Hubo un tiempo en
el que el término Uber no significaba ni una aplicación para transporte ni el
apodo de una ex pareja de una diva televisiva. Simplemente significaba… el
nombre de un secador de pelo! Y dicho nombre a su vez no tenía ningún origen
intrincado, sencillamente remitía al nombre de sus fabricantes: Ubertini y
Martini SRL. En esta elegante publicidad de 1959 podemos ver escondido el
relieve del Cabildo, una manera de dar un toque argentino al estilo que se
podía generar con este producto. Un detalle que con las insípidas actuales
panregionales es muy difícil de lograr…
Que loco, ayer necesité el secador que tenia guardado desde hace años (recuerdo de mi madre, de los 70) y resultó que era un Uber...
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