Aquí tenemos a una especie de muñeco gaucho tomando mate junto con una mezcla de china muñeca-peluche que nos saluda, mientras transcurría el año 1952. Clásicamente era común que las publicidades de yerba mate tuvieran un estrecho vínculo con el mundo rural y campestre, aunque esta tradición continuó un tiempo más de lo estipulado para esta marca, por las obvias razones de las vinculaciones con su nombre, aunque ya para los años 70 esta yerba ya aparecía tomada por "gente de ciudad". Nacida en 1942 (posterior a los años de estreno de las películas argentinas con mismo nombre, que son de 1915 y 1937) este producto representó una de las insignias de Molinos Río de la Plata, junto con otras marcas clásicas como Blancaflor, Cocinero, Vitina, Matarazzo o inclusive en una época hasta el detergente Magistral. Siempre considerada una marca de distinción y muy bien posicionada, logró con los años tener realmente una escasa cantidad de variedades y sabores (como las que apreciamos en el aviso del 2000: limón, naranja, semidulce), realzando su característica de marca tradicional. Nunca se animaron experimentos como el Mate Listo de Taragüí o la yerba que regula el tránsito intestinal, de CbSé.
A pesar que hasta inclusive Molinos ya no es del mismo dueño que aquél entonces, Nobleza Gaucha sigue siendo de su staff estable junto con las otras anteriores nombradas, junto con otras llegadas más recientemente (como el Chocoarroz, el arroz Susarelli, las salchichas Vieníssima o los fiambres Tres Cruces, por nombrar algunos). Inclusive ahora saben compartir cartel con Cruz de Malta, otra marca clásica que, al igual que Nobleza Gaucha han sabido mantener prácticamente el mismo envase en todos estos años, aunque en el caso de Cruz de Malta creo que nunca lanzó otro sabor que no fuera la versión original. La última novedad de Nobleza Gaucha no concierne a su sabor o composición, sino a su envase; ahora es posible conseguir la presentación realizada con 100% material reciclable y sin supuestas capas plásticas. Además de las saborizadas que nombramos recién, en la actualidad encontramos las variedades Suave, Cosecha Seleccionada y Sin Palo. Todo parece indicar que aquello que se decía en los tempranos años 50, que siempre aguantaba esta yerba un matecito más, es increíblemente una costumbre que ha sobrevivido 62 años más y no tiene ganas de aflojar...
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