A la
hora de halar de hitos en la historia, hay lugares comunes que no se pueden
evadir. Sin embargo, el revisionismo puede hacer que determinados momentos
cobren más importancia que otros, y dicha perspectiva provoque que hechos
otrora imposibles de ignorar pasen a un segundo plano. Trasladando esto a la
historia de los celulares, podemos todos citar fácilmente muchos modelos que
fueron una verdadera revolución: el canchero DynaTAC 8000X (también denominado
“ladrillo”), el ejecutivo Motorola TX4000 Carry Phone (apodado “valija”), el
practiquísimo Motorola StarTAC, algún Pager, el indestructible Nokia 1100, el
sofisticado IPhone, el práctico BlackBerry… pero en
esa veloz retrospectiva probablemente nos olvidemos de un modelo que, en su
momento fue una verdadera revolución y al cual le cabe perfectamente la frase “lo
usaba todo el mundo”.
El Nokia 5120 salió en 1998 y llegó a tener un rápido éxito
por lo menos hasta 2003, cuando pasaba a ser reemplazado por los modernos celulares con tecnología gsm. Su
largo reinado puede resumirse en la foto que vemos, en donde sus carcazas
multicolores intercambiables eran el colmo de la personalización posible para
un aparato. Claro que la mayoría tenía el color negro disponible de fábrica,
pero algún colorinche cada tanto podía llegar a aparecer por la calle.
La impronta de hacer los celulares cada vez más chicos
estaba bien vigente y junto a su contemporáneo el StarTAC se encargaron de
dejar bien en claro que ya no había vuelta atrás en el tamaño (pero sobre todo
el peso) de los aparatos que existían hacía apenas unos años. Pero sus especificaciones
técnicas eran también de lo más atrayentes, demostrando no sólo la
superficialidad del asunto carcaza: ayudó a popularizar de una buena vez el uso
de mensajería SMS, incorporó el mítico juego Snake (la viborita!), la novedad
de una tecla central que cumplía diversas funciones según lo escrito en
pantalla, amplia gama de accesorios para poder llevarlo atado al cinturón, su
antena externa no debía levantarse o guardarse a cada rato (podía reemplazarse
por una que venía con linterna en la punta, avisando que estaba sonando), una
base cuadrada para dejarlo parado donde se necesitara, una pantalla de cristal
líquido con la dosis justa de luz para no aturdir, posibilidad de mandar en tus
mensajes emoticones o imágenes simples… y esto último no lo hemos podido
corroborar si es cierto, pero en el Oriente fue capaz de funcionar como módem y
fax. Cómo, no lo sabemos. Hoy puede resultar sorprendente el dato de una
batería que dura una semana, pero era la media de varios aparatos de la misma
generación, pero con la particularidad de poder ser intercambiable con la de
otro teléfono similar y así seguir conectado siempre.
Dijimos que en la Argentina se lo siguió viendo activo por
lo menos hasta 2003 si bien en el resto del mundo la discontinuación por parte
de su fabricante finlandés data de 2001: probablemente la crisis de esa época
haya ayudado a que estos Nokia tuvieran un poco más de vida útil mientras se
iba posponiendo la idea de buscar un modelo nuevo. Sin embargo, tal cual pasa
con los modelos clásicos de “valija” o “ladrillo”, siguen habiendo
simpatizantes dando vueltas por todos lados: ellos les recordarán el dato que
fue en su momento de apogeo el celular más popular del mundo (durante bastante
tiempo fue la imagen que evocábamos cuando se nos venía a la mente la palabra “Nokia”)
y que fue el primer celular de varios chicos en la secundaria: en sus mejores
tiempos de chicos de clase acomodada, más tarde el aparato de descarte de los
padres pero que servía para que el nene estuviera comunicado, mientras sus
compañeros ya andaban moneando con teléfonos con pantalla color. Muchas de sus
características se modernizaron para 2003 en el famoso Nokia 1100 (inclusive su
calidad de irrompible) pero por esas cosas de la vida este último sí quedó en
el inconsciente colectivo. Por algo será: mientras el objeto de este texto tuvo
“popularidad”, el 1100 fue en 2007 considerado el electrónico más vendido en la
historia de la humanidad. Y que le duela al que le duela: fue un teléfono
desarrollado específicamente para penetrar en los mercados de países
subdesarrollados.
Este modelo fue el primer celular de mi viejo, trayendo la
tecnología de punta por fin a nuestra casa. Habrá sido todo lo resistente del
mundo con el tema golpes, pero ni en ese momento (ni tampoco ahora) estaba
cubierto qué pasaba si lo dejabas caer sobre agua: corría el año 2004 y mi papá
seguía estirando la vida útil de su Nokia, que tras varios arreglos y caídas en
agua de río seguía funcionando pero sólo servía para recibir llamadas… porque
la pantalla ya no mostraba información! Pero incluso antes de eso era un problema
el conseguir hablarle desde un teléfono público, ya que le daba terror el
´termino “número desconocido” que le aparecía…
En fin, a pesar de
los memes de gente que ni vio un celular pantalla lcd, el Nokia 5120 fue en su
momento una verdadera locura y merece también su memoria en esa palestra de
aparatos que le facilitaron (o le complicaron?) la vida a la gente. Dejamos de
yapa un aviso de Nokia de 1998, contemporáneo a la salida del 5120, con el
inquietante mensaje de “necesitamos hablar”, algo que cada vez hacemos menos
con nuestros modernos teléfonos, los cuales probablemente sean de cualquier
marca menos Nokia, la autodenominada según este mismo aviso como “el fabricante
de teléfonos celulares más grande de Europa”…
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