El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

lunes, 19 de agosto de 2019

Esos hermanos de San Luis…


Estos días de fin de semana largo han servido para degustar con paciencia los alfajores que vemos en las fotos. Después de haber tenido un éxito bárbaro los cordobeses que mencionamos hace poco, ahora tuvimos la oportunidad de conocer estas dos marcas hermanas de alfajores provenientes de San Luis: los Puntanos y los Quebrada del Agua. En ambos casos pudimos conseguir cajas verdaderamente surtidas, con más de un gusto. Pero lo llamativo también es la gran cantidad de marcas de alfajores que hay para elegir: en sitios de recuerdos y demás había pilas de cajas de distintos colores para degustar. Vamos a empezar a hablar de los últimos nombrados.
Los Quebrada del Agua vienen en una simpática caja de cartón, que hace acordar un poco a las cajas de empanadas. Su caja surtida disponía del sabor clásico (alfajor de maicena con dulce de leche), chocolate (sólo una tapa bañada), hojaldre (con 3 tapas!), dulce de leche (como el de maicena pero con tapas tradicionales), membrillo y fruta con glacé. Sí, parece que el membrillo no es una fruta.
Todos impactan por lo fresquitos que son, una masa bien blanda y agradable al paladar, pero además por cantidades generosas de relleno. No deja de ser extraño que el de chocolate traiga una sola tapa bañada, pero se hace notar. Tal vez el de hojaldre sea más dulce que el resto y el de fruta el menos lucido, pero es cuestión de gustos. Se dejan comer y se volverían a comprar.
Los alfajores marca Puntano tienen una caja mucho más comercial y agradable a la vista, lo mismo sus envoltorios: siempre coloridos y con el sabor escrito de manera bien clara. Se dispone de chocolate, chocolate blanco con dulce de leche, maicena (aclara que trae coco), fruta (con un relleno rojo furioso), glaseado y… chocolate de vuelta. Pero no importa, porque es el sabor que más se disfruta. Por tratarse de un producto que evidentemente busca agradar a público turista, no tiene un gusto muy arriesgado ni que se meta con localismos extremos. No son de mala calidad, pero a ojos cerrados puede parecer un alfajor puntano o tal vez cordobés o marplatense o sanjuanino o pampeano o de dónde sea: en fin, de cualquier lugar en donde quieran hacer un alfajor de calidad.
Los Quebrada del Agua son ideales para el que quiera probar algo más artesanal y diferente, los Puntano son para ir a lo seguro con algo rico que no falla. Ambos hermanos son recomendables de conocer. Sólo dos opciones de las tantísimas más que hay en este momento en San Luis, que parece que tiene muchas ganas de repartir por el país alfajores de su producción. Probablemente sigamos degustando estas delicias: hasta encontrar el alfajor con la cara de Adolfo Rodríguz Saa no paramos!



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