En sus años mozos Odex no era sólamente un polvo para limpiar, escondido debajo de la pileta de la cocina. Aquí estamos viendo que en 1973 también se metía en el lavarropas ofreciendo un blanqueador para prendas: un compuesto "óptico" dosificado en pequeños sobrecitos para arrojar a la máquina... qué estoy diciendo? En ninguna parte del aviso se hace referencia al lavarropas! Indirectamente siempre estuvimos hablando de lavar a mano: fregando eternamente, un acto que seguramente no le dejaría a esa señora esa cara tan radiante...
La tendencia de aquél entonces era la de comprar blanqueadores: probablemente los famosos cubitos azules de "Azul Brasso" sean el testigo más nítido de esa época. Tal vez es algo comparable a lo que hoy sea comprar jabón líquido. Eso sí, cuando para los años 80 empezaron a aparecer los modernos jabones enzimáticos en polvo, estos cubitos fueron quedando en desuso hasta que para los años 90 ya no los utilizaba casi nadie...
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