Ampliando sus horizontes hasta lo impensado, de manera imprevista y con publicidad más que nada por redes sociales Arcor ha lanzado un producto que no estaba entre las fortalezas de la marca cordobesa: apareció repentinamente vendiendo fideos importados tipo ramen con su propio nombre, sin derivar en alguna submarca, como hace con su azúcar, sus caramelos, sus frutos secos, sus mermeladas, su aceite, su puré de tomates o sus jugos en polvo. Justamente entre esos productos particulares ya existía una línea de pastas, de impronta familiar, donde estaban tanto los Arcor como La Campagnola. Esta serie de producto podría considerarse una continuidad de aquella idea que comenzó a explorarse en 2021 pero ahora sí apuntando a un público en particular: los jóvenes estudiantes simpatizantes de estos fideos que se comen con caldo concentrado, como supo hacer también Molino Cañuelas hace unos años con sus productos Box.
Los "Ladrillos" de fideos ofrecidos al mercado desde estos días tienen un empaque que hace acordar mucho a su competidor directo Maruchan, la firma japonesa que se dedica a la comercialización de fideos ramen al menos desde 1961. Sus sabores disponibles son 3: carne (que podría considerarse el sabor base o clásico), pollo y pollo picante, éste último respetando la reciente disposición implícita de colorear lo que está con este sabor de color violeta, emulando a los Takis. Y justamente algo muy positivo para comentar viene de la mano de estos últimos: respetando las últimas tendencias sobre "elevar la vara" del picor, efectivamente se trata de fideos de sabor bastante intenso, algo que parece intensificarse si encima de toma muy caliente. Los otros dos podrían considerarse sabores más "genéricos" pero están bastante aceptables: con esa sensación a glutamato tan reconocible en los caldos y sopas concentradas de cualquier marca.
Los "Ladrillos" de fideos ofrecidos al mercado desde estos días tienen un empaque que hace acordar mucho a su competidor directo Maruchan, la firma japonesa que se dedica a la comercialización de fideos ramen al menos desde 1961. Sus sabores disponibles son 3: carne (que podría considerarse el sabor base o clásico), pollo y pollo picante, éste último respetando la reciente disposición implícita de colorear lo que está con este sabor de color violeta, emulando a los Takis. Y justamente algo muy positivo para comentar viene de la mano de estos últimos: respetando las últimas tendencias sobre "elevar la vara" del picor, efectivamente se trata de fideos de sabor bastante intenso, algo que parece intensificarse si encima de toma muy caliente. Los otros dos podrían considerarse sabores más "genéricos" pero están bastante aceptables: con esa sensación a glutamato tan reconocible en los caldos y sopas concentradas de cualquier marca.
Como recomendación después de haberlos probado (se hicieron de manera tradicional al fuego, no en microondas) es que admiten mucha más agua que la que enuncian en su paquetito, lo que ayuda a hacer una porción mayor que ayuda a la saciedad, o bien es más fácil de sacarse de encima el caldo si se quiere intentar no consumir tanto sodio.
Por ahora este experimento de Arcor anunciado casi en silencio, que apareció de golpe en supermercados y algunos kioscos, no promete grandes ambiciones: no esperen arvejas, trocitos de zanahoria o mucho menos intentos de camarones o afines como tienen otro productos como Maruchan o similares. Pero todo es cuestión de tiempo si esta moda de fideos (importados de Brasil) continuará hasta envases o sobre todo sabores y sazonadores más exóticos y atractivos...
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