En 1960 las Industrias Kaiser Argentina (IKA) realizaban este aviso donde hacían gala de su popular modelo Carabela, lanzado en 1958, para hablar sobre "La pujante industria argentina" y el ejemplo de esta fábrica como un ejemplo a seguir a la hora de producir integralmente vehículos nacionales, hablando por ejemplo de la majestuosidad de sus cifras de producción diarias. De esta forma, produciendo "casi" todas las piezas en el país era posible, según el mismo país producir el anhelado sueño del auto argentino hecho en el país de punta a punta.
Sin embargo, para llegar a este nacionalismo tan publicitado hizo falta también otras circunstancias que venían ocurriendo en la otra punta del mundo: los industriales de origen estadounidense Henry John Kaiser y Joseph W. Frazer decidieron en 1954 radicarse en la Argentina luego de verse impedidos de competir en su país natal contra las grandes corporaciones automotrices de entonces (los "Tres grandes de Detroit", Ford, General Motors y Fiat Chrysler) y seducidos por el plan de sociedad mixta propuesto por el gobierno peronista que incluía una fusión de su Kaiser Motors Corp con la estatal IAME (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) junto a privados argentinos, además de créditos y permisos de importación de automóviles.
Justamente durante esos inicios de años 60 algo importante estaba por cambiar en la concepción de la compañía y su mentalidad: desde 1959 progresivamente va ingresando la francesa Renault al paquete accionario de IKA, como una manera de amortiguar las inversiones que las ya mencionadas tres grandes de Detroit hacían en el país e iban haciendo modelos como el Carabela, el Bergantín (producido en socidad con Alfa Romeo) o los Jeep IKA algo poco competitivos. Es así que irán apareciendo los Renault Dauphine producidos por IKA en ese mismo 1960 (convirtiéndose en el rápido sucesor del Carebela nacional) o el Torino en 1966, otro de sus hitos de producción local.
En 1967 al adoptar Renault la mayoría de la sociedad accionista y tomar el control de la dirección administrativa, le cambian el nombre a la compañía por uno de transición inicialmente, IKA-Renault, para pasar luego a su definitivo y aun vigente desde 1975, que es Renault Argentina, ahora sí con el 100% del paquete accionario. En cuanto al otrora vehículo de lujo Kaiser Carabela, dejó de ser producido oficialmente en 1962 y los modelos que quedaron en pie por las décadas siguientes tuvieron destinos llamativos: algunos se volvieron remises, otros coches fúnebres...
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