El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

lunes, 18 de noviembre de 2019

La dulce historia de un amargo

Seguimos un poco hablando de las ediciones especiales de Billiken publicadas hace unas horas. En esta oportunidad, queremos detenernos en una serie especial de avisos que aparecieron en el libro especial de 1999. En varias hojas veremos numerosos avisos clásicos de chocolates Águila, desde los años 20 a los 90, uno por década. Si bien nos genera dudas si el presentado en los años 70 corresponde a esa época (parece mucho más antiguo) este compendio nos ayuda a saber que fue en los 80 cuando nació el chocolate Águila Dor, ése que volvió a principios de esta década y se diversificó con distintos rellenos y hasta con productos premium navideños como frutas bañadas o budines. De esa misma década se arrastra el logo actual, la versión sintetizada del águila y sin tantos fileteos del siglo pasado. Quedará para tarea del hogar ver en qué momento dejamos de considerar a este chocolate como "express" y consideramos que el hecho de que se disuelva instantáneamente es algo que hizo toda la vida, o cuándo ese Neocacao se volvió una especie de Nesquik y luego desaparece así como así. Como se ve, era una selección tan interesante que la pusimos en posteo aparte, a pesar de los contraproducente de hablar de chocolate (y encima amargo) en estas épocas del año, aunque un chocolatín, un submarino o un chocolate caliente no se le niega a ninguna estación. 
Una interesante galería, sobre todo teniendo en cuenta que hasta 1990 Águila pertenecía a Saint Hermanos (que al parecer en un principio terminaba con H), una empresa que también supo sacar café, yerba mate, té, mermeladas y hasta "lacto-café" en polvo bajo el mismo nombre: todas cosas que quedaron en el olvido, al igual que sus míticos álbumes de figuritas. Lo mismo que la línea de galletitas que Arcor sacó bajo su ala: en 1995 las Saladix y las Maná nacieron primero como subproducto de Águila y justamente desde ese 1999 Arcor las asume como propias. Acá sólo hay chocolate y nada más, lo más estable en toda su historia, que arrancó allá por 1880. Y a no olvidarse del Tofi, que también empezó con Águila y hoy se dice Arcorista.
Sin embargo estamos hablando de una jugada publicitaria ya antigua: ya pasaron 20 años, y desde ese tiempo Águila ha andado mucho más por delante. Es por eso que agregamos una foto más, con algunos de sus máximos hitos, como la inigualable Minitorta, los Bon o Bon que adoptaron su sabor amargo (mismo camino que la variedad especial de Butter Toffes o chocolate Cofler), el postre Tentaciones o el dulce de leche lanzado este año. También recordamos que para su aniversario en 2015 lanzaron el envoltorio clásico, el que se vio hasta 1982. Obviamente no fue el único cambio de envase: damos por sentado que recuerdan tantas veces que lanzaron ediciones especiales sobre historia, principalmente fechas patrias.
Faltan aún más cosas, como la Minipastafrola, los helados (ya sea los Laponia de antaño o los Arcor actuales), el chocolate Comprimido, la golosina Patito, las barritas de cereales, el chocolatín Librito, la barra Cisko, los bizcochuelos, la mezcla con avellanas simil Nutella, los caramelos Ophir, el café Dos Santos o las Mentitas, pero aunque pasen los años y los cambios de dueño Águila sigue siendo "el nombre del chocolate", haga frío o calor... 










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