La marca fashion y cocnheta de jeans Fiorucci que quedó paradójicamente adosada al mundo rockero que tanto la defenestraba gracias a las canciones de Luca Prodan y Charly García demostraba en 1985 que podía hacer algo más que indumentaria juvenil y publicitó sus exclusivos relojes de pulsera Made in Suiza. Una interesante metáfora para demostrar que el tiempo presente, el de la marca italiana nacida en 1967, era el momento de ellos, el que parecía ser eterno, ya logrando haber sido un producto de culto entre las figuras más representativas del arte y la cultura pop newyorkina de los 80 y 90.
La marca de los dos angelitos cara de nada no se quedó únicamente con los relojes y supo diversificarse también con zapatillas, lentes de sol, remeras, vestidos, perfumes, accesorios de todo tipo... y auspicios en recitales de rock. Como le pasa a la mayoría de las marcas de moda, comenzó a entrar en decadencia a fines de los años 90, cuando terminó en manos de la multinacional sueca H&M, quienes lograron un relanzamiento considerable desde la temporada 2016-2017 pero principalmente desde 2019 a partir de una alianza con Adidas...
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