El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 25 de marzo de 2017

Paty Nation

Caja de Paty Clásico del año 2004, conservando aún el estilo de los años 90, su slogan y el nombre QuickFood original. A su alrededor pululan otros envoltorios de la misma época: leche Fortuna, café Sensaciones. paté Swift y vinagre Cocinero.

A la izquierda el actual logo de Paty, que parece más un toro que una vaca y con un pasto simplificado que parece un emoticon de tristeza. A la derecha y abajo algunos de los últimos envoltorios de Paty antes de este cambio. Puede verse la extinta Patynesa, hoy convertida simplemente en "milanesa"...

Todo aquél que haya comido hamburguesas en la Argentina es probable que alguna vez haya consumido las archifamosas Paty. La marca nacional que es el genérico de esos medallones de carne y desde su nacimiento en 1960 no ha habido otra marca que haya podido darle batalla. Ni la llegada de las cadenas internacionales de comida rápida ni las modas de la comida casera la han hecho perder su inmensa posición de privilegio. Paty nació gracias a la ocurrencia de Ernesto "Tito" Lowenstein (creador también del complejo Las Leñas) quien resultó ser hermano de Alfredo Lowenstein, el creador de Pumper Nic, el Mac argentino que obviamente contaba con estas hamburguesas en su menú. A pesar de todo lo nacionalista que puede resultar hablar de carne en el país, para entender la invención de este producto nos tenemos que trasladar al gran país del norte, donde también a las hamburguesas les dicen "patties". En inglés patty (con doble t) es la manera de denominar al medallón de carne: ése es su nombre específico. "Hamburguer" en tanto es el paty con el resto de los deliciosos ingredientes que lo convierten en ese sandwich tan popular y dudosamente saludable. Cuando Lowenstein visitó frigoríficos estadounidenses en los años 50 llegó a observar el término paty escrito en todas las cajas, y le resultó un nombre atractivo para la firma argentina. Sus socios fueron Luis Juan Bameule (que venía de una compañía exportadora de carne de caballo) y José Moché: juntos crearon QuickFood, una empresa que por su nombre ya calentaba motores para vender al mundo. Volviendo al nombre de la hamburguesa, Paty ganó por su simpatía contra el otro nombre que llegó al final de la selección: Winpy, en homenaje al primo de Popeye. Qué hubiera sido de la marca si se hubiera terminado llamando así? Nadie sabe. La Paty como tal fue presentada en la exposición de La Rural de ese año 60 con el ahora clásico logo de la vaca roja y fue teniendo un tibio éxito, constante pero no explosivo. Lograron una verdadera remontada gracias a anunciar de manera no tradicional en el programa del Capitán Piluso. De esta forma coparon el mercado para los chicos y también curiosamente el de los jubilados, que necesitaban comer productos blandos. Siguieron así varias décadas prósperas: los 70, donde tuvieron un breve cambio de nombre por Alimentos Rápidos ya que una parte de la izquierda revolucionaria de entonces los tildaba de multinacional por su nombre inglés. Luego vinieron los 80, la creación del Paty Supercongelado, el jugo bovino Faty y la llegada de aquel famoso spot donde se relataba la historia de Patricio y Patricia, rodeados del nombre del producto que nunca se leía totalmente bien. La crisis y recesión de los 90 y 2000 los golpeó fuertemente, y luego de tambalear y sufrir desbarajustes financieros QuickFood pasa en 2007 a manos brasileras: una tal Marfrig adquiere la compañía y su logo empieza a aparecer tímidamente en sus cajas. Por primera vez en décadas su vaca-logo sufre pequeños cambios y se estiliza a los nuevos tiempos, pero conservaba mucho de su origen. Marfrig tampoco pasó por buenas épocas y terminó vendiendo Paty en 2012 a BRF, otra brasilera que también estaba controlando a la avícola Avex y la marca Dánica. La nueva empresa también derivó en un ligero cambio de logo, realizado en 2015 y que continúa hasta el día de hoy... la vaca casi que se volvió un toro! A pesar de que la carne argentina ya no esatá en sus épocas de apogeo de otros tiempos, la Paty sigue firme en las góndolas, cumpleaños, eventos deportivos infantiles y centros de jubilados. Y a su lado continúan sus fieles hermanas: las salchichas Patyviena (nacidas en los 70), la variedad Light que en sus orígenes fue pergeñada por el Doctor Cormillot y la Paty rebozada que en los 80 supo llamarse Patynesa pero desde 2015 se le denomina Milanesa Paty. Atrás quedaron las saborizadas con pimienta, orégano, cheddar, caprese, panceta y chorizo, la variedad "casera" (con un pésimo sabor para mi gusto)  y aquella llamada Paty Listo, que se hacía en 1 minuto. Pero el estilo clásico es inoxidable y seguirá existiendo por mucho tiempo más, o por lo menos mientras la fabricación siga siendo argentina. El día que se les ocurra crear las Paty desde Brasil... consideren que es ponerle el certificado de defunción a la pobre vaquita roja.

ACTUALIZACIÓN 06-08-17

Hamburguesas o hamburguesas: no hay escapatoria para comer este sabroso plato sea la hora que sea o el tiempo que se disponga: en este aviso de 1997 se anuncian al mismo tiempo la variedad supercongelada y "fresca"...

Paty's Greatest Hits: en 2004 para su marca de salchichas Paty Viena se publicó esta serie de recetas de distintas partes del mundo para darle una vuelta de tuerca al menú de siempre...


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