Ahora que estamos en época de botellas aparentemente reciclables y muy endebles, vale la pena recordar que hace más de 30 años si uno buscaba una botella no retornable de los productos de Coca Cola se iba a encontrar con una como la de la imagen: un plástico tremendamente duro (abollable pero irrompible) similar al que hoy se puede encontrar en un envase retornable, y con esa curiosa base plástica acorde al color de la marca: la Coca Cola la tenía negra, la de Fanta era naranja y la de Sprite bien verde, como toda su botella. La etiqueta también era diferente: se trataba de un papel para nada satinado, sino acercándose más a lo que hoy podría ser imprimir un logo de gaseosa y pegarlo en una botella: con esa textura "seca" propia de una hoja A4 eran estos papeles. Increíblemente pude encontrar esta botella de Sprite, con su etiqueta un poco sucia, tirada dentro de una cuneta (canaleta) y tapada con hojas. La primera impresión es creer que se trataba de un envase retornable actual un poco abollado, pero terminó siendo un envase característico de los productos de Coca Cola de principios de los 80. Obviamente las versiones de vidrio de dichos envases conservaban los diseños clásicos: la Coca Cola con su diseño "silueta femenina", la Fanta con sus ondulaciones tipo serrucho, etc. Esta botella redonda, bien gorda y tan lejana a la estilizada Coca actual fue presentada por Coca Cola Company en 1980, representando el primer envase de 2 litros disponible en el país, ganando la denomiación popular de "envase 2000", por contener justamente 2000 centímetros cúbicos de bebida en su interior. En 1990 llegarían las versiones retornables de vidrio de litro y medio y recién en 1993 el modelo retornable que hoy seguimos viendo, de plástico duro y emulando el diseño de Coca Cola clásico ("botella contour" para los entendidos). Ya con tantos años andados, cuesta creer que alguna vez la botella de Sprite de la foto era considerada una opción liviana, práctica y tremendamente sofisticada, a la vanguardia de la tecnología. Al mismo tiempo, en aquellos años se consideraba raro consumir este tipo de gaseosas a diario, siendo más común reservarla para ocasiones especiales o fines de semana. Después de tantos años uno puede hacer una comparación de esa botella irrompible pero abollable con el radicalismo de esos años. Tras terminar los 80, a ninguno de los dos se los volvió a ver en el país...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
No hay comentarios:
Publicar un comentario