No importa a qué hora leas esto: sea cual sea, es el mejor momento para comerte un queso Senda (no confundir con Sendra) de La Paulina, tal como reza este aviso de 1982. Ha sido un personaje que hace rato no se lo vio más, pero entre los quesos puede aparecer ese indiecito que caracterizó durante años a la compañía y fue jubilado en 2001, cuando se impuso el logo que sigue hasta hoy con alguna que otra modificación leve. Los dueños tampoco son los mismos: desde 1921 y hasta 1996 se trataba de una empresa nacional con los dueños fundadores (Abolio y Rubio), pero desde entonces tuvo varios cambios. En ese año es vendida a un fondo de inversión argentino llamado Argentine Venture Partners (AVP) que estaba formado por varios grupos empresarios como Credit Suisse First Boston, BankBoston, Goldman Sachs... mucho ejecutivo en el medio de un negocio familiar rural. Algo así mucho no podía durar y efectivamente no pasó: tres años más tarde La Paulina era comprada por Molfino Hermanos, una empresa que también recientemente había sido adquirida por Perez Compacn. El romance tampoco dura mucho y desde 2003 la firma es parte de Saputo. Tal vez ese nombre no dice mucho, pero así se llama esta multinacional con sede en Canadá fundada por un inmigrante italiano. Ya por ese entonces La Pulina había pasado a ser la segunda productora de quesos del país junto a Sancor. Al tradicional queso Senda le empezaron a decir Tybo La Pulina y ya no se puede encontrar más información sobre esta tradicional marca que todos conocemos como "el queso de máquina". Ya no está el indiecito (cómo puede ser que no le conozcamos el nombre???) ni tampoco aquél coro que durante los 80 cantaba alegremente en una publicidad que todos los quesos que no fueran Senda de La Paulina eran una imitación, pero sigue siendo una marca que tenemos bien presente en las góndolas junto a Ricrem, otra marca que quedó en manos de Saputo. Muchos quisieron comerse el queso de esta empresa, pero ha logrado sobrevivir hasta nuestros días y vendiendo muy buenos quesos untables, rallados y en hebras, además de dulce de leche y manteca. El que quiera morir comiendo queso hipercalórico puede hacerlo con gusto probando el untable La Paulina Doble Crema, que es riquísimo pero más pesado que una horma de queso sardo...
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