Con la cercana presencia de un temible festejo de Halloween nuevamente se asoman algunos productos alusivos a la fecha, cada vez con menos conflicto a la hora de tener que ser presentada en sociedad, sobre todo entre los más peques. En esta oportunidad varios artículos merecieron la pena para ser mencionados, y tal cual viene pasando hace tiempo es Arcor quien toma la posta en cantidad (que no es lo mismo que calidad) de golosinas referentes al mundo del "Dulce o Truco". Y aunque se repite la norma de otros años en donde la mayoría de los productos lanzados fuera de un envoltorio llamativo no son más que los chocolates o confites de siempre con algún cambio de nombre o forma, igualmente hay uno de ellos que se destaca sorprendente por sobre los demás y vale la pena probar, recomendar y rogar que dure algo de tiempo más que la novedad.
Estamos hablando de los Jelly Beans Mogul: es verdad, su nombre no es demasiado atrayente para la mayoría de la gente y más que rechazo puede generar desconocimiento. En fin, estos frijoles dulces y coloridos que aparecieron esta temporada (y que aparece tanto en versión clásica como en la mencionada terrorífica de Halloween, conteniendo sabores y colores diferentes) no sólo tienen una dulzura estridente y muy particular sino una consistencia muy agradable al paladar: no son blandos como una gomita ni sólidos como un confite o lenteja Rocklet. La sensación de estar a medio camino entre un masticable y un confitado es lo que más sorprende, seguido por su sabor bastante concentrado. Definitivamente son un producto para conocer cuanto antes, a diferencia del resto de la cartera de cosas que ofreció Arcor hasta ahora, que puede encuadrarse dentro del marco de "más de lo mismo" o incluso peor: éste último es el caso de la pesadilla Rocklet o algo así, que por su aviso publicitario diciendo "qué pesadilla tocará?" te ilusiona a pensar que traerá algún tipo de maleficio escrito, es decir algún papelito o algo que pretenda ser malvado o por lo menos gracioso... y no trae absolutamente nada!!!
Saliendo por un rato (ya verán por qué) del universo Arcor tocará hacer mención a una idea original hasta cierto punto, aunque en su aplicación puede que se haya quedado a medio camino: el malvavisco Buffys de Gam golosinas alusivo a Halloween recibe el adorable nombre de "Malvaditos" y tiene colores diferentes a los tradicionales. Además de un empaque diferente, sus colores son naranja y morado como ven en la foto, en lugar de los tradicionales celeste, blanco, amarillo o rosado. Hasta ahí todo bien conceptualmente hablando. Lo que tal vez quedó flojo es que tienen exactamente el mismo sabor que los clásicos, haciendo toda la experiencia algo frustrante.
Mejorando un poco, aunque hasta ahí nomás, hace su aparición el alfajor XS de Fantoche, "alfajor o travesuras", decorado con calabazas malévolas. Si el envoltorio tiene ese tipo de dibujos, uno espera a la hora de comer este tipo de alfajorcitos algo que intente asemejarse al sabor calabaza, ya que en el país del marketing del Halloween como es Estados Unidos es habitual que existan todo tipo de productos dulces sabor calabaza, y no únicamente golosinas. Lamentablemente el sabor del alfajorcito flúor es un naranja ácido que poco vínculo tiene con todo el concepto del envase: una lástima que, si ya se la jugaron por un producto de estas características y que tendrá corta vida no hubiera tenido un sabor calabaza hecho y derecho. Por este tema de ser bastante conservadores en el sabor (algo que ya se arrastraba del caso Buffys) es que rememoramos unas gomitas de Halloween del año 2019 de Arcor que tenían una gran consistencia crocante y azucarada... y fue nuevamente una oportunidad perdida para hacer algo sabor calabaza, ya que estas gomitas con cubierta (nobleza obliga, para nada feas de sabor) tenían gusto a tutti frutti...
Pero que ganas de hinchar con la dichosa calabaza! Y de casualidad no hubo en estos días algún producto que efectivamente tuviera ese dichoso sabor extranjero? Sí, lo hubo y lógicamente fue un extranjero. Fueron las galletitas Oreo en su versión importada, las denominadas Oreo Pumpkin Spice Flavor Creme. Un paquete amarillento que recordaba a las Oreo Golden por sus tapas de vainilla pero con relleno de color beige, bastante rico y con mucho sabor y aroma a canela. En sintonía con la festividad, también estaban disponibles las Oreo Boo with Spooky Halloween Designs: la galletita yanqui tradicional de Nabisco que simplemente coloreaba su relleno de naranja (un poco más chillón que el que sí era saborizado, como se ve en la foto) pero que tenía el sabor de siempre, además de agregarle fantasmas, arañas o brujas al diseño de sus tapas.
Sin embargo, a pesar de lo que apenas se acaba de decir hay que hacer algunas aclaraciones: como también verán en la siguiente foto, resulta ser que esta supuesta Oreo "tradicional" (que dicho sea de paso no era fabricada en EEUU sino en México) era bastante más grande que una Oreo industria argentina. No sólo eso sino que su relleno era mucho más grasiento y pastoso. Estas apreciaciones van más allá de gustos personales cuando se observa el medidor de porciones recomendadas que ofrece el mismo paquete, un sistema que aparece en las galletitas de Mondelez de todas las nacionalidades. Mientras que la porción argentina recomendada sería de 3 Oreos, la estadounidense es de apenas 2. Y si, no hace falta comentar cosas obvias sobre nutrición a estas alturas, es sabido que galletitas de este estilo en cantidad junto al sedentarismo sí son algo terrorífico del mundo real, mucho más que Fredy Krueger, Drácula, Chucky, Samara, Frankenstein o el Hombre Lobo...
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