España, a principios de ese año, donde fue levantada por baja audiencia, pero en la Argentina se vio íntegra en horarios cada vez más marginales, siempre los domingos. Años más tarde también sería repetida en HBO y la Tv Pública. Unos meses después de su estreno nacional, la Editorial Perfil ofrecía la serie en DVD. ¿No se les habrá ido la mano con la descripción para la venta?
sábado, 21 de mayo de 2016
Desayuno K
Podría ser el nombre de un nuevo programa conducido por Víctor Hugo Morales y Roberto Navarro, pero no. Nos estamos refiriendo a la letra más importante que en los desayunos más exigentes y caros puede llegar a aparecer: la letra K de Kelog's, aquella empresa estadounidense sinónimo mundial de cereales matutinos. En febrero pasado esta compañía cumplió 100 años, momento en el que fue fundada en Michigan por Will Keith Kellog, quien vendía productos alimenticios basándose en la dieta de la religión que profesaba: los Adventistas del Séptimo Día (los mismos que producen los productos Granix en el país, aunque obviamente la escalada mundial fue diferente). El primer producto que produjeron fueron las hojuelas de maíz tostadas conocidas como Corn Flakes, aquellas que supieron durante un tiempo importante estar representadas por una mascota bien característica: el gallo verde que en castellano se le denominó Cornelio. Casi como si se contara la manera en la que fue descubierta el dulce de leche, Will Kellog estaba buscando un sustituto del pan que fuera digerible, y se olvidó de apagar una olla de trigo hirviendo, dando origen a las famosas hojuelas. Además producían grandes cantidades de cereales de avena. El objetivo de la venta de este tipo de cereales era combatir lo que para su fundador representaba los más grandes problemas de su tiempo: créase o no, estaba hablando del estreñiminto y la masturbación. Ambas cosas podían tratarse comiendo sus cereales. Inicialmente esta compañía se denominaba Battle Creek Toasted Corn Flake Company, y recién en los años 30 adoptó el nombre actual, misma época en la que se crea la fundación Kellog's. La diversificación no tardó en llegar y hoy Kellog's es una de las empresas más importantes mundiales dedicadas a la fabricación de cereales (está presente en 180 países), junto con Nestlé-General Mills (productores entre otras cosas del cereal Trix) y Quacker. EN el mercado argentino la historia de Kellog's no comenzó de una manera muy saludable que digamos: más allá de traer importados algunos de sus cereales más famosos los principales productos que Kellog's creó en el país fueron los snacks de copetín, los más famosos que supieron crearse en la Argentina. Así fueron apareciendo marcas otrora famosísimas como las Frenchitas (nombre originado de "french fries", manera inglesa de denominar las papas fritas), los Chizitos, los Popkorn,, etc. Este negocio fue mantenido hasta que en 1994 toda esta línea de snacks pasó a manos de Pepsico, Un año antes Pepsico se quedaba con las papas Bun, y casi todo el mercado de snacks quedó a manos de Pepsico, quien en 1998 sumaría también a Pehuamar. Volviendo a Kellog's, a pesar de haber perdido ese importante negocio, le esperaba por delante una década del 90 muy fructífera en cuanto a la imposición definitiva en el mercado de muchas de sus marcas internacionales, que se adosaron perfectamente a la cultura del desayuno argentino: los ya nombrados Corn Flakes, los cerealitos de colores Froot Loops (más conocidos como "frutilupis"), el arroz inflado con chocolate Choco Krispis, las hojuelas Zucaritas (azucaradas y en múltiples versiones más, con chocolate, chocolate blanco, frutilla, miel, con trozitos de malvadisco, etc) que no sólo se vieron en sus gigantescas cajas sino también acompañando los yogures de La Serenísima, etc. Y no podemos dejar de nombrar la tremenda cantidad de juguetes y premios que durante esa década supieron venir en sus envases, siempre grandes, coloridos y con acertijos y juegos en el reverso. Llega el nuevo milenio y se suman cereales más sofisticados, con una mayor preocupación por la figura: llegan las barritas de cereales y el cereal llamado Special K. Y para 2012 Kellog's no puede dejar su antiguo vicio de picotear snacks y se da un antojo mundial: le compra a P&G las míticas papas de tubo Pringles, y si bien las comercializa y produce, están ocultas de toda página oficial de Kellog's. ¿Tiene miedo de no resultar tan saludables como parecen? En fin, más allá de no haber comprado nunca un producto de esta marca, las empresas nacionales como Granix o Tres Arroyos sí supieron copiar perfectamente la forma y el sabor de muchos de sus productos, de manera la configuración que aquél cereal suelto que uno compra en el almacén también se lo debemos a esta gigantesca empresa yanqui. Ya no estará el gallo Cornelio, pero todavía a Kellog's le quedan muchos años por delante de comercialización de alimentos saludables... por derecha, porque por izquierda también vende las pecaminosas Pringles, esas papas que aún está en debate definir si son papas fritas o no, por su no muy clara proporción entre papa y harina de maíz.
