El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 11 de julio de 2019

Te como y no te puedo encontrar…


Hace casi una década pude conocer unas galletitas de agua que, si se venían fabricando de mucho antes, las había ignorado totalmente. Se trataba de las galletitas Fargo, que venían en un paquete turquesa las tipo sándwich y marrón las integrales. Había además variedades sin sal. Venían troqueladas (ese estilo propio de las antiguas Crocanas y que luego supieron copiar otras como las Hogareñas o las Mayco) y eran verdaderamente muy sabrosas. Junto a las Granix integraban ese grupo de galletas de agua de perfil bajo pero buena calidad.
Pero llegamos al año 2014 y tras un extraño cambio de colores (las sándwich empezaron a venir en paquete amarillo) seguido de una desaparición de meses del producto aparece el paquete que vemos a la izquierda en la primer imagen: tenían el mismo sabor tostadito rico, pero la galleta se había achicado una barbaridad y había perdido su troquelado. Un par de años más y este austero relanzamiento también desapareció sin avisar. Para seguir esta historia ahora hay que transportarse al 2019…
Sorpresivamente nos encontramos con las galletas que se ven a la derecha: nada de sándwich sino variedades con mix de semillas y otra con salvado “doble”. Varios indicios nos hacen pensar que no es un relanzamiento de la “galleta Fargo” sino un producto nuevo, asumiendo que nadie se acuerda de las anteriores: cambiaron totalmente la forma y ahora emulan a una simpática rodaja de pan de la empresa. Algo ingenioso en las fotos pero en la galleta original suele ser la parte que se rompe si el paquete se manipula con violencia. No volver a sacar el “sabor agua” es otra muestra de que estas nuevas galletitas no quieren saber nada con la historia previa de Fargo, y por lo menos por ahora no tienen intenciones de volver. Una lástima.
En cuanto a su sabor, no se trata de algo sorprendente o que impacte mucho. Las de salvado resultaron más ricas que las de mix de cereales, pero sin ser una diferencia abismal. El gusto a las antiguas Fargo se perdió y no aparece ni de casualidad. Pero si se es alguien para nada exigente con el gusto de estos productos, zafan perfectamente para comerse solas o con algún untable.
Pero como Fargo es una marca muy relacionada a pan, no podemos evitar subir algunas cosas más sobre el rubro. Primero, un camioncito ochentero marca Northplastic que usaba el logo Fargo de publicidad, de la época que la empresa era efectivamente argentina: actualmente pertenece a Bimbo. Increíblemente este camión se exhibía en una juguetería en pleno 2019 como si nada…


Además otra publicidad de Fargo, de 1986: se trataba del pan Salvado Doble Diet, una ocurrencia sobre una mujer excedida de peso que se pensó en su momento como ingenioso y hoy tal vez sea considerada hiriente. Como sea, ese estilo de publicidad con dibujos así fue utilizado por la marca hasta mediados de los 90…

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