El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 2 de mayo de 2018

El trauma de la desinformación (2017)


El 2 de mayo no suele ser un día con demasiada trascendencia: por esas razones es que hace tiempo fue denominado el Día Mundial de la Lucha contra el Bullying, una palabra tan espantosa de pronunciar como el bullying mismo. Este día nos va a servir para desmitificar algo que ya deslizamos hace tiempo y que hoy vamos a desarrollar un poco más: la historia de la galletita Sonrisas triste. Ha sido innumerable la cantidad de gente que ha tomado por cierta (o nos hace creer que tomó por cierta) una nota-trucha-enjoda hecha por la revista NAH en 2004 titulada “Un nene encontró una galletita Sonrisas triste y quedó traumado”. Desde entonces y al mejor estilo creepypasta se echó a correr la supuesta existencia de galletas así, falladas de fábrica. La verdad verdadera es que nunca existió tal galleta fabricada de manera consciente por Bagley de manera masiva, y queremos remarcar esto último. Lo que sí ocurrió es que en 2016 la agencia de publicidad Young & Rubicam diseñó unos pocos paquetes con Sonrisas que efectivamente estaban tristes con el sello “El bullying nos saca la Sonrisa a todos”. Dichos paquetes fueron repartidos a celebridades de redes sociales como María del Cerro, Paula Chaves, Nicolás Vazquez y otros tantos, los cuales publicaron fotos con el mensaje antes mencionado. Así llegamos a la imagen de hoy, un póster repartido en kioscos y almacenes durante 2017 con las temibles galletas tristes, pero ningún paquete verdadero para la gente del común. Aprovechamos esta ocasión también para hablar de la vez que una empresa sanjuanina (llamada Dilexis) quiso aprovecharse de la fama de las Sonrisas e inventó unas horrendas galletas llamadas Dale Alegría. El hecho ocurrió en 2008: tuve la suerte/desgracia de probarlas y considerarlas horribles de entrada. Al poco tiempo dejaron de circular pero el chiste les salió caro: Arcor/Bagley les hizo juicio y se lo terminaron ganando en 2015. Esa época Fito Páez debe haber estado de viaje, porque de seguro que si se enteraba les hacía juicio también. Y de esta manera termina por hoy la breve historia de galletas Sonrisas que no son Sonrisas oficiales o bien en un principio no lo eran y la propia empresa se las apropió. Por un futuro sin niños traumados por galletas inexistentes (por el momento) ni por el bullying, ese término tan cool para nombrar en un día como hoy pero que muchos olvidan el resto del año…

1 comentario:

  1. Interesante caso el de las Dale Alegría. Tenía mucho de simil pero en verdad no llegaban a ser una réplica exacta. De todas formas me pareció un pésimo fallo, hay muchos productos con carita feliz como las Papas para freír. Me hizo acordar cuando KitKat quería patentar la forma tridimensional de la posición de sus barritas.

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