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miércoles, 3 de enero de 2018

El Vascolet que te hacía falta (1945)


Para estos tiempos veraniegos, no hay nada mejor que consumir bebidas frescas y nutritivas, como la que vemos en este aviso de 1945: el legendario Vascolet de La Vascongada, aquél “preparado a base de leche, cacao, malta y azúcar” que se convirtió en la bebida favorita de varias generaciones, aquellas que la publicidad quiso retratar como muy enérgicas y deportistas. Así como existían los fanáticos de cacaos como el Toddy, los de Vascolet también tenían una hinchada grande. Con tan solo ver las presentaciones, realmente dan ganas de probar este chocolate tanto en lata como en botella! Pero también los formatos en polvo para preparar en casa y aquél que era como una pirámide y que venía con sorbete también son recordados. Tal como su nombre lo evidencia esta marca tenía un origen vasco evidente y desde sus raíces los inmigrantes supieron traer sus tradiciones lecheras para la Argentina del siglo XIX. En 1908 Pedro Uthurralt es quien funda La Vascongada y todos sus productos adquieren inmediata popularidad. Así que el Vascolet no está solo: lo acompañan en el éxito los yogures y helados de la marca, los cuales hasta se podían tomar en locales céntricos de Buenos Aires… hasta servían postres Banana Split! Es tal el suceso de este chocolate que logra en los años 50 saltar el charco y volverse todo un fenómeno también en el Uruguay, siendo producido en dicho país por Horacio Fernandez SA. No sólo de deportistas corpulentos se nutría la historia publicitaria de este cacao: en 1974 y aprovechando el mundial de Alemania nace Alejandro Vascolet, un superhéroe que se lo sigue recordando por su manía de caminar por las paredes y jugar al fútbol como Pelé después de tomar su bebida favorita. La constante debacle económica generaría que las filiales uruguaya y argentina tuvieran una historia bien diferente: mientras que la primera prosperó y fue comprada por Nestlé en 1976 (junto a las marcas Copacabana y Bracafé), la segunda quebró en 1980 y terminó como marca de segunda de Parmalat, que a su vez tampoco tuvo un final feliz con el paso de los años. La Vascongada tuvo numerosos regresos tibios en estos últimos años pero nunca logró reinstalarse y pelearle algo de mercado a las grandes lácteas. No obstante, en todos estos tímidos retornos Vascolet ya no formaba parte siquiera del portfolio de marcas debido a su venta antes comentada. Algo similar le ocurrió al Sandy, el histórico postrecito que también era de La Vascongada y pasó primero por Parmalat para terminar en 2016 como chocolatada de Baggio. Igualmente eso no quita que el Vascolet se haya vuelto uno de los tantos productos de culto de la Argentina de otra época y que su botella o su lata aparezcan como chapas conmemorativas en tantos locales de venta de regalos. Así que para los que quieran volver a probar un producto como el Vascolet pero de este siglo deberán ir hasta Uruguay o en su defecto pedir a alguien de allí que les traiga algo con ese nombre, donde todavía persiste aquél producto que fue capaz de hacerle frente a los imbatibles Cindor o Nesquik… 

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