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lunes, 17 de febrero de 2025

Mi surfista es un dibujo (1985)


Hace 40 años, dentro de lo bizarra y grotesca que podía considerarse la moda de los años 80, dentro de sus mandatos que indicaban lo que estaba "en onda" para los más jóvenes aparecía por la Argentina el concepto de los surfistas, y existió una marca que fue la que mejor aprovechó el concepto y se la sigue recordando hasta el presente, principalmente por su carismático personaje-mascota: se trataba de la marca de indumentaria Sun Surf, que contaba con el joven melenudo rubio Mark como su despreocupada figura principal además de, como se muestra en este colorido aviso de 1985, una gran cantidad de personajes animados "buena onda" para que sea difícil no detenerse a ver esta lista de locales donde podía conseguirse la mentada ropa surf, desde La Plata hasta Río Cuarto, pasando por Chaco, Santa Fe, Mendoza, Trelew, Tucumán, Salta, Jujuy y hasta una privilegiadísima dirección ni más ni menos que en Honolulu, Hawaii.
Allá por 1981 nació Sun Surf de la mano de Helvio Bouzada, un estudiante de veterinaria que tras la muerte de su padre decidió buscarse un trabajo algo más estable. Tras el éxito del emprendimiento surgió la idea de identificar a Sun Surf con un personaje, que terminó siendo ilustrado por Claudio "Toto" García: un joven llamado Mark acompañado de un pajarraco con lentes oscuros en su hombro, llamado Richards. Los dos tenían un origen común: sus nombres se debían al surfista australiano Mark Richards. Y así los jóvenes del momento de fueron nutriendo de diversas prendas y accesorios como jeans, camperas, zapatillas, cinturones, musculosas, llaveros, bolsos, mochilas, camisas, pósters, buzos, ojotas, shorts y remeras... todo siguió así en franca expansión (incluso con una revista propia!) hasta 1989, cuando el mismo fundador decidió cerrar su propio emprendimiento, pero no por los típicos problemas económicos de la época sino todo lo contrario: llegó a considerar que estaba funcionando todo tan bien que el negocio se le estaba yendo de las manos, con el riesgo de perder identidad a futuro. 
Antes de caer en el sobrecrecimiento desmedido o la llegada de extraños socios que provocan indefectiblemente la caída de calidad, Sun Surf llegó a su fin de manera bien abrupta. El objetivo de difundir una cultura joven por sobre un negocio estaba cumplido. Sin embargo, si bien lógicamente el legado de Mark se fue apagando con los años, aún sigue presente en las redes lo que representó aquél ícono que pasó a estar dibujado y calcado en donde se pudiera, hasta volverse el personaje de culto que es hoy, incluso protagonizando muestras gráficas de arte como la que tuvo en 2022 en Puerto Madero...

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