Hace 15 años, si alguien te tocaba la puerta a la mañana temprano le tenías que abrir sí o sí ya que probablemente se trataba de un encuestador del Censo 2001. Este Censo que casi no se realiza por constantes protestas docentes duró dos días y llevaba un año de retraso respecto de la fecha ideal para este tipo de trabajos. Aún perduran en algunas puertas el sticker (despintado) que los trabajadores del incuestionable Indec regalaban a los censados...
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