Estamos a las puertas de julio y aparece este relativamente nuevo concepto de tener una semana sólo dedicada a la compra de bombones y chocolates, porque por lo visto con las ventas de cumpleaños, San Valentín, día de la madre/padre/niño no alcanzaba. Si quieren buscar al responsable de haber creado esta festividad, lo tienen en la foto de hoy: el Bon o Bon, aquella copia argentina del Serenata de Amor de Garoto nacido en 1984. Cinco años después de su creación, en 1989 y en conjunto con la Asociación de Distribuidores de Golosinas se inventó la idea de una semana especial donde se canjeaba un Bon o Bon por un beso. Con el paso de los años nadie se quiso quedar afuera y hoy por hoy en dicha semana dulzera es válido regalar cualquier cosa que en alguna parte de su composición contenga chocolate. Así que si alguna vez les pareció que el Bon o Bon era una avergonzante copia brasilera, sepan que la Semana de la Dulzura es un invento argentino, y que obviamente se intenta exportar a todo lugar donde este bombón hecho con castañas de cajú se venda. Dichos lugares son aproximadamente 80 países, pero los principales son México (con su variedad exclusiva de café), Chile (donde un consumidor promedio come más Bon o Bon que un argentino), Estados Unidos (donde lo denominaron Whisper) y Brasil, donde increíblemente han tenido la caradurez de venderlo en el mismo país de su gestor, y hasta con variedades exclusivas (con coco y chocolate granulado). En la foto de la derecha, de 1995, vemos uno de los clásicos crucigramas de las revistas Selecciones con publicidad de Bon o Bon en el medio (tanto en la hoja de resolución como en el original). Era común en esos años que varios productos Arcor, como los jugos Mapricuber, la polenta Presto Pronta o las mermeladas homónimas aparecieran publicitando estos juegos de palabras. A la derecha un aviso del 2000 sobre cajas de regalo con bonobones negros, surtidos o la variedad nueva en ese momento, el "suave", un nombre que les hizo conquistar el mercado e Corea del Sur, donde el bon o bon tradicional se tuvo que llamar así para pegarla. Allá por el 2003-2004 aparece el Bon o Bon chocolate y desde hace un par de años el Mix, con relleno de crema y galletitas. En el camino quedó discontinuado el llamado Bon o Bon Gold, que tenía un centro sólido. En 30 años de vida vimos pasar al Bon o Bon de ser un bomboncito metalizado que se vendía suelto en las calles en los 80 a pasar a ser un gran imperio no sólo con 5 variedades sino miles de productos con su marca: huevos de pascua, tabletas y barras de chocolate, caramelos helados, obleas, alfajores, galletitas y cubanitos bañados y varios más que ahora no recuerdo. Hasta se les ocurrió la genialidad de argentinizar algo parecido al Nutella, y crear la pasta de Bon o Bon en pote, algo que espero nunca desaparezca. No queda otra que sucumbir ante algo tan rico y tentador, y permitirse regalar y ser regalado en épocas así, que afortunadamente no ocurren en verano...
El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!
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