Sobre la leche
cultivada ya se ha publicado muchísimo hace rato. Que fueron un boom de los 80
y 90. Que dejó de ser rentable venderla por litro y ahora se comercializa en
pequeñas botellas como el Actimel. Que el jingle de leche San Regim era muy
pegadizo y bla bla bla… hay algo nuevo que se pueda decir sobre esto? Podemos
poner nuestro granito de arena a la causa con estas dos publicidades: primero
una de Soprole de 1991 en uno de sus tantos intentos de querer entrar al
mercado argentino, en este caso vendiendo leche cultivada. Una novedad que aparezca
como ventaja de este tipo de productos considerarla como variante para los
intolerantes a la lactosa o simplemente para los que no quieren saber nada con
tomar leche común. Luego aportamos también un aviso de La Serenísima de 1996
donde nos ayuda a aclarar algunas fechas: ahora sabemos que lanzaron la primer
leche cultivada del mercado argentino en el 88 y el famoso GG desde el 95, pero
aparece un dato aún más interesante. Rescatamos la leche cultivada Plus probiótica,
un producto que realmente se puede considerar la creme de la creme: no sólo
tenía al GG sino que incorporaba el complejísimo de pronunciar Bifidobacterium
Longum para hacer la leche aún más premium. Luego de arriesgarse a lanzar un
artículo tan caro de producir se puede entender por qué se dedicaron luego a
simplemente lanzar leche cultivada en pequeñas cantidades. Estarán los que
añorarán esas épocas y se niegan a comprar las presentaciones actuales por
considerarlas un robo. También estarán los que creen que todo fue un cuento y
en realidad nos están vendiendo la misma leche de siempre pero cada vez más
cara. Para todos hay una opción interesante: adquirir una yogurtera y hacer un
rico yogur y queso cremoso casero… porque todos sabemos que el GG bien educado
empieza por casa!
Dato: Soprole es una marca chilena.
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