El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 9 de octubre de 2019

Hecha la Ley (2009)


En estos días se está cumpliendo una década de la aprobación de una ley que estaba dando que hablar y que daría todavía mucho más para hablar durante bastante tiempo por delante. En la transición entre el 9 y el 10 de Octubre de 2009 en el Senado Argentino se realiza la aprobación de la ley 26.522: ese número a muchos probablemente no les transmita nada, pero si les decimos que dicho número remite a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual llamada mundanamente Ley de Medios, es más probable que recuerden todo el impacto mediático que por aquella época se vio el tratamiento y la aplicación de dicha ley. 
Luego de los ánimos caldeados tras el conflicto del campo y haber perdido las elecciones legislativas de ese año, el kirchnerismo decide hacer andar una ley de radiodifusión que durante todos los años de democracia no se había logrado discutir y que estaba en la plataforma electoral de 2007. Inmediatamente los grupos económicos dueños de medios (con el Grupo Clarín a la cabeza) arremeten con críticas y detracciones al nuevo proyecto: lo bautizan “ley mordaza” o  “ley de radio-defunción”, lo consideran una amenaza para la libertad de expresión y un inminente ultimátum para muchas señales del cable y radios que de un día para otro iban a dejar de existir, regalando esas licencias a los amigos del poder: el antecedente del cierre de RCTV en la Venezuela de Chávez en 2007 era el mayor miedo.
Inundando la pantalla con nuevas expresiones como “nuevas voces”, “democratización de los medios”, “la cadena del desánimo” o “grupos hegemónicos-concentrados” y lanzando al estrellato la hasta ese momento desconocida figura del CEO del Grupo Clarín Héctor Magnetto, la nueva ley que pretendía reemplazar a la establecida durante la dictadura en 1980 consigue ser aprobada, aunque le quedaban por delante muchos meses de litigios judiciales y chicana periodística para estar cerca de estar plenamente aplicada… si es que alguna vez lo logró estar. De repente se hizo difícil leer un diario o un canal de tv si no se estaba a muerte con absolutamente todo lo que se establecía y si se llegaba a blanquear una posición, era blanco fácil de todo tipo de críticas e insultos a todo lo que rodeaba el estereotipo de determinada posición.
No había demasiada discusión con gran parte de sus artículos (mayor porcentaje de producción nacional, cupo de música argentina en las radios, programación infantil obligatoria, abono social, apagón analógico, placas que separaran la publicidad de la programación, espectro para grupos originarios) pero aquellos que hablaban de que los grandes grupos debían de desprenderse de varios de sus activos para responder a las nuevas disposiciones con el castigo del retiro de la licencia si no se realizaba apropiadamente generó gran rispidez. Por ejemplo, el Grupo Vila-Manzano llegó a comparar la nueva ley con le llegada de una nueva dictadura comparable a la de Marzo del 76. Una ONG por esa época también llegó a confeccionar un afiche con un control remoto al lado de un frasco con vaselina, con la frase “Andá pensando dónde te lo vas a guardar”…
Luego de su aprobación, la discusión fue dinámica y fue mutando con el paso de los años: llegaron las medidas cautelares que impedían la aplicación de los artículos de adecuación y desinversión, la llegada del 7 de Diciembre de 2012 como el fin de dichas suspensiones, nuevas postergaciones que derivaron en una audiencia pública en 2013 hasta que a fines de ese año la Corte Suprema de Justicia considera la totalidad de la ley como plenamente constitucional. Debido a tantos vaivenes hubo personalidades inicialmente a favor que luego pasaron a estar en contra, y también hubo en el sentido contrario. En el primer sector estaban Jorge Lanata, Juan José Campanella, Francisco de Narváez y Viviana Canosa, mientras que en el segundo grupo están Gustavo Silvestre, Víctor Hugo Morales, Jorge Rial y Gisella Marziotta.   
A comienzos del gobierno de Mauricio Macri dicha ley sufrió modificaciones por medio de un DNU, perdiendo gran parte de su espíritu antimonopólico, autorizando el demorado cuádruple play y convirtiendo al AFSCA (organismo que reemplazaba al COMFER) en la actual ENACOM. Más tarde se prometería la sanción de la denominada Ley de Comunicaciones Convergentes, pero hasta la actualidad no se ha logrado. Es que ése era uno de sus puntos débiles: varios de sus aspectos a tratar, mirándolos con buenas intenciones, sonaban como temas noventosos. La regulación de los contenidos de Internet quedó y queda pendiente. José Crettaz supo atribuirle además otros puntos para su fracaso, por ejemplo que tuvo una concepción académica-universitaria alejada de lo que era el mercado por entonces, con una impronta más política que técnica y más analógica que digital.
El tema se fue olvidando como si aquí no hubiera pasado nada, muchos funcionarios volvieron a concurrir a los móviles de TN o contestar teléfonos de Radio Mitre, el “periodismo de guerra” que se podía leer se fue suavizando, las señales del Estado dejaron de ser contestatarias para con los medios privados y hasta se cambió el lenguaje: durante años decir “la ley” en muchos programas era sinónimo de Ley de Medios. Hoy si decimos “La Ley” capaz que nos estamos refiriendo a la legalización del aborto, o inclusive a otros temas más.

Todo un conflicto gigante de intereses que aún tiene un final abierto, sin que se sepa cuándo volverá a instalarse, ya que no es tema de campaña. Qué habrá sido de la vida de la gente que apoyaba la ley porque creía que si se legislaba censuraban de la tv a Rial y Tinelli?