Yo cuido mi corazón: en 1999, plena época de oro de estos cereales en el país, Kellog's trae los All Bran, fibras naturales de salvado de trigo que, según este aviso, ayudan no sólo al estreñimiento sino también a prevenir problemas cardiovasculares.
Corn Flakes, el cereal más antiguo de la empresa y probablemente el más saludable por no contener ni azúcar siquiera, algo tremendamente decepcionante para la mayoría de los niños que ignorando esto pidieron que les compraran "el cereal del gallito". Como pueden ver, Cornelio no fue siempre igual: primero lo vemos con un diseño más clásico en un aviso de 1976 (que a su vez estaba registrado como realizado en 1971, por lo visto llegó tarde por aquí) y en otro mucho más canchero y feliz, en una publicidad de 1995. Con sus diferencias, siempre anunciando para el público infantil.
La salud ante todo: siempre Kellog's haciendo hincapié en los nutrientes de sus productos, y sobre lo livianos que resultan. En esta publicidad del 2000 (y extraído justamente de la revista Vivir Mejor del Dr. Cormillot) vemos comparaciones entre un plato de cereales y frutas y verduras equivalentes. Un verdadero trabajo artesanal, hecho todo completamente con plastilina.
Llegó la hora de cuidarse: lo saludable no sólo significaba nutrientes para niños, sino también una ayuda para el control de peso en los mayores, especialmente en las mujeres. Por qué no, aquellas mujeres que le compraban a sus hijos algo de Kellog's podían ahora empezar a comprar para ellas mismas. Aquí vemos un aviso de 2009 promocionando Special K, un cereal especialmente dedicado para régimenes femeninos.
La hora de la dulzura: no te gusta lo que Kelog's hasta ahora te ofrece? También existe la posibilidad de probar las "mini tartas" Kellog's rellenas de mermelada y bañadas en glacé. Este producto, que en la Argentina Arcor ya copió a su manera, es actualmente el más vendido de todo el portfolio que Kellog's tiene en USA. En este caso vemos el frente de unas tartas de México, del año 2015.
Y para cuando se quiera mandar al diablo todas las dietas, recordar que también Kellog's apela a la doble moral y comercializa las preciadas papas Pringles, aunque no lo reconozca. Aquí vemos un sabor introducido en 2014: Parmesano y Aceite de Oliva, en su inconfundible latita.
viernes, 20 de mayo de 2016
Cristalux, toda la vida
Existen numerosos vestigios de marcas de otras épocas perdidos en la calle, en el más recóndito sitio, en el lugar menos pensado. Existe en San Juan un mayorista muy famoso de productos de limpieza llamado La Marina, y en una de sus sucursales más pequeñas y antiguas su fachada aún conserva logos de otros tiempos. En una foto que no es de las mejores, podemos ver, además de los ya famosos logos de Ala, Virulana, Alpargatas, Media Naranja, Ayudín y Lever, un nombre que para ciertas personas puede significar mucho y para otros la nada misma: Cristalux. Tal vez alguien que nunca escuchó el nombre crea que se trata de alguna variedad especial de jabón Lux, pero lo cierto es que Cristalux fue el nombre de una de las más importantes empresas fabricantes de derivados del vidrio, principalmente copas, vasos y platos.Esta fábrica nace en 1896 pero su mayor época de esplendor reside entre los años 60 y 80 cuando su marca más famosa Durax aparecía constantemente publicitada en los medios, por ejemplo en un aviso muy recordado protagonizado por Jorge Martínez. De este fructífero período quedarían en el recuerdo dos frases: por un lado "Durax toda la vida", el slogan de la marca, y por el otro "Soy un león vendiendo Durax!" una frase inmortalizada por el mismo Martínez pero que posteriormente a su participación otros vendedores en los mismos comerciales la siguieron utilizando. En estos comerciales quedaba bastante claro por qué uno debía comprar productos Durax: realmente se caían y no se trizaban como cualquier otro plato o vaso. La empresa fabricante supo tener más de 2000 empleados a su cargo durante las épocas de bonanza, pero todo cambió a partir de los años 90, cuando Cristalux comenzó a sufrir un progresivo vaciamiento (políticas de desinversión, en lugar de fomentar la producción y el empleo se invertía para traer productos importados del Brasil) hasta llegar a su quiebra en 1999. A pesar de decretarse la quiebra sus empleados siguieron llendo a trabajar hasta que a fines de 2001 no les permitieron más el ingreso. Resurge y se concreta entonces la idea que se venía planeando desde el 99: la constitución de una cooperativa. Luego de un proceso judicial que culminó en 2002 (y varios días