El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 8 de diciembre de 2019

Los Budines del fin de década

Le damos un nuevo inicio a la temporada navideña hablando puntualmente de un producto que lo hemos adoptado hace rato como artículo de estas épocas si bien puede llegar a conseguirse con relativa facilidad fuera del período, pero por cuestiones de precio está cada vez más masificado. Además, personalmente siento que nunca un buen budín le va a ganar al más caro de los panes dulces o los turrones, garrapiñadas o demás comidas ya archciconocidas. 
Como si se hubieran puesto de acuerdo, este año salieron varias marcas de budines nuevas. Además de las tradicionales versiones de Arcor, Terrabusi, Águila, Fantoche, Marcolla, Pozo, Venezziana y otras más, hemos visto aparecer más budines para este 2019 que aquí comentaremos. Sorprende que ninguno de ellos sea una marca nueva, sino propuestas de marcas conocidísimas en otras áreas pero le quieren sacar una tajadita al mercado ofreciéndonos sus propias tajadas. Se ha tratado de estandarizar las reseñas tomando como característica central que sea el budín con chips de chocolate el que se vea reflejado siempre, lo cual no significa ni que sea el único gusto disponible ni que haya otros buenos también. Eso sí, los con fruta abrillantada los prefiero obviar al igual que el pan dulce. Vamos a ver qué nos ofrecen las empresas este año, aparte del típico comentario que hacemos cuando se abre el paquete "ehhh pero esto viene cada vez más chico!":

La más llamativa de todas las apariciones es la de Bonafide, que no sólo ha presentado budines además del pan dulce en presentación económica, en bolsa en lugar de lata. Hasta el año pasado la marca era de lanzar contenido navideño pero éste se centraba en sus tradicionales chocolates y confituras, es decir lo típico del resto del año. Por lo menos ha sido la primera vez que han llegado tan lejos: tal vez veces anteriores eran partidas que no llegaban al interior. Se trata del mejor budín de esta selección, excelente combinación de dulzor y chocolate, si bien no se nota algo que lo haga Bonafide o diferente respecto a otros chocolates buenos. Si quieren elegir uno para probar o regalar, elijan éste. También están las presentaciones marmolado, vainilla y puro chocolate... 

Otra novedad de la misma talla que el Bonafide: apareció el budín marca Lheritier, los mismos del Pico Dulce y la paleta estilo Chilindrina. No solamente han lanzado budines sino también leche en polvo, productos atípicos para los que estamos acostumbrados a sólo ver ese logo en chupetines o caramelos. Años anteriores Lheritier mandaba su segunda marca Bessone a la cancha, pero esta vez salieron ellos directamente a ponerle la cara a sus budines. Son igualmente buenos a los de Bonafide pero con una diferencia sustancial: puede que los trozos de chocolate (o "pepitas" como les gusta decir") sean un poco más grandes que el anterior, logrando que se puedan partir en la boca generando una muy agradable sensación. Otra gran recomendación.

En el terreno de los budines más económicos hace algunos meses pre navidad que aparecieron los Dale. Esa marca ya conocida por sus galletitas estilo Polvorita (primero creada por la sanjuanina Dilexis, luego propiedad de Pepsico y desde 2017 en manos de Tía Maruca) ha lanzado budines tanto de vainilla como con chips: los dos son agradables y más baratos que los otros, aunque tal vez en la masa el dulce sea menos intenso y se parezca más a plástico que lo que consideramos cómo debe saber un buen budín. Así y todo, si se los consume frescos inmediatamente después de abrirse están ok, aunque van a endurecer rápido...

Finalmente hacemos mención al gran descubrimiento de 2018: el budín Doña Elsa con chips, que lamentablemente no se lo ha vuelto a ver para seguir degustándolo. Y además, un pedido realmente muy poco saludable: reclamamos el regreso del extraño experimento lanzado por Nevares años anteriores llamado Budín de Fantasía. Una extraña masa semidura (estilo minitorta Rapsodia) con un fuerte y adictivo relleno artificial simil limón, que tenía hasta un toque de sal que lo hacía muy especial y delicioso. Este extraño producto, artificial y calórico por donde se lo mire, aún no se lo ha visto esta navidad... lo están discontinuando? No se dejen achicar por los consejos nutricionistas, un producto así no hará bien al cuerpo pero algo nos alegra el corazón... cuando termines de pagar las multas de la ANMAT por el Smack que han sacado del mercado podés recuperar las pérdidas con este budín de fantasía...

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