Evidentemente las
fiestas de casamiento en 50 años han cambiado mucho. En 1967 esta flamante
novia estaba de lo más feliz probando el modernísimo cuchillo eléctrico Saxony KenWood,
indudablemente el mejor regalo que recibió ese día. Lamentablemente no se
aguantaron las ganas… de usar el cuchillo, qué se pensaban? Ojalá que ese
casamiento haya logrado perdurar mucho. Porque lamentablemente el destino del
cuchillo eléctrico fue muy pobre: nunca logró instalarse como un elemento imprescindible
de la cocina actual. Distinta suerte corrieron los elementos de más abajo:
cambiando drásticamente sus estéticas, siguen sonando como elementos cotidianos
los secadores, las batidoras y los ventiladores (si, decir “turbocirculador”
definitivamente no es un título atractivo comercial…)
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