de vigilia para evitar que se siguieran robando cosas de la fábrica), comienza lentamente a formarse la Cooperativa Cristal Avellaneda. Comenzaron limpiando y vendiendo lo poco de lo que quedaba, y sin percibir ganancias durante un año. Varios obreros debían ir a escondidas a la fábrica, ya que existían presiones para que abandonasen la idea de seguir produciendo. Pero lograron salir adelante y de a poco fueron modernizando las instalaciones (nuevos hornos, nuevas instalaciones de gas) y volviéndose a ganar la confianza en el mercado. En 2006 logran recuperar la marca registrada de la compañía, Durax, la cual vuelva a aparecer en las góndolas y bazares. Nuevos problemas acechan a Cristal Avellaneda desde 2008 por el fin de la vida útil del horno que utilizaban, pero que pudo reconstruirse con ayuda de los mismos trabajadores y el Estado. En la actualidad Cristal Avellaneda continúa fabricando artículos de vidrio (150.000 unidades por día) e inclusive planean comenzar a fabricar envases y botellas de vidrio también. Ya no son épocas del ámbar que se veía en los 70 y 80, pero la nueva etapa de Durax consiguió bastante aceptación fabricando vajilla celeste. Y no sólo eso, también producen platos con dibujos y variados colores (rosado, amarillo, verde, violeta, naranja), algo único en el mercado nacional. Es más, uno puede desde la página web de la empresa (elaborada por la misma cooperativa, y mucho más práctica y agradable a la vista que la mayoría de las frías y toscas páginas de multinacionales) encargar determinado diseño para vasos y copas y ellos los realizan. Esperemos que en estos nuevos tiempos puedan seguir adelante como hasta ahora, aunque les recomendamos que si en algún momento planean volver a hacer publicidades ya no lo llamen a Jorge Martínez. Tal vez no generaría el mismo efecto deseado que en sus comerciales de los 70...
jueves, 19 de mayo de 2016
Quiero oírte otra vez
Hace unas semanas habíamos mencionado una pequeña reseña sobre la historia del vinilo, basándonos en una infografía que resumía sus principales hitos. Hoy le vamos a dedicar un espacio a otro soporte de audio que si bien dejó de utilizarse más recientemente en comparación al LP tiene muchas menos chances de alguna vez volver a estar en vigencia. El casette también es el símbolo de una época, pero su destino es diferente: está actualmente más destinado al museo que a seguir en uso. Su nombre deriva del francés "cajita" y se le supo decir también "cinta", estando en esa palabra la clave de su éxito: en esa cinta magnética que fluye entre sus dos carretes, que a veces se ponía rebelde y salía disparada, se almacenaban diversos elementos: principalmente canciones, grabaciones de voz, ya sea caseras o "industriales". Nació en 1963 de la mano de Phillips, pero rápidamente se licenció gratuitamente su uso, y ahí comenzó su inconmensurable reinado. Estos primeros modelos no se escuchaban de la manera limpia y nítida como podemos imaginarnos, pero de a poco los modelos de cintas y los aparatos de reproducción mejoraron rápidamente. Múltiples elementos de debate se pueden desprender de aquí: por un lado estaban los casettes pregrabados, por otro lado los vírgenes regrabables para uso doméstico, y de ahí surgieron horas y horas de discusiones sobre si grabar temas de la radio o de otros casettes constituía un delito o no. Estaban los simples reproductores, y por otro lado los que también eran grabadores y portátiles, portadores de esos "casetitos" de voz tan utilizados por el periodismo. Después vino el pasa-casette para autos, aquél don tan preciado por muchos amigos de lo ajeno, cualidad que hizo que muchas compañías inventaran mil diseños y artilugios para evitar que fueran robados (contraseñas, alarmas, sensores, tarjetas que sólo funcionaban con el dueño, etc). Un pequeño lugar no puede faltar para el mundo de los videojuegos, donde el casete también dejó una fugaz huella, compartiendo tardes de diversión con las Commodore 64, las CZ Spectrum, las Amtrad y hasta las MSX. Y otro rincón, seguramente el más recóndito de algún depósito, queda reservado para los tomos y tomos de audiolibros (sobre idiomas y autosuperación sobre todo) que también supieron publicarse. Pero sin dudas al casette se lo relaciona con la juventud de los 70 y 80, y justo en la transición de esas épocas (1979) llegaría un amigo inseparable de él durante muchos años: el Walkman de Sony, que ayudó a que la música saliera a la calle y acompañara al usuario a todas partes siempre y cuando la pila alcanzara. Desde 1989 nos encontramos con una