Desde estas últimas semanas un pequeño detalle se asoma en los envoltorios de una de las golosinas más emblemáticas de los últimos 40 años del país: la tradicional marca de chocolates rellenos de dulce de leche Tofi tuvo leves modificaciones a su logo y por primera vez en su historia tuvo un rebranding tan notorio (y a le vez tan leve) que le quitó los colores anarajanados y amarillos que se veían al costado de su tradicional tipografía blanca y roja, pero hay algo más. La palabra Tofi perdió su tradicional contorno negro (que acompañaba al nombre prácticamente desde que nació) mientras que a la vez pasa a tener colores rojo y blanco más brillantes. El proceso se completa con la firma de Arcor, que por fin aparece ahora en sus productos luego de casi negar su posesión a pesar de ser sus dueños por más de 30 años.
El logo anterior no sólo aguantó una importante variedad de cimbronazos económicos sino también los cambios de su propietaria, Águila Saint, que en 1993 pasó de manos de Perez Compacn a Arcor. Pueden observarse en los envoltorios de la primer imagen los cambios de fabricante: del primer chocolate, fechado en 1984 y fabricado por Águila Saint pasamos a uno de 1997 producido por Arcor, aunque como dijimos antes se negaban a decirlo en su frente. Desde entonces la multinacional cordobesa apostó por Tofi hacia una gran diversificación: es así que fueron apareciendo helados, bocaditos, huevos de pascua, caramelos rellenos, confituras y chocolates aireados, todos con la consigna general de combinar chocolate y dulce de leche como aquella tabletita de los años 80 que se publicitaba como "una dulzura especial".
Pero ninguno de estos subproductos es tan importante como el mundo de los alfajores, generando que muchos ya conozcan directamente a la marca como si fuera un alfajor más y no como el chocolate que fue. Siendo probablemente el primer producto hijo de Arcor, el alfajor bajo el ala de Tofi también tuvo muchos subtipos: los más memoriosos ubicarán aquellos que aparecieron a principios de los 2000, con merengue, glaseado para competirle al Terrabusi, sabor lemon pie, brownie o naranja o incluso con un agujero en el medio llamado Tofi Roll. Pro antes de tanto experimento sólo había dos presentaciones: blanco y negro, y tuvieron una recordada publicidad con unos rugbiers invadidos por el amor y la dulzura. La versión gráfica de esa campaña de 1995 es la que veremos aquí, cuando los envases no mostraban una foto del alfajor que contenían, tratando de parecerse más a los chocolates de donde provenían...
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