Tapa del ejemplar que le corresponde al año 2009 del Diario del Bicentenario con la Ley de Medios como tema principal, con una columna escrita por Gabriel Mariotto, el primer titular del AFSCA: Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual. Se repitió hasta el hartazgo que esta ley no regulaba gráfica, sin embargo ahí está el logo de La Nación. Se supone que ese logo de Cadena Tres responde a la radio cordobesa, pero es el logo de un canal de televisión mexicano que dejó de existir en 2015.

Tapa de revista Noticias de principios de 2009 anticipando la llegada de la discusión de la ley. Se desliza la posibilidad de que las telefónicas puedan proveer televisión por cable: era una disposición del proyecto original que la oposición (principalmente la centroizquierda) logra retirar. Increíblemente en tapa se anuncia una programación del Telefe K, pero en realidad es la lista que aparece a la derecha, calificado como “ejercicio lúdico” para entender lo que se vendrá…

Editorial del mismo número de Noticias, junto a algunas infografías donde se resumen los grupos mediáticos más grandes de entonces: Clarín ya había conseguido el visto bueno para la fusión de Cablevisión y Multicanal, pero aún no era dueño ni de Canal (á) ni de Telecom. Telefe aún le pertenecía a Telefónica, C5N y Radio 10 a Hadad y Continental a Prisa. El Grupo Vila Manzano se llamaba oficialmente Uno Medios y hoy es Grupo Amércia, Ciudad Internet se fusionó con Magazine, Ideas del Sur pasó a ser de Indalo Media y el Diario La Razón no existe más…

Más infografías de Noticias: algunos números anteriores hablando de las fusiones de Clarín y el inminente cambio de dueño de Telefe, además de un ránking de multimedios en el mundo y el porcentaje que a Clarín le tocaba de abonados del cable en el país. Cómo estarán esos números ahora?

Tapa de revista Veintitrés en los días previos a la discusión de la ley, donde se juegan claramente a favor de su sanción, como lo demuestra su editorial. En dicho ejemplar también aparecerían notas a favor de Jorge Lanata (quien ese año haría una gigantesca gráfica sobre los grupos económicos que tuvo mucha repercusión), Ernesto Tenenbaum y Roberto Cabellero. Dicha publicación inicialmente fue fundada por Lanata en 1998 pero luego estuvo dentro del grupo Szpolski y finamente en el Grupo Crónica, desapareciendo en 2017.

Comentarios de opinión dentro del mismo número de Veintitrés sobre la ley de medios: aparece entonces Claudio Lozano, Margarita Stolbizer y Carlos Raimundi. Los tres discutieron bastante del tema por tv. Parecen además críticas a Juan Carlos Romero, Francisco de Narváez, Gerardo Morales y Silvina Giudici, quien terminó como titular del ENACOM. Se felicita el buen tratamiento del tema que tuvieron los programas Palabras Más Palabras Menos de TN y TVR aún en Canal 13. Este último ciclo, producido por Diego Gvirtz al igual que 678, se despedía de la señal de Clarín luego de varios años con muy buenos réditos. Su contrapartida Zapping en Telefe no hizo mención alguna al conflicto...

Publicidad institucional de Clarín de 2009, que comenzó a aparecer paralelamente al tratamiento de la ley. Sorpresivamente, mientras que durante los primeros años de kircherismo Clarín se caracterizaba por simpatizar bastante de manera repentina adopta esta campaña donde se muestra como medio crítico e investigativo de la verdad. Acompañaban estos avisos numerosas columnas críticas a cómo se iba desarrollando el debate…

Un aviso sobre una ONG que realizaría una protesta por la libertad de expresión, la no chavización, el respeto a las instituciones, más pluralidad y menos cadena nacional. El Rabino Sergio Bergman fue de las principales figuras que alentaba este tipo de protestas desde el mismo diario en donde esto se publicaba. Adivinen el diario…

Publicidad satírica de Revista Barcelona durante el conflicto de debate de la ley. Se hacía referencia a “TN puede desaparecer”, el slogan catástrofe que la señal de noticias de Clarín tuvo durante algunas semanas. Se le complementaba la aún más lúgubre publicidad de Volver, donde una mujer anunciaba “Volver va a tener que cerrar por una ley” y finalmente la de El Trece, donde la frase “Queremos seguir estando cerca” le desaparecían palabras hasta formar la agónica palabra “Queremos…” y nada más.

En San Juan, en 2015 se inauguró la filial local del AFSCA. Si bien llegó a ser titular de diario que no tenían mucha actividad, fue recién por la desaparición del organismo que el edificio queda abandonado durante bastante tiempo, hasta que finalmente en 2019 es ocupado para el Centro de Acceso a la Justicia, descuidando un poco su frente…

Recorte de Revista Humor de 1992, donde se hacía un comentario sobre el proyecto de Ley de Radiodifusión del menemismo. Ya en 1989 se habían realizado modificaciones a la ley original que permitía la llegada de empresarios dueños de medios gráficos a poseer licencias de canales de tv abierta, favoreciendo la concentración mediática. El proyecto del 92 tampoco prosperó, lo mismo que el presentado por el alfonsinismo en 1988 y la Alianza en 2001. El proyecto de Comunicaciones Convergentes del macrismo va por el mismo lado…



La edición impresa de la mentada ley, con el extraño logo del AFSCA (una sigla siempre difícil de pronunciar) que contiene discriminado con citas qué organización propuso cada uno de los artículos: inmediatamente después de promulgada, recuerdo haberla buscado al Boletín Oficial, pero ya no la tenían, y me decían “Y para qué la querés? Te vas a poner un canal?”. Como dato de color, de esta edición aparecen escaneos fugaces en aquél spot que anunciaba la llegada del 7D…

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