Primero fueron los yogures estilo casero, luego la aparición de nuevas
viejas leches como La Martona o Fortuna, después vinieron los “productos”
económicos que reemplazaban la manteca, la crema, el queso… pero La Serenísima
con estos productos se sigue superando en su afán de romper constantemente las
redes con productos que enloquezcan a los catadores influencers…
Como si la premisa principal fuera algo así como “para el
amor no hay género ni receta” se decidieron a mezclar todo tipo de productos
apetecibles del catálogo Serenísima-Bagley-Arcor a ver qué cosa interesante
podía salir. Un procedimiento totalmente posible gracias a que, tal cual se
comentó en su momento, progresivamente Arcor está adquiriendo acciones de La
Serenísima, y mientras tanto va acostumbrando al consumidor a encontrarse con
fusiones entre todas sus prestigiosas marcas…
El resultado de semejante mezcolanza fueron dos productos
untables que hacen enojar a los más conservadores porque no se los puede
etiquetar bajo las premisas que ya existen: no son ni dulces ni tampoco chocolates ni mucho menos golosinas… así que en
ambos casos fueron descriptos en sus envases simplemente como untables: en la
primer foto está el dulce de leche LS + chocolate Águila, mientras que en la
segunda está el relleno para Chocotorta. El primero tiene combinaciones de dulce
de leche La Serenísima con chocolate Águila (el original, el que justamente no
lleva leche) y el segundo es el resultado industrial de la mezcla casera de
dulce de leche con queso untable, o bien según el paladar dulce con crema de
leche o hasta manteca…
Ambas creaciones se las aprecia como bastante investigadas y
bien logradas, ya que tienen combinaciones justas de ingredientes: el untable
Águila tiene un olor y sabor que siempre pareciera ser la combinación en un
60/40 tanto un dulce de leche como un chocolate para taza bien amargo, variando
el porcentaje según a qué cosa uno le esté buscando aroma. El mismo envase
recomienda que sirve tanto para tortas como directamente para cucharear: si se
lo prueba de esa manera, se puede conseguir el placer de estar comiendo un
chocolate untable de sabor bien fuerte. En su receta se menciona que está
incluido el licor de cacao. Puede rememorar a los Butter Toffes o hasta la
cobertura de los Cabsha: de cualquier manera el sabor está muy bien conseguido
y cansará recién a la tercer o cuarta
cucharada. Pero para quienes lo han degustado y le ha resultado una bomba de
calorías o muy fuerte de sabor viene la segunda opción…
El también exquisito relleno de Chocotorta tiene sus
antecedentes: aproximadamente allá por el 2000 se rumorea que vino algo
similar, pero no lo hemos podido constatar. Más acá en el tiempo estuvo el
Dulce Crem, un producto lanzado por la misma empresa láctea en 2015 que venía
en un envase minúsculo y sólo prometía ser un untable de desayuno: algo lógico,
porque era tan pequeño que no era negocio usarlo para tortas. El modelo 2019 en
sabor se lo puede comparar a un postre de dulce de leche de los de cajita,
junto a un sabor a queso Casancrem inconfundible. Puede prestarse a la
confusión y comérselo a cucharadas demasiado rápido, como si fuera un postre en
sí mismo. Pareciera ser un poco más dulzón y rico que el Dulce Crem. En su tapa
incluía la ahora simplificada receta de Chocotorta, con un detalle particular:
mojar las Chocolinas en leche chocolatada. Se sigue sin oficializar mojarlas en
café como hacen varios…
Cada uno con su manera de ver la vida, aparentan ser
productos con poca vida útil, pero como regalo para alguien goloso son de lo
mejor, sobre todo porque aún no están publicitados tradicionalmente. Tampoco
hace mucha falta: es muy difícil que los encargados de hacer reviews de estos artículos
novedosos no lo haya recomendado o mencionado. Los antecedentes no son buenos:
ni lo que comentamos antes ni el dulce sabor banana Sancor del 2000 duraron
mucho tiempo. Nos apuntó la especialista en dulces Lary Ruggiero que
aproximadamente hace 10 años San Ignacio también sacó un dulce de leche sabor
banana. Tampoco fue de durar tanto.
Así que para los dulceros que se muestren reticentes a querer
probar estas novedades porque son difíciles de clasificar, abran su cabeza y sepan
que son creaciones muy valiosas que vale la pena probar… y que viva el amor!
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