Hace un año tanto en esta página como en el resto de los medios no tuvo
demasiada repercusión la muerte del banquero Raúl Moneta. Y es algo llamativo
teniendo en cuenta el importante rol que tuvo durante mucho tiempo en varios,
demasiados, medios argentinos. Por lo menos desde nuestro Libro de Marcas
queremos detenernos más esta vez en este personaje difícil de ignorar en la
historia reciente de muchos negocios.
Esta tapa de Noticias de 1997 fue muy impactante en su momento ya que
Moneta no era hasta el momento una figura demasiado conocida mediáticamente. A
esas alturas ya había transcurrido una etapa importante de su vida: tras haber
jugado al rugby en la adolescencia con importantes futuros hombres de negocios se
había recibido de abogado pero su fortuna la había comenzado a amasar por otro
oficio; gracias a Compañía Financiera República, una empresa nacida en 1977 fundada
por su padre y su tío y que a partir de 1983 estaba autorizada a funcionar como
Banco. A fines de esa década comenzaría una entrañable relación con el entonces
presidente Menem y ello permitiría importantes contactos con el poder: comenzar
a trabajar en el CitiBank en 1991 (a través de una subsidiaria llamada Citicorp
Holding) y alojar a comitivas políticas en sus estancia llamada VillaMaría y su
cabaña también llamada La República, propias desde 1987. Estos vínculos con el
Poder le permitieron ir obteniendo acciones de varias de las empresas
recientemente privatizadas: algunas de ellas fueron Transportadora de Gas del
Sur, papelera Alto Paraná, el hotel Llao Llao y la Celulsosa Puerto Piraí, pero
una de sus marcas más jugosas era Telefónica de Argentina. Otro importante
ingreso de este conglomerado fue el canje de activos por papeles de deuda
externa.
Hasta 1997 el denominado CEI (Citicorp Equity Investments) poseía el
50% de Cointel (controlante de Telefónica en Argentina), la empresa de Bipers
Radiollamada, la mitad de la proveedora de Internet Advance, la totalidad de la
empresa de cable VCC, un tercio de Cablevisión, un 40% del canal TyC Sports, la
mitad de Canal 9 (la otra era de Prime Televisión, al poco tiempo le venderían
todo a Prime) y la mitad de Editorial Atlántida, generando que metieran la
cuchara tanto en Radio Continental como en Telefe o en FM Hit. A esas alturas
ya habían vendido su porcentaje de participación en Multicanal, terminando con
el único negocio que compartían con el Grupo Clarín y volviéndose plenamente
competidores tanto en el terreno empresarial como en el político. Es que tantas
participaciones en medios de renombre (mientras paralelamente abandonaban sus
negocios de diversificación como frigoríficos o proveedores de telefonía) pareció
siempre tener un único objetivo: crear un multimedios para apuntalar la re-reelección
de Menem en 1999 y de no lograrlo sería un excelente escudo para proteger
mediáticamente al expresidente y así dejarlo fortalecido de imagen para
regresar en 2003.
A medida que se fue desgastando el poder de Menem y sus sueños de
perpetuarse, el CEI fue descendiendo su impronta en los medios: varios de sus
medios terminaron para 1999 a manos de Telefónica. Ese mismo año quebraría el
Banco La República y el Banco de Mendoza, éste último privatizado en 1996:
ambos manejados por Moneta hasta ese momento, y con las correspondientes
repercusiones que se imaginan. Liberado del CEI había intentado continuar con su
proyecto inicial de ayudar a Menem para la campaña de 2003, y junto a su nuevo
socio Daniel Hadad incursiona nuevamente en la televisión a través de Canal 9,
poniendo también un pie en el inminente sitio Infobae y su versión en papel. También
en esos años despuntaba su pasión por las tradiciones gauchescas, los caballos
y lo criollo mediante los programas Jineteando e Infocampo y el semanario El
Guardían, en donde obsequiaba réplicas de pinturas de Molina Campos, actitud
que repitió luego en su revista más popular El Federal. La sociedad con Hadad
culminaría a principios de 2006. Tanto gusto por el mundo folclórico lo
premiaría con una sofisticada colección de platería que incluía un poncho de
Juan Manuel de Rosas y hasta una canción dedicada por Horacio Guaraní llamada “Pa
Don Raúl”.
Volvería a ser noticia en 2010, cuando adquiere diversas radios FM y AM
que le pertenecían a la mexicana Corporación Interamericana de Entretenimiento:
entre ellas la Rock &Pop, Splendid, Metro, Belgrano, Libertad y Blue. La
situación de las radios fue su última noticia vinculada a compras y ventas de
medios, ya que “una larga enfermedad” lo haría alejarse progresivamente de los
negocios: serían sus hijos los encargados de ir vendiendo con el correr dichas radios
a diversos nuevos empresarios.
Hasta aquí podríamos decir lo que fue su lado más legal y limpio
conocido, pero también tuvo numerosos “roces” con la Justicia, ya que a lo
largo de su vida fue acusado de lavado de dinero, malversación de fondos, estafa,
asociación ilícita, extorsión en grado de tentativa, subversión económica por
el quiebre de bancos, la compra irregular de Ciccone y otras yerbas, llegando a
ser numerosamente embargado y hasta estar prófugo un buen tiempo. Tal vez por
todo esto si uno quisiera meterse ahora en su página personal de Wikipedia aún
resuena en la edición de vaya a saber quién una palabra bien llamativa y fuerte
en todo el texto y que tal vez mejor lo caracterice: garca.
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