La publicidad
suele tener la estrategia de ser agradable, graciosa, llamativa, respetuosa del
consumidor… pero algunas veces puede ser todo lo contrario. Y de esa manera
puede terminar apelando al humor más políticamente incorrecto, y ser ésa su
virtud y no su defecto. Parte de ese tipo de anuncios puede verse en la revista
satírica Barcelona: aquella publicación nacida en 2003 que se la compara
constantemente con la clásica Humor Registrado pero que resulta mucho más
atrevida y guarra a la hora de buscar causar gracia, resultando muchas veces
muy parecida a una mezcla entre la sutileza de Peter Capusotto y el clásico humor populachero y el chiste fácil de Videomatch. Todo esto la hace más similar a Charlie Hebdo de Francia o al Daily Mash inglés, y casi con los mismos problemas y conflictos legales para salir adelante. Dentro
de esta revista (impresa en colores que hacen acordar a la clásica Hortensia) suelen mezclarse tanto publicidades verdaderas como ficticias bajo
el mismo estilo: rebeldía e irreverencia dentro de las reglas clásicas de la
publicidad. Todos estos recursos suelen verse en su máxima expresión en su
tradicional contratapa, un sitio donde nunca se quiso colocar un anunciante
real sino colocar los más incorrectos avisos de bien público o constantes palos
a tal o cual empresa o medio cercano, al punto tal de convertirse en una
exposición andante. Vemos a continuación un compendio de algunas de las
anti-marcas que fueron anunciadas en Revista Barcelona durante el año 2009,
haciendo constante énfasis en los temas que se tocaban en aquella época…
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