El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

martes, 12 de abril de 2016

I'm the only one


Era inevitable que una marca con tanta trayectoria y cultura en el país no terminara tarde o temprano en esta página. El Fernet Branca es un producto conocido por todos, con extremos fanáticos y también con exacerbados detractores. Un debate verdaderamente federal. Esta bebida podría considerarse erróneamente como un producto nacional, pero sus verdaderos orígenes (y los más precisos históricamente) serían en Milán, Italia, sitio donde aún continúa fabricándose fernet por varias compañías. En esa ciudad en 1845 nace la marca Branca, apellido de Fratelli Branca, fundador de la fábrica la cual hasta el día de la fecha se atribuye la creación del fernet como una combinación entre el apellido del fundador y un misterioso suizo llamado Dr. Fernet. No obstante, la competencia (Ramazzotti)sostiene que fue su fundador el creador del fernet, y que dicha palabra significa en realidad "hierro limpio" haciendo alusión a la plancha de hierro al rojo vivo que se utiliza para su fabricación. Pero no todo termina allí: también hay leyendas sobre su origen en Austria, Francia o Checoslovaquia, siempre en el siglo XIX. A partir de este origen tan difuso la cosa comienza a clarificarse para nuestra región desde los comienzos del siglo XX, con la llegada del fernet a la Argentina gracias a los inmigrantes italianos. El fernet o "amaro" ya había dejado atrás su impronta de bebida medicinal y empezaba a hacerse fuerte su uso como digestivo, cualidad que duró durante años. Branca obviamente llevaba la delantera y empezaba a volverse el genérico del producto, hecho que consolidaría en 1925 cuando el fernet comienza a fabricarse en el país por medio de Hofer & C en Buenos Aires. La bebida se realizaba en el país, pero el extracto venía de Italia. Hubo que esperar hasta 1941 para que el fernet fuera íntegramente producido en el país. Córdoba fue la provincia que mejor acogió esta bebida, y la considera un elemento más de su identidad, su historia y su cultura. A medida que transcurría el siglo XX, el fernet se abría paso entre los diversos aperitivos de moda, hasta que durante los años 80 comienza su magnificación hacia otras regiones, hasta volverse una verdadera bebida federal. En este contexto aparece nuestra primer foto, una publicidad que tranquilamente podría ser de sus inicios pero es de 1952. A fines de los 80 terminó de popularizarse la costumbre de tomarse con Coca Cola, y ello repercutiría muy fuertemente durante la década siguiente: el fernet se volvió un trago más de cualquier bar y también permitió la creación de nuevas marcas. Inclusive sentó las bases para la creación de los preparados económicos de fernet y Coca Cola, todo en uno. Hasta Vilma Palma le hizo una canción, la primera de muchas que empezarían a aparecer posteriormente. Allí nos encontramos con la segunda foto, que si bien parece un aviso actual en realidad es de 1999. A medida que decaía la economía argentina, aumentaba la necesidad de consumir fernet: es 2001 el primer año en el que registran ventas récord. Y a partir de esos años el fernet ya es un trago difícil de ignorar en cualquier estrato social o provincia. Al igual que su amiga de ruta la Coca Cola, su fórmula no está del todo bien resuelta: no es única para todas las empresas, y puede contener mil ingredientes distintos: mirra, amaranto, cardamomo, ruibarbo, azafrán, alóe, codeína, remolacha, ajenjo, laurel, naranja, menta (para los casos exclusivamente de la variedad con menta, que Branca lanzó en 1965), hojas de coca, caramelo y por supuesto alcohol, con una graduación entre 39 y 45. Algo sí bien conocido es la historia de su águila épica, que recién se identificó con Branca en calendarios de la marca desde 1895 y aparecería en sus botellas desde 1905, siendo de la autoría del dibujante Leopoldo Metlicovitz. La actualidad encuentra a Branca Argentina en una muy buena posición, a pesar de una cruenta competencia, sobre todo con el bizarro fernet 1882. Ya no será el único ,pero mantiene su calidad y su posición de privilegio en el mercado. Mientras exista algún argentino que tenga ganas de tomar esta particular bebida, el águila seguirá flameando, para felicidad de tantos consumidores. Y mientras no tenga conflictos gremiales para su fabricación como ocurrió hace poco, hecho que generó una paranoia peor que entrar en un nuevo default.

Actualización 03/09/17: no podíamos dejar de poner esta imagen inolvidable: una mañana de 2015 la plaza principal de San Juan amaneció con este corazón gigante con el logo de Branca, hablando de la cardioprotección en el rugby...

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