El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

jueves, 17 de marzo de 2016

Sinceramiento publicitario (1988)



La inflación existe. La crisis no existe.

El término "hiperinflación" se volvió a mencionar últimamente en los medios, recordando una de las peores crisis económicas argentinas: la de fines de los 80. En aquellos años la crisis económica inevitablemente impactó en la publicidad y muchas empresas buscaban sacarle rédito a la situación sin tratar de transmitir una imagen pesimista. En definitiva, tratando de comunicar que crisis significaba también oportunidades nuevas, todas obviamente posibles si se consumía el producto publicitado. En estos últimos días me sorprendió ver el aviso en vía pública de Altoplan Natania (un plan de financiación para adquirir una casa en los barrios que justamente se denominan Natania, una empresa mendocina de 29 años de vida) en donde por primera vez en mucho tiempo, por lo menos que yo recuerde, aparece la palabra "inflación". Ni siquiera en las épocas que los supermercados se desquitaron de no poder anunciar ofertas produciendo bizarros spots donde justamente no se anunciaba nada, tuvieron la "valentía" de mencionar este término en sus anuncios. El ver semejante aviso inmediatamente hace recordar a las épocas de los avisos previamente comentados, en los últimos años de alfonsinismo. Para graficar ese período tenemos esta publicidad del centro estético Slim de 1988 en donde de manera muy optimista y jovial aseguraba que se podía hacer uso de sus servicios y obtener una satisfacción tan grande que uno podría hacer de cuenta que la crisis no existe. Tan pero tan acertados estaban con este nuevo plan presentado que directamente le denominaron "Plan Anti Crisis", un nombre que casi le puede calzar a un plan económico para un país.Aparece entonces el famoso caso de mencionar un testimonio muy verídico sobre alguien a quien los servicios de Slim le resultaron efectivos. En este caso se manda al frente a alguien... con nombre, apellido y documento! como para que nadie nunca pueda olvidarse que esa señorita pasó por allí. En fin, a pesar de ese período de vacas flacas (justamente) parece ser que a Slim no le fue nada mal ya que sigue existiendo y operando en el país como si nada, luego de sus 37 años de vida desde que vino de su México natal (no guarda ninguna relación con el magnate mexicano de mismo apellido). Ahora se llama Slim Center y sigue conservando ese curioso lenguaje a la hora de anunciarse, donde no se hace mucha mención sobre exactamente qué se hace en este tipo de centros estéticos, sino más bien generando un anuncio bastante abstracto. No hay suficientes cámaras ocultas con supuestos engaños testimoniados aún como para hacer caer el imperio de este tipo de centros. Habiendo ya existido una primera empresa que se arriesga a vincular su marca con la crisis inflacionaria, veremos si con el correr de los meses se van agregando más o si sólo se trató de un caso aislado del interior. Por lo pronto ya lo tenemos a Pancho Ibáñez hablándonos desde un campo virtual de trigo diciéndonos que la continuidad de los Precios Cuidados es un acierto.


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