Disneymilitancia

Algunas de las eclécticas tapas que Disney Explora tuvo en su corta vida: 102 dálmatas, Eddie Murphy, Digimon, Robbie Williams, Julián Weich, Futurama, Thalía, Natalia Oreiro, Emanuel Ortega, Mi marciano (y no villano) favorito, Pokemon 1 y 2, Luis Miguel, Shrek, las mascotas de Sidney 2000, los Abba Teens, Agustina Cherri, Mario Bros, humoristas de Videomatch, Backstreet Boys y muchos muchos animales.

Más tapas: Enrique Iglesias, Shakira, Chayanne, los Fabulosos Cadillacs, Soledad Pastorutti, Ricky martin, Pollitos en Fuga, Alejandro Sanz, otra vez Oreiro, Christina Aguilera... siempre con algún personaje Disney cerquita.

Todos los movimientos políticos y sociales deben tener su propio instrumento de propaganda para difundir todos sus ideales, y el universo Disney no pudo ser la excepción en las mentes infantiles de principios de los 2000, y sacó a la calle su propia publicación ombliguista, llamada Disney Explora, o simplemente Explora. En la Argentina del fin de siglo, las revistas para chicos tradicionales ya estaban con varias décadas a cuestas y parecían ya no sorprender para nada. Daba la sensación de que nuevas publicaciones serían las encargadas de hacer una nueva revolución. En ese grupo apareció esta revista de Disney, que comenzó a editarse en los primeros días de 1999. Era editada por Visor, una empresa española que sigue existiendo editando libros. El contenido de la Explora era, como se imaginarán, un constante autobombo a todos los sucesos que Disney realizaba por aquél entonces. Que empezaba el nuevo canal Disney Channel en latinoamérica, que lanzaban nuevos cd's de música o videos de los personajes más clásicos de la empresa, que aparecían nuevas atracciones en sus parques del primer mundo... todo lo que un niño militante de Disney necesitaba saber para salir a la calle y difundir el manifiesto del ratón Mickey sin problemas. Pero lo principal que podía ofrecer esta revista era, obviamente, información sobre sus películas. El verdadero momento en el que Disney ponía a prueba su capacidad movilizadora, impulsando a que miles de chicos salieran disparados al cine a ver sus producciones, sin importar si fuera Tarzán, Toy Story 2 o Fantasía 2000. No importa si la película fuera buena o mala, había que ir igual para bancar el proyecto de fantasía. Así transcurrieron los días en los que esta publicación supo existir, desde 1999 hasta los últimos días de 2001, realmente demasiado poco tiempo para una revista sostenida por un imperio tan grande. También era curioso en su momento que esta revista salió un día a la calle con nula publicidad en tv o gráfica, ni hablar de algún PNT en algún programa instalado de esos años. Ocurrió un hecho por aquél entonces ignorado: durante todo 1999, Disney Explora sólo se editaba en el interior. Empezó de abajo, se ganó el cariño de los humildes y desde el 2000 buscó ganarse el suelo capitalino. Y ahí si, muchas publicidades televisivas para hacerle frente a Anteojito y Billiken, las revistas del establishment. ¿Cuál era el contenido de la revista entonces? Muchas notas para púberes: música, deportes, ecología, tecnología, publicaciones del tipo "cómo funciona tal cosa?" y un poco de data referente al calendario argentino (fechas patrias, hechos históricos, etc). También se incluían historietas protagonizadas por los personajes de Disney clásicos (Mickey, Minnie, Donald, El Rey León, Aladdín, etc) y los nuevos del momento (Doug, Pepper Ann, Recreo, Tarzán, Mulán, etc). Había secciones fijas de chistes, cartas de lectores, un mini-póster del tamaño de la revista con cierto personaje popular (dibujo o humano), juegos (sopas de letras, acertijos, adivinanzas, grandes escenarios para buscar objetos estilo Wally, etc). Todo esto se completaba con los suplementos educativos o no (una enciclopedia en el primer año, álbumes de figuritas de las películas (Atlantis, Bichos, Dinosaurio, incluso un hermoso álbum con todos los personajes de Disney creados hasta el momento) y algunos regalos extra: postales para enviar por correo, figuritas sueltas, algún que otro póster igual que el que colgaban en los cines, banderines, colgantes para poner en la puerta, sobres metalizados "sorpresa" conteniendo alguna de las cosas antes nombradas, mini biblioteca de libros sobre matemática-lengua-ciencias naturales y sociales auspiciado por Arnet, accesorios para la playa como cantimploras o antiparras (completando un cupón y cierto dinero extra), etc. Pero a pesar de tener su sello distintivo Disney bien delante de todo, la Explora era capaz de tener cierta dosis de pluralidad de voces en sus páginas nunca antes vista: por sus páginas también solían pasear personajes que no pertenecían a su compañía. Tuvieron una gran cantidad de tapas personajes como Harry Potter o Pokemon, las grandes apuestas de la Warner, su principal competencia, así como Los Simpsons, Futurama o Pollitos en Fuga, creaciones de la Fox. Las imágenes de las tapas aquí mostradas (probablemente la colección más grande de Explora mostrada en internet) dan cuenta de lo dicho. Inclusive llegaron a lanzar una interesante serie de cartones coleccionables que se guardaban en un miniarchivero sobre matemática y ortografía auspiciados por... Nickelodion! Pero tantas buenas intenciones no pudieron con ciertos malos negocios cinematográficos de Disney, junto a la infaltable debacle de la Argentina de 2001. De manera silenciosa y manteniendo todo el honor posible (misma calidad de hojas y fotografía, no así su contenido que se estaba repitiendo dramáticamente y saturando de publicidad) Explora desapareció a fines de 2001, llegando a publicar un vhs sobre los parques de Disney que muy pocos tienen. Su contrincante contemporánea Genios logró sobrevivir hasta el día de hoy. Pero claro, criándose en la cuna de oro del Grupo Clarín cualquier revista tiene chances de sobrevivir. No se la puede comparar con una revista que sufría cada vez que un diario del interior la dejaba de llevar (aunque se podía conseguir por separado). Ésta fue la historia de esta simple revista que trabajó en las inferiores durante todo un año, salió a pelearla en grande y durante cierto tiempo el público la acompañó, llegándose a leerse en Brasil, Perú, Uruguay y Paraguay. Con el paso del tiempo su repetición de publicaciones sólo alegraba a los más fieles, y al final se convirtió en un curioso experimento que sólo sobrevivió durante el gobierno de la Alianza y expulsó para siempre a Disney del mercado gráfico.

La verdadera primer tapa de Disney Explora, aquella que en el GBA nunca se vio: Natalia Oreiro, Doug, Bichos, Zelda y los Five.

A veces los apartados pretendían mezclar humanos con dibujitos, y los resultados a veces generaban frases como éstas...