El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

domingo, 24 de abril de 2016

Más coloridas que la realidad (2012)


Un producto está condenado a ser anunciado de la misma manera siempre? O acaso es posible poder vender algo fuera del estereotipo que lo encierra? Hacer algo así en muchos casos representa algo osado, y en muchos casos en el mundo actual entre lo tradicional y lo osado hay mucho dinero de diferencia. En el fondo podría decirse que cualquier producto puede ser publicitado de una manera arriesgada, pero para que sea exitoso "debe estar bien hecho", algo que suena tan simple y que cuesta tanto hacer. Si uno se pone a pensar en el mundo de la cerrajería, lo más probable que a uno se le ocurra con qué relacionar dicho universo es el de la inseguridad. Sería difícil imaginar vender un producto de ese campo sin forzar con el miedo o el espanto para que a alguien se le ocurra la necesidad de consumirlo. Una gran excepción a todo esto fue lo que ocurrió en el año 2009 por parte de una pyme argentina ubicada en Pergamino llamada Tabor, la cual nació en 1938 y desde 1981 pertenece a la familia Naim. Dicha empresa se dedica a la fabricación de llaves, un mercado bastante clásico y que casi ni necesita publicidad ni innovación. Sin embargo en el año 2009 se encontraron con un contexto difícil de producción debido a la escasez y el encarecimiento del bronce, su principal materia prima. Se les ocurrió la idea de que tal vez se pudiera desarrollar un nuevo material para la fabricación de las llaves, y quien se encargó de la búsqueda de dicho material fue el famosísimo Instituto DuPont. La multinacional estadounidense conocida por haber desarrollado materiales como el Nylon, el Neoprén, la Lycra o el Teflón se demoró 2 años en conseguir dar con el material apropiado para el mundo de la cerrajería, y el resultado fue un polímero plástico llamado Zytel HTN. Este plástico hecho a base re resinas tenía muchas cualidades: tener gran resistencia, bajo peso y no alterar sus propiedades con el calor, lo cual lo hacía el material apto en las industrias para el reemplazo de piezas de metal. Por ende podían elaborarse llaves mucho más livianas (la quinta parte de una de bronce) y resistentes al desgaste que las comunes, y a un precio menor, aunque en la actualidad valen lo mismo que una de bronce. Pero además le añadieron un detalle bien distintivo, y que ayudaría a estas llaves abrirse paso en las cerrajerías: venir en varios colores, posibilitando el poder tener una llave de cada color para cada sitio diferente. Un detalle de personalización encantador que hasta unos años antes era impensado. Desde 2011 nacieron las llaves Gir@ (también llamadas Gira), las cuales vienen en los mas variados colores y aunque parezcan más debiluchas que las llaves de bronce, resisten la presión, deformación y fricción de las cerraduras antiguas perfectamente. Poseen una identificación táctil para personas no videntes, y para su copiado se utilizan las mismas máquinas que para las de metal. En esta publicidad de 2012 vemos todas las propiedades y los distintos colores disponibles. Una interesante idea argentina que se exporta a Uruguay, Brasil  y Venezual, sitios donde Tabor logra insertar tanto sus llaves Gir@ como las tradicionales, aunque auguran que en un futuro todas serán de plástico. Yo tengo algunas llaves de esta marca, y además de resultar bastante alegres a la vista, funcionan sin problemas, aunque den el aspecto de ser de juguete. Lamentablemente sólo fabrican el diseño "doble paleta", así que no se pueden hacer copias coloridas de las llaves con cerraduras "de tambor". Así que ya tienen otro invento argentino para sumar a la extensa lista ya existente: las coloridas llaves que son publicitadas de manera original y lejos del estereotipo de sólo vincular llaves con la inseguridad son un invento criollo.

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