Páginas Amigas

martes, 28 de noviembre de 2017

Me libera y me enfurece (1991)


Los avisos pueden provocar todo tipo de emociones: típicamente se busca la empatía, la risa, la calidez, la ternura, la conmoción… y en algunos casos osados el odio y la ironía. Del lado de estas últimas emociones podemos clasificar este aviso de 1991 de STO (Sistema de Tránsito Ordenado, una empresa que sigue existiendo) enorgulleciéndose de su nefasta creación: el famoso cepo para los automóviles que regió en la Ciudad de Buenos Aires entre 1991 y 2001, atravesando las gestiones desde Carlos Grosso hasta Enrique Olivera. Un artefacto tan detestado y bastardeado de manera democrática por tanta gente que inclusive no llegó a ser de gran utilidad y pasó al olvido por agravar la problemática del mal estacionamiento antes que mejorarla. Todo un milagro haber encontrado esta publicidad ilesa, ya que la gran mayoría de diarios que la supieron publicar deben haber perecido rápidamente en forma de bollos furiosos. Un elemento de tortura que llegó a irritar al mismísimo Homero Simpson, aquella vez que parecía que quiso homenajear a Bombita Darín. Luego vendría el tiempo de un amague de regreso en 2013 y la época en la que era la metáfora perfecta para describir la situación del dólar y las importaciones, pero ésa ya es otra historia…



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