publicidad, disfrazada de noticia, de reproductores Sony, donde ya habiendo tenido un gran éxito con el Walkman empezaron las experimentaciones de lo más curiosas. Aquí tenemos una de ellas: el Personal Stereo para Aerobics! Cuesta entender con la cabeza de hoy que un aparato tan antiguo (marca Sanyo) pueda ejercer tantas funciones que aún hoy se saben utilizar... pero usando una aplicación de celular! Inceíblemente un pequeño programa de la actualidad jubila un aparato tan sofisticado para fines de los 80, que quedó injustamente en el olvido como tantos productos de esta página. Nos trasladamos hasta 1992 y encontramos una publicidad de Sony de sus casettes tanto para 60 como para 90 minutos, y también se ve esa palabra que tanto caracterizaba a estos aparatos: "fidelidad". Pero no sólo Sony, Sanyo y Phlilips produjeron casettes: también estaba TDK, Maxell, Ampex, JVC, Fuji, LG, Goldstar y muchos más. Pero por aquellos años ya habían sobrados soportes pensando arrebatarle definitivamente aquél preciado reinado: los CD's, el MP3, el MiniDisc, el DCC, las cintas DAT, etc. Empezaban a quedar atrás muchas situaciones propias de haber convivido con este cuadradito de plástico: tratar de moverle sus carretes con el meñique o una lapicera, calcular cuánto adelantar para poder llegar al comienzo de la próxima pista, buscar las maneras para grabar voz o sonido ambiental con el menor ruido posible, tener muchas cintas de compilados e inclusive las temibles cintas sin nombre, que generaban una gran incertidumbre si años después se las pretendía reproducir, etc. Llegamos a la era digital actual, una era en donde inclusive aquellos que querían destronar al casette hoy ya han sido destronados también. En este contexto nos encontramos con este aviso de jugos BC de La Campagnola (la versión gráfica del que rota en tv, machacándonos los oídos con la misma canción de Los Palmeras), donde un casette conversa con una juguera, representando ambos elementos obsoletos del pasado, una triste imagen que golpea en el corazón de todo fanático audiófilo de este soporte. Aún se siguen utilizando para cosas muy puntuales (ciertas grabaciones musicales que buscan un sonido más tradicional, grabaciones policiales, discográficas independientes, etc) pero su situación es claramente un franco retroceso. La capacidad de soportar más golpes y altas temperaturas que un CD no fue suficiente ante el imparable "progreso". Y de esta forma, un poco melancólica y plagada de incertidumbre, culminamos con la breve historia del casette, aquella cajita de plástico de muchos colores que en algún momento supo dar horas y horas de alegría... hasta que se rayaba.
martes, 17 de mayo de 2016
La Dicha es una cosa higiénica
El tiempo pasa para todos, inclusive para las marcas que tienen imágenes humanas. Así se veía la mucjer que aparecía en los rollos de cocina Dicha allá por el 2004 (con un diseño bastante noventoso aún), y así se ve ahora, con una tipografía que parece que tomó anabólicos y un rojo furioso en el pelo, que tal vez no se veía porque el sombrero lo tapaba. Lo único que no ha cambiado son sus dueños, la no muy ambiental Papelera Samseng, empresa nacida en 1993 fabricante también de los papeles higiénicos Elegante y Sulleg.
sábado, 14 de mayo de 2016
Rebelión en la Granja (Iris)
Hace unos días habíamos nombrado al aceite Mazola como un producto de larga trayectoria pero de presencia intermitente en el mercado y no mucha presencia en la mente de los consumidores. Hoy realizamos el mismo ejercicio pero metiéndonos en el mundo de las salchichas: las primeras marcas que nos vienen a la mente son Vieníssima, Swift, PatyViena, Paladini, Wilson... inclusive algunas marcas de inferior calidad como 66 o Fela, pero la probabilidad de que alguien nombre a Granja Iris son bastante bajas. Esta marca de salchichas tiene una amplia trayectoria y sin embargo no es un artículo de primera necesidad en las góndolas. La Granja Iris como tal no existe, es un nombre ficticio creado por el Frigorífico Rhydans, una empresa ubicada en la localidad de Moreno nacida en 1963 dedicada a la fabricación de salchichas, fiambres (su mortadela sigue siendo famosa y comercializada al día de hoy), embutidos y carne. Se trató de la primer fábrica en el país en elaborar salchichas de viena sin piel. La tipografía de Granja Iris fue siempre la misma, aquella que hoy es conocida como "Algerian", y representa uno de sus elementos más distintivos. En plenas épocas de crisis hiperinflacionaria, La Serenísima se hace cargo de este frigorífico y desde 1988 suma a las