Pueden cambiar las modas o las épocas pero siempre será
necesario tener una buena imagen. Para un buen cuidado capilar masculino en 35
años de vida una de las mejores opciones siempre fue la misma: el fijador
Brylcreem. A la izquierda lo tenemos en su presentación de 1950 con al aval de
ser el preferido en 79 países. Del lado derecho aparece un pequeño aviso de
1985 donde ya presentaban la ventaja de no dejar polvillo y sumando una
presentación anticaspa. Para que los pibes deportistas de los 80 sigan usando
el mismo producto que sus papis usaban cuando no peinaban canas… y no se
sientan unos jovatos.
Sus primeros dueños fueron los laboratorios británicos Beecham,
luego en 1993 pasó a ser de Sara Lee Corporation. Más tarde la producción fue
tercerizada y en el país los responsables de fabricar el fijador se llamaban
MSD: Merck Sharp & Dohme. Desde que en 2015 Bayer compró internacionalmente
esa división de productos farmacéuticos de consumo masivo (donde también estaba
el Desenfriolito y los productos Dr Scholl’s) los nuevos responsables de seguir
con la licencia argentina son los de Unilever, algo que ya estaban haciendo en
otros países por lo menos desde 2012.
En otras partes del mundo Brylcreem se sigue vendiendo y
focalizado al mismo producto de toda la vida, pero en el mercado argentino Unilever
ya es dueña de Axe, Rexona Men y Dove Men: por ende no le han encontrado
sentido fabricar una marca que ofrezca más de lo mismo que sus marcas estrella y
encima que sea menos conocida, así que por dicha razón desde 2015 ya no se
consigue por aquí…
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