El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

lunes, 24 de febrero de 2020

Desayuno Re cargado


En esta oportunidad queremos hacer un mix de opiniones sobre dos productos de empresas bien diferentes y que ni siquiera salieron al mismo tiempo (uno de ellos existe hace bastante, el otro sería la novedad) pero sentimos que un componente presente en ambos los emparenta: una suerte de Efecto Toddy en sus ingredientes, ya sea incluyendo trozos de galletita de ese estilo en sus componentes o querer asemejarse a ellas. En una esquina están los Copos Granizados Chocolino de La Virginia (presentes en el mercado por lo menos desde 2014) y en la otra la real novedad: el tradicional postre Serenito de vainilla ahora con trozos de “cookies” para mezclar. La semejanza de ver copos tipo Zucaritas en el paquete de Chocolino como si tuvieran chips no suena muy saludable pero es eternamente tentador. Algo similar ocurre con el postrecito pero… son galletitas de verdad? Ahora veremos…
Empezando con los años de antigüedad, primero hablamos de los cereales de La Virginia: los copos son súper aceptables sin tener kilos de azúcar. Es que lo que realmente los endulza es el cacao de la  marca Chocolino espolvoreado en zonas estratégicas para crear copos marmolados: si mezclan en un recipiente cacao cualquiera con copos cualquiera obtendrán una mezcla parecida. Idea ingeniosa aunque decepcionante para el que creyó ver mini galletitas en cada trozo de cereal y sus respectivas “chispitas” como enuncia el paquete. Alguna vez, cuando este cereal salió por primera vez, recuerdo haberlo probado y desilusionarme bastante. Esta vez supo defenderse y me mejoró la impresión, aunque no recomendaría mojarlos en leche: es poco cacao para tener leche “con gusto” y los copos van a pasar a tener gusto a nada…
En segundo término dijimos que teníamos el postre Serenito y sus supuestas cookies para mezclar. Primera vez que aparece para esta marca de postres la idea de mezclar galletitas, luego de años de ofrecer únicamente cereales, ciertas veces confites y una sola vez (lamentablemente) un polvo mágico que le cambiaba el color a la mezcla. El resultado de la mezcla entre reales trocitos de galleta (aunque con un chocolate no con mucho sabor) y el postre envainillado resulta agradable, aunque se nota que son de mundos diferentes. Igual es una nueva idea que se celera y de la que esperamos que se multiplique en más galletitas partidas para mezclar. EL punto débil de este Serenito es siempre el mismo: no es un envase verdadero, sino una “muestra gratis” casi de lo que debería traer realmente… es tan poco postre lo que trae que entristece que ni con galletitas se puede llenar el tope del vasito.
En resumen, son dos productos ricos para conocer en un desayuno que anden con ganas de querer consumir mucha energía, y ya que estamos mezclarlos a ambos (aunque sea para llenar el agujero de falta de postre) no resultó una mala idea…

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