salchichas como parte de su portfolio. Justamente la primer foto de hoy es un año después: en 1989 cuando bajo la nueva administración vemos esta publicidad con una familia tipo comiendo estas salchichas de la forma menos práctica y conocida del mundo: esa idea de ponerlas alrededor de una especie de puré con arvejas alrededor es una imagen típica de recetarios de los 60-70, y sin embargo no conozco a nadie en su vida que las haya comido así. Más llá de esto, encontramos dos detalles caracterísiticos de la era Serenísima: apareció un personaje, de nombre desconocido, al costado del paquete. Se trata de un cocodrilo (vestido de granjero?), el cual sobrevivió hasta hoy con leves toques estéticos, pero sigue indocumentado. Otro detalle no menos importante es la presencia en esa mesa de la mayonesa Granja Iris, un producto de relativa calidad tolerado por algunos y aborrecido por muchos otros. Avanzamos violentamente 15 años hacia adelante y llegamos a 2004, otro año importante en la historia de esta marca: se produce un importante relanzamiento de Granja Iris y vuelven a estar disponibles estas salchichas para el público, las cuales desde fines de los 90 ya tenían presencia intermitente y desde la crisis de 2001 supieron desaparecer drásticamente. El logo y el cocodrilo innombrable siguen presentes, y también otra cosa más: aquél sistema alardeado en el 89 de anunciar bien grande la fecha de fabricación y vencimiento continuó en esta nueva era. Si todo parece igual que antes... dónde están los cambios? en la cantidad de unidades, que desde entonces y hasta hoy en lugar de traer 6 unidades trae 5. Algo que inicialmente no dice nada pero que ayuda a la marca a posicionarse entre los nombres más económicos sin perder mucho la calidad. "Vienen menos, pero de mejor calidad que otras que sí traen 6" sería el razonamiento. Además, la presentación de 5 unidades es un paquete bien ancho, que ayuda a que la marca se vea mejor y se destaque entre todas las demás. La apuesta fuerte en el mercado de las salchichas por parte de LS tenía otra arista importantísima: en esa época nacen las salchichas Ser, creadas en el mismo frigorífico Rhydans que las Granja Iris. Estas últimas contaron con una gran campaña publicitaria con la imagen de Claribel Medina. El próximo hito de la compañía se remonta a 2011: en medio de una crisis importante, La Serenísima trata de reacomodar sus números producto de una importante deuda financiera que le estaba resintiendo su crecimiento. Y como parte de una reestructuración para ir abandonando mercado en el que no tuvieran tanta participación, se desprendieron del frigorífico Rhydans. Los compradores resultaron ser de Los Polvorines: otro frigorífico, de nombre Visom. Los nuevos dueños dotaron a la marca de mayor vitalidad: en 2012 cambian el logo y jubilan al cocodrilo sin nombre. En 2013 y con el aval de la Fundación Favaloro lanzan una variedad de salchichas light (que no son otra cosa que las antiguas salchichas Ser ahora denominadas Granja Iris Light). En 2014 desarrollan un novedoso sistema de publicidad: el Pancho Truck, un moderno food truck que regalaba panchos a cambio de que la gente se sacara una selfie comiendo el producto. Y en este año han sumado un nuevo eslabón, arriesgado y que seguramente dará que hablar: salchichas rellenas con queso cheddar! Ya hace varios años que Vieníssima no fabrica más sus salchichas rellenas de queso, así que es gratificante volver a ver una variedad así en el mercado y con ese queso tan de moda. Para los amantes del cheddar, estas salchichas no los van a defraudar, aunque deben tener en cuenta que la calidad es diferente a las salchichas habituales: de consistencia más carnosa, "callosa" en comparación a una Vieníssima, que pareciera estar hecha de un puré rosado mucho más procesado. Fuera de este detalle, estas salchichas con cheddar son una tentadora nueva opción en el mercado, y con esto damos fin por hoy a la historia de Granja Iris. Una salchicha un poco ignorada en el mercado, al punto tal de haber tenido una mascota sin nombre (ni siquiera un apodo) durante años y que a nadie le importara.
jueves, 12 de mayo de 2016
El pequeño bombón del Carioca
Ha
llegado al país en los últimos días una nueva golosina que tiene un aspecto que
para nosotros es muy familiar. Se trata de un bombón de chocolate que tiene un
envoltorio amarillo y rojo. Y no, no es el Bon o Bon. Pero si les decimos que
es de Brasil, tampoco es el Serenata de Amor de Garoto, el verdadero bombón
copiado por Arcor. Se trata de un tercer bombón, llamado Amor Carioca.
