Todos de pie para recibir a nuestra bandera de ceremonias, en su día:
una flamante y alegre bandera argentina celeste y blanca portada por un niño rubio
(sí, para la eterna polémica sobre si ser rubio es sinónimo de ser argentino),
proveniente de este aviso de pastillas DRF de 1973. Todavía no se habían
inventado los sabores limón y naranja... cuántos abanderados a lo largo y ancho
del país en estos años habrán hecho el acto honorífico de portar la bandera
comiendo este tipo de pastillitas tan clásicas y argentinas como la enseña
patria que Belgrano nos legó?

No hay comentarios:
Publicar un comentario