Muchísimos años antes del auge de Wally, Bazooka (bajo la marca estadounidense Topps) lanzaba esta serie de publicidades que permitía entretener a los niños de la época durante un buen rato, en este caso buscando a un personaje en particular. Esta marca tan vinculada a la Argentina, al punto tal de que varios creen que es una marca nacional, nació en 1947 en Estados Unidos con ese nombre tan particular, a pesar de que la Segunda Guerra Mundial ya había terminado. Su fabricante en dicho país es Topps, los mismos que crearon en su momento las figuritas Basuritas y hoy traen al país sus chupetines como los Push Pop, los Ring Pop o los Mamadera Big Baby, sólo por nombrar los más conocidos. A mediados de los años 50 Arnoldo Stanislavsky, hijo del dueño de la fábrica de golosinas Stani, quiso traer estos chicles al país. A pesar de la negación de su propio padre y hasta del abogado que asesoraba sus planes, consiguió entrevistar al presidente de Topps en USA y contarle su entusiasmo por querer traer el Bazooka a la Argentina. Dicha acción se logra en 1958, con toda una serie de contratiempos previos resueltos rápidamente: préstamos para industrializar la fábrica de Stani, hasta ese momento artesanal, permisos para la importación de maquinaria y el replanteo de la receta original del chicle, para que fuera del gusto del consumidor nacional. Veinte años después de dichos sucesos, ya en 1974, es cuando aparece este tipo de avisos que después de tantos años sigue siendo bastante recordado por aquellas personas que lo vieron en su niñez. Atrás había quedado la competencia con el chicle que era furor en el país previo a la llegada de Bazooka, el chicle Plop fabricado por Trineo. Llegarían los 80 y un cambio importante para estos chicles: el logo de Stani aparecería junto a la marca Bazooka, dejando el americano Topps para productos importados. La unión entre ambas marcas continuaría hasta el día de la fecha, constituyendo un lazo indivisible. La suerte de Stani cambiaría bastante a partir de los años 90, cuando pasó a formar parte de Cadbury (dueña de Adams) en el 93. Además, en 1996 Topps decidió enjuiciar a Stani por el vencimiento del contrato realizado entre ambas empresas, y de esa forma evitar que siguieran fabricando chicles con los secretos conocidos de la firma creadora sin llegar a ver ni un peso en regalías. En 2006 el juicio queda a favor de Stani y los Bazooka seguirían gozando de perfecta salud por mucho tiempo más. El último acontecimiento importante de estos chicles ocurrió en 2012, cuando deciden jubilar a su histórico personaje Joe Bazooka, aquél que siempre nos contaba algún chiste malo desde el mini cómic que se encontraba dentro del empaque. Igualmente, Bazooka continuó y hoy formando parte de Mondelez siguen siendo los chicles más famosos y consumidos por todos, a pesar que hace rato no valen 5 centavos como alguna vez supo vender Pipo Cipolatti...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario