Hace 30 años uno de los principales centros de entretenimiento de una casa pasaba por la televisión, y si ese día llegaba a llover, justamente la atención en la caja boba probablemente se multiplicaba. Por ese motivo Multicanal aprovechaba ese motivo para prometer que pase lo que pase climatológicamente la instalación de su servicio de cable iba a ocurrir dentro de las 24 horas y si no podía ser así (siempre y cuando la falencia fuera por tema de ellos) se garantizaba una instalación totalmente gratuita. Así es, totalmente gratuita, como la que hoy quieren meter a toda costa y casi a la fuerza como oferta mientras ofrecen instalación de una red wi-fi o fibra óptica, casi regalada. Pues bien, en 1995 era un privilegio para ciertas ocasiones que se podía perder fácilmente si encima justo ese día el inquilino no estaba en casa o no dejaron ingresar a los instaladores al domicilio.
Luego de llamarse brevemente como Video Cable Privado, Multicanal fue durante un tiempo considerable una de las empresas más rentables del Grupo Clarín: atravesó los años 90 y principios de los 2000 creciendo a pasos agigantados en tecnología y clientes hasta que cuando ya no podía seguir culpa de su competencia no le quedó otra que unirse a su rival tan temido, naciendo así a fines de 2006 la polémica fusión Cablevisión-Multicanal que terminaría siendo aprobada a fines del año siguiente, desatando no sólo un escándalo político y mediático que duraría años sino también el fin de la marca Multicanal hasta convertirla en la vetusta antigüedad que hoy nos suena...
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