El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 30 de julio de 2015

Son las cosas de la Vitina


Entre tantos recortes, publicidades, envoltorios y hasta latas, un rincón privilegiado de esta página podría decirse que ocupan los recetarios antiguos. Así como anteriormente posteamos el frente y el contenido de recetarios antiguos de Blancaflor o Maizena, hoy encontramos uno de Vitina. Esa marca tan importante en la historia argentina al punto tal de tratarse de un producto que no tiene otra forma de denominarse que no sea nombrando la marca. Vitina es en realidad sémola pero nadie la nombra así cuando la quiere comprar, directamente le dice Vitina. Este producto este año cumple 60 años en el mercado tras haber sido creado por Molinos en 1955 con el objetivo de diversificar sus mercados, en los mismos años en los que nacieron otros productos históricos como Exquisita, Blancaflor o Delicia. Al igual que con Maizena en el recetario antes nombrado, en este de Vitina publicado a mediados de los 70 Molinos quiere dejar en claro que su sémola no sólamente sirve para darle a los niños como si fuera un Nestum económico, sino que también puede servir para acompañar muchísimos platos cotidianos de la época. Pero además de rebozador o ligador para moldes es inevitable un pequeño párrafo a la razón de su existencia hasta nuestros días: alimento nutritivo para desayuno o merienda con sólo agregar agua. Interesante la prueba del papel para realizar un día que quieran experimentar en la cocina con el horno.


A la derecha de la segunda imagen encontramos un aviso bastante más actual (de 2005) de Vitina, épocas en las que ya los publicistas optaron por lo conocido y directamente se dedicaron a anunciar su utilidad como alimento para niños. El capitalizar esa función hizo que Vitina con el tiempo se llenara de diversos nutrientes, como los nombrados al lado de la caja amarilla, que ni soñando existían en la versión setentosa. Faltaría sumar una imagen en referencia a cómo está Vitina actualmente, ya que cambió bastante su situación: a pesar de seguir perteneciendo a Molinos, ha perdido independencia. Ahora se comercializa bajo el ala de Luchetti, Por ende, su caja se volvió roja por la mitad y se llenó de los típicos personajes en forma de huevo que ya conocemos en el resto de caldos y fideos de esa marca. Actualmente se la puede encontrar en sabor Clásica, Espinaca y Vegetales, sin saber a ciencia cierta si dichos sabores les pueden gustar a los bebés. Tampoco se sabe si en un futuro la marca seguirá existiendo o terminará absorbida por Luchetti, tal cual pasó con Máximo. Mientras sigan existiendo productos más sabrosos para bebés que no sea una simple sémola, es muy probable que ello ocurra...

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