Tal vez esta marca no le resulta familiar a muchos, pero se trata de una
golosina que pudo conseguirse durante bastante tiempo en el país, casi toda la
década del 90. Sin embargo, y como se imaginarán, nunca le hizo ni sombra al
Bon o Bon criollo. A pesar de su forma similar, en realidad hay notables
diferencias entre estos dos bombones: el Amor Carioca que aquí encontramos se
llama Dúo, es mitad blanco y mitad negro, y su relleno es exclusivamente de
chocolate con leche y bien dulce, rememorando el sabor del extinto chocolate
Comprimido de Águila, que Arcor hace unos años supo reflotar. Esto último es la
caracterísitca más distintiva del Bon o Bon, que tiene un relleno de castañas
de cajú que es inconfundible. Lo que también es bastante diferente entre ambos
es el precio: un Amor Carioca cuesta actualmente 2 pesos con 50. Amor Carioca
es una marca brasilera producida por Neugebauer, la empresa chocolatera más
antigua de ese país, fundada en 1891 por inmigrantes alemanes. Hasta 1982 era
controlada por sus dueños originales, pero desde ese año tuvo varios cambios de
dueño (incluso Parmalat supo tenerla en 1998) hasta el actual que es Vonpar, el
embotellador de Coca Cola más importante de Brasil. Neugebauer siempre se
caracterizó por la fabricación de golosinas con chocolate: bombones, confites,
barras de chocolate, galletitas bañadas, etc. Amor Carioca es justamente una de sus marcas
más famosas, y que se vendió intermitentemente en la Argentina aproximadamente
entre 1994 y 1998. Luego de este período, la única forma de conseguirlo era
desde Brasil directamente, aunque eso es algo más difícil ya que estamos todos
programados para comprar o conocer las golosinas Garoto (las primeras que nos vienen
a la mente) y muchos pueden llegar a creer que otra empresa chocolatera no hay.
En su país natal se consigue en distintas variedades: el ya mencionado Dúo
(nacido en 2014), uno totalmente blanco con relleno negro (nacido en 2013) y uno totalmente negro, el “clásico”. Por el momento sólo se ha visto el Dúo,
pero es de esperar que las otras dos variedades también anden rotando por ahí.
En esta segunda llegada a la Argentina, Neugebauer no ha realizado ninguna
campaña publicitaria (por lo menos por el momento), como sí supo hacer en los
90, creando un jingle peligrosamente pegajoso. Tampoco es el mismo diseño de antaño: las antiguas letras estilo Western que caracterizaban el logo de la marca han dado paso a un logo mucho más cálido, más cerca de algo que pueda parecerse al romance. No sabemos aún si este bombón
brasilero pretende pisar fuerte en estas tierras o sólo fue una casualidad
haberlo encontrado por aquí. No creo sinceramente que Arcor y su queridísimo
Bon o Bon estén preocupados al respecto.
miércoles, 11 de mayo de 2016
Sorprendeme por un Sueño
Si nos remontamos 20 años en el pasado, nos encontraríamos con un programa de tv muy novedoso en su momento y que sería difícil de eludir en alguna conversación: en 1996 se emitió la primer temporada de Sorpresa y media, aquél programa de entretenimientos conducido por Julián Weich y Maby Wells que ha perdurado hasta la actualidad, y en el difícil sitio de la memoria dedicado a los recuerdos gratos. Este programa consagraría definitivamente a Weich como conductor estrella: si bien ya tenía una extensa carrera que pasaba por Pelito, Juana y sus Hermanas, El Agujerito sin Fin y 360, fue con este ciclo comúnmente recordado como "el de los sueños" que Weich se gana un lugar de privilegio en la televisión y audiencia argentina: Weich se convirtió en la figura que cerraba todos los institucionales de Canal 13,y en la actualidad hay un estudio de Canal 13 que quedó con el nombre del programa en homenaje. Representó además un ciclo inbatible para la competencia: durante años el muy sólido Telefe trató de ponerle programas para competirle y jamás pudo superarlo. Tal vez muchos no lo sepan, pero Sorpresa y Media no era un formato argentino: se trataba originariamente de un programa español denominado "Sin ir más lejos". Un programa creado por la productora GloboMedia y que desde 1995 trabajaba con Promofilm, la productora argentina nacida en 19990 que tuvo su momento de gloria justamente luego de la aparición de este programa de sueños: luego de su puesta en marcha, Canal 13 le encargó muchísimos ciclos más a Promofilm, posición de privilegio que tendría durante aproximadamente una década. Sorpresa y Media era básicamente un ciclo de entretenimiento: tenía concursos millonarios (de allí rescatamos estas 4 publicidades sobre distintas promos emitidas a fines de los 90, para diferentes rubros) y segmentos de humor a cargo del trío Los Prepu, pero el plato fuerte era la concreción de sueños enviados porla gente, los cuales podían ser de lo más bizarros o bien sencillos, el cielo era el límite. Desde conocer a alguna figura famosa a encontrarse con un familiar que hace años no ve. Había un staff de 10 personas dedicado únicamente a la lectura de cartas que llegaban a la producción donde se relataban qué sueño deseaban cumplir. A partir de allí se derivaban estos sueños a productores especializados en distintas disciplinas (deportes, música, automovilismo, espectáculo, etc). En total eran 60 personas que hacían todo lo posible por mantener su anonimato divididas en 8 grupos. Primero se realizaba una entrevista con quien mandó la carta para corroborar que ese sueño fuera genuino, y luego de algunas semanas de trabajo (a veces un año entero) se ponía en marcha la realización de ese proyecto, donde se iban incorporando condimentos televisivos: cámaras ocultas, complicidad con los amigos-familiares, una logística especial para distraer al "soñador"... inclusive tener una ambulancia a mano por las dudas! El grupo antes mencionado Los Prepu también se encargaba de mini-misiones, un segmento llamado "Comando Sorpresa" donde podían cumplirse sueños más simples y para varias personas. Ante tragedias importantes como inundaciones o temporales, el programa también ayudaba. En sus 5 temporadas al aire, el ciclo cumplió en promedio 200 sueños por año. Semejante tanque exitoso no estuvo exento de algunas polémicas para la época: en 1997 Jorge Lanata, quien ya tenía ganas de ser conductor de un programa de juegos, envió una carta documento al programa porque una parte de todo el entramado (concretamente la parte donde el protagonista materializaba cómo sería su sueño) había sido creado por él, en una idea que registró bajo el nombre de "El Sueño del Pibe". En 1999 se hizo conocido el caso de Falucho, un hombre que huyó despavorido cuando descubrió que a su alrededor se gestaba una sorpresa para él, dejando al programa sin remate. El cambiante humor de su conductor fue siempre un rumor presente. Pasaron los años y el ciclo dejó de tener el brillo de antaño, y en el 2000 fue su última temporada. En 2002 tuvo un tímido regreso pero ya no era la esencia del programa, sino una mezcla de formatos, el antiguo Sorpresa y otro anterior llamado La Misión. Durante y después de la existencia de un formato tan novedoso, no faltaron las copias: en el 2000 llegó Fugitivos a Telefe, logrando desbancar definitivamente a este programa dominguero. En 2002 estuvo la sección "La Oportunidad de tu vida" de Popstars. En 2006 Marcelo Tinelli intentó hacer algo similar en su Showmatch con un segmento llamado "El Regalo de tu Vida", en 2008 Andrea del Boca hizo "Hoy Puede Ser" y hasta el mismo Weich se copió a sí mismo haciendo "Todo es Posible", un programa de 2012. Hoy por hoy la palabra "sueño" hace rato que se la relaciona más con el reality de Tinelli que el antiguo programa de Weich, pero muchas de sus secciones aún se recuerdan con cariño: su concurso del billete de dos pesos, aquél otro donde se jugaba con un metegol humano, ése otro donde saltaba por los aires alguien en una tribuna e infinidad de bloopers y momentos con artistas famosos nacionales e internacionales que pasaron por allí, y que fueron grabados y cuidadosamente conservados hasta llegar al Youtube de hoy. En mi casa solía verse seguido este programa, y personalmente no me resultaba muy bueno: me parecía muy cansador, demasiado emotivo, demasiado lacrimógeno. Así y todo era muy admirable su altísimo grado de calidad y creatividad a la hora de realizar un sueño, sumado a la noble caracterísitca de nunca llegar al golpe bajo para forzar la emotividad. Como tantos, Julián Weich es alguien que renegó volver a realizar el ciclo nuevamente, pero desde que se conoció que volvía con un nuevo programa a la Televisión Pública Argentina no más de uno se ilusionó con su regreso, teniendo en cuenta el aniversario 20. De todas formas, sería preferible no insistir tanto en un programa demasiado relacionado con otros años, épocas de mayor producción y cuidado televisivo.
Sancor, 1998.
Kibon, 1998
Bagley, 1999
Dogui, 1999
domingo, 8 de mayo de 2016
Un Patrimonio de Aluminio
Jorge, aquél eximio colaborador que supo mandarnos en otras ocasiones sus envoltorios de los "Palitos Locos" de Stani o aquél sticker de Big Channel tan codiciado, había quedado de mandarnos cuando pudiera su basta colección de latas de mediados de los 90. Sin dudas se trata de una colección sumamente variada y realmente muy nutrida de las marcas que en aquellos momentos podían llegar a verse: no sólo las gaseosas tradicionales que hasta el día de hoy perduran, sino también la grandísima cantidad de bebidas, alcohólicas o no, que probaron suerte en el país en el contexto de una importante apertura de importaciones pero que no lograron imponerse con fuerza. Así y todo, a pesar de su breve paso en el tiempo en el país, todas juntas son el símbolo de una época. Pasamos a descubrir esta amplia colección que mantiene muy buena salud y color.
Algunas marcas, como la Shasta, la Kas o la Cherry Coke ya fueron publicadas aquí previamente. Sumamos otras como la orangina, la bizarra gaseosa del Pato Donald, una Paso de los Toros pero de naranja y hasta otra variedad de chocolatada aparte de la Yo Hoo, llamada Canfield's.
Una nueva bebida con chocolate: Chocola. Aparece además la versión Limón de Brahma. Previamente se habían publicado las variedades naranja y guaraná. Vemos también una lata de Minute Maid (actual dueña de Cepita), cerveza Bieckert y Tecate y hasta la lata de Pespsi que este verano fue relanzada, tal cual se ve aquí.
