Páginas Amigas

martes, 15 de mayo de 2018

Unas galletas low-cost


Era cuestión de tiempo que comenzaran a salir versiones más económicas del modelo de galleta que hace bastante Toddy vino a imponer al mercado, aunque en este caso la variedad austera estuvo a cargo de la misma Pepsico: evidentemente no quisieron manchar el glamoroso prestigio de las Toddy en si, así que optaron porque estas nuevas galletas salieran con una marca un poco más sacrificable si la idea termina siendo muy mala sin dañar la imagen de la otra. Y fue así que nacieron las galletitas Zucoa: aquella marca de cacao de dudosa calidad ahora también tiene galletitas bajo su ala. Aún hay muchos que tienen bien presente cuando este cacao era fabricado por Noel y tenía un sabor y promoción notoriamente diferentes a su penoso presente. Pero para llegar a la actualidad pasaron muchas manos en el medio: tras haber nacido en los años 50 como una opción para endulzar la leche de las meriendas de los niños (su comercial y jingle con un trencito sigue siendo muy recordado) al quebrar Noel a fines de los 80 fue a parar a manos de Química Estrella. Esta empresa, además de producir el algodón de mismo nombre, hacía el Okey (aquél saborizante de frutilla y banana para la leche), el café Arlistán, el arroz Gallo y, como no podía ser de otra forma, eran los encargados de la licencia de Toddy en la Argentina. Ya taner un cacao de semejante renombre condena a Zucoa a abaratarse: se vuelve la segunda marca detrás de Toddy, con un sabor bastante desabrido a pesar de tener bastante azúcar en su composición. En 2007 Química Estrella pasa a ser adquirida por Molinos y deciden retener sólo algunos productos: apenas un año después se desprenden de Okey, Zucoa y Toddy y se lo venden a Pepsico. A partir de esos años, como ya nos hemos dado cuenta, Toddy pasa de ser un simple cacao a ser el nombre de galletitas (y barras de cereal y helado también), Okey desaparece y se reinventa como Zucoa banana y frutilla y Zucoa… sigue igual de mal que antes. Eso sí, le renuevan el packaging un poco y ya no parece ser un producto del siglo pasado, pero su calidad es igual de reprobable. Luego de décadas, será el 2018 el año que ve nacer un producto de esa marca que no es cacao con granos de azúcar muy visibles: son las galletitas de la foto, saor cacao y vainilla. Ya de por sí el mismo paquete nos advierte que presentan apenas la esencia de lo que dicen ser, así que uno las prueba sin demasiadas expectativas. Podrían haber tenido un sabor peor, aunque les falta para volverse una galleta adictiva como las de esta especie. Tienen más aroma que sabor, no presentan rellenos ni chips muy aromáticos: apenas la masa, bien limpia y casi lisa. A primera vista parecen Melitas un poco tostadas, pero el sabor es bien diferente. Se nota lo “artificial” de las esencias vainilla y cacao, pero no son tan malas como uno creería. Valen apenas 20 pesos, lo que las convierte en una opción ideal para madres que le quieren dar el gusto al hijo con este tipo de galletas (aunque ellos no querían esa marca, claro) y ahorrarse unos pesos. Se recomienda deseperadamente acompañarlas con algo, para que consumirlas no parezca tan triste. Un proyecto que probablemente no tenga demasiada publicidad pero que seguramente preocupará a los productores de artículos gasoleros (como Nevares) que ahora tienen un competidor de peso… bueno, en realidad de pocos pesos.      

2 comentarios:

  1. Excelente como siempre. Los tiempos de crisis son oportunidades para las segundas marcas. Todavía no las probé, pero no parecen para nada tentadoras.

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  2. Acabo de probar las de vainilla y son muy ricas!!! tienen un sabor similar al de la galletita Toddy, pero sin chips.

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