El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

lunes, 6 de enero de 2020

Las salsas que no abundaron



Nos vamos despidiendo de esta navidad en donde se probó de todo haciéndoles un comentario sobre estos dos productos particulares: ambas son marcas de salsas no tan conocidas, y si bien sólo una de ellas se podría considerar netamente navideña, en esta época es la única que se pueden conseguir ambas sin inconvenientes.
La primera la podríamos considerar un verdadero avance de la tecnología por sobre las comidas tradicionales de toda la vida: una empresa llamada Vía Delicias ha decidido comercializar salsa de Vitel Toné ya preparada, lista para verter en las comidas. Una decisión tan arriesgada y tecnológica como ésta sólo puede ser un cara o ceca: o ser un producto genial o una verdadera porquería, sin grises. Lametablemente deberemos inclinarnos por la última opción: a pesar de la gran expectativa de probar un producto que pintaba como revolucionario, su sabor es realmente muy malo. Metálico y amargo, se nota demasiado que es un brebaje artificial que quiere copiarle a algo sin siquiera cercarse. No es un producto recomendable ni para el peor enemigo. Tal como se ve en el dorso de sus envases, también comercializan salsas listas de ajo y pimienta. Con la ingenua esperanza de creer que se asemeje a una simil mayonesa, también se compró la salsa de ajo con los mismos lamentables resultados. La pimienta ya ni ganas dan de probarlas. Productos muy pobres que se terminaron tirando por desagradables, y que aún así seguían largando olor a podrido por donde estuvieran, como un fantasma del mal gusto...
Vamos a tratar de recuperarnos del mal sabor de boca con la salsa de la segunda foto: como dijimos, no es un producto navideño pero la Salsa Inglesa comercializada por la empresa mendocina Demarty  hace mucho que la quería probar, pero se negaba a aparecer en las góndolas. Ahora que se pudo degustar en la presentación tipo mostacero como se ve en la imagen, estamos en condiciones de decir que la espera valió la pena: se trata de un alocado producto que mezcla tomate, sal, vinagre, sal y especias y encima de todo lo hace de una gran manera. A diferencia de otros productos Demarty que suelen ser medio incomibles, esta salsa inglesa es un total acierto: no es ketchup pero tampoco es salsa picante. No irrita la boca ni molesta al paladar comerla seguido, pero tampoco molesta que le falte picor: podría decirse que está en su punto justo. 
Ya saben qué probar para un día que anden con ganas de experimentar y no equivocarse, no arrepentirse echando desodorante por la casa para sacar mal olor y rogando que nada les irrite la lengua. Ahora sí... Navidad nos vemos en Diciembre! Ni se te ocurra aparecer antes...  

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