Entre tantas dulces, aparece el jugo salado V8, pero en su diseño de lata grande. También volvemos a ver a la 3es, junto a las cervezas Miller, Stella Artois, Budweiser, Coors Light o Henninger. La más curiosa de todas: la oriental que sólo se lee "Shing Jong", una bebida elaborada con trigo y té negro...
Vuelven a aparecer las gaseosas clásicas (Coca Cola, Sprite, Fanta, Pepsi) y sumamos a la lista algunos jugos frutales, como Keli o Mors, además de algunos en otros dialectos.
Mientras van apareciendo las 3es en distintos colores, vemos el hermoso diseño ochentero de la Diet Pepsi, la noventera Quatro, la cerveza Beck's, la bebida tónica india Liko, También hacen su aparición algunas latas de Coca Cola alusivas a los Juegos Olímpicos.
Epa! Esa "Slice" a simple vista es demasiado similar a la Sprite, por algo será. Vemos a Pronto, Fanta en su edición especial del Rey León, Schneider, Canada Dry, Kaiser y esta vez sí, la Yo Hoo. No podía faltar alguna de guaraná brasilera, en este caso de Brahma.
Hacemos una pequeña pausa para observar la vista panorámica de esta colección. El blanco de toda la habitación ayuda para concentrar toda la vista sobre ese gran manchón multicolor y brillante, cargado de historia.
Vemos aquí el segundo diseño de Cherry Coke, una antigua Schweppes, otra guaraná pero Antartica en este caso (junto a la cerveza de mismo nombre) y también el famoso té Lipton pero enlatado. Por primera vez vemos una agua mineral allá arriba, llamada Rhodius. Algunas cervezas más y algunas Cocas olímpicas más también.
Una bebida con tipografía oriental se asoma arriba, también a base de té. Otro diseño distinto de Paso de los Toros tónica, una Dr Pepper (la embotelladora de los productos Pepsi en USA), otras cervezas como Zipfer, Keyport o Binding. No podía faltar tampoco algún diseño navideño de Coca Cola, ahí en el medio.
Unas muy atractivas latas gris brillante de gaseosas Brahma, una Shastá de Limón, la cerveza lite y otras marcas ya nobradas en esta página previamente, como Vess o Crush, la cual actualmente está volviendo a tener un logo retro como el que se ve aquí.
Vemos en duplicado una bebida de malta, una Budweiser del mundial de 1994, una Coca Cola de la Copa América 1995, más variedades de Canada Dry, una dietética llamada Nocal (con NutraSweet!) y también el simpático solcito veraniego de mitad de los 90 de Coca Cola.
Aparece en inglés una Coca Cola dietética, diseños realmente antiguos de gaseosas Brahma de naranja y guaraná, aparece la primer bebida isotónica de la lista (Gatorade), la cerveza Santa Fe y bien arriba a la izquierda la curiosa gaseosa llamada Penguin, como el chocolate (aunque sin relación entre ellos)
Gigantes: entre tanta lata de tamaño promedio, nos encontramos con dos envases bastante más grandes de cerveza Sapporo y malta Schlitz, con ese toro que todos hemos visto en algún lado...
Tampoco podían faltar los jugos frutales Inca, en distintas presentaciones. También se suman el agua mineral Glaciar, la isotónica Isostar, un jugo de tomate de Minute Maid y varios jugos más marca Fresi.
Más marcas clásicas, como la Tai de lima limón y la US Cola , cerveza Labbat's y... sidra La Victoria! no muchos coleccionistas se pueden jactar de tener sidra en lata...
Algunas Canada Dry más, pero con diseño más retro aún, una Wink de toronja, la famosa Cuba Libre de ron y cola y una curiosa gaseosa de limón llamada Chinotto.
Una nueva variedad de Dr Pepper, algunas C&C de naranja y linón pero lo más importante son los dos diseños de Hubba Bubba, la gaseosa sabor a chicle globo tutti frutti... sólo a un estadounidense se le puede ocurrir hacer eso!
Una Pepsi Diet más vieja que las anteriores vistas, una Ritz Cola, otro diseño de Paso de los Toros, otra isotónica desconocida (Rauch) y una bebida llamada Castle Milk Stout (cerveza negra)...
Vemos la 7up en formato Diet, una Pepsi más antigua que la anterior comentda un poco despintada, varias Holsten y más diseños veraniegos de Brahma.
La Brahma que faltaba, de tónica. Otro diseño veraniego pero de Quilmes. otra Shasta pero de naranja y otra cerveza Castle.
Sigue saliendo la Quilmes Light? Si no es así, aquí tienen una foto para recordarla. Se puede ver además la muy efímera 7up Cherry, que al igual que la Coca Cola fueron sabores poco tolerados por el paladar argentino.
Para finalizar, terminamos con dos supergigantes: Kronenbourg y Faxe, cerveza danesa.
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