Hace 30
años se producía un hecho inevitable de reseñar para la historia argentina
contemporánea: tras elecciones y traspaso de poder adelantado, finalmente
un 8 de
julio de 1989 asumía Carlos Saúl Menem lo que sería su primera presidencia,
acompañado de su vice Eduardo Duhalde. Horas Antes de este trascendental hecho,
Alfonsín y Víctor Martínez habían presentado su renuncia. También ese mismo
día, luego de la jura de Menem, se le tomaría juramento al intendente de la
ciudad de Buenos Aires, Carlos Grosso. Horas más tarde, como la fecha patria lo
indicaba, el flamante presidente riojano presidiría el tradicional desfile
militar por el aniversario número 173 de la Independencia. Todos datos los podemos conocer gracias a
este ejemplar de La Nación del día siguiente, 9 de Julio del 89, que ya valía 140 mil Autrales
donde además del eterno llamado a la unidad de los argentinos, podemos ver esa
foto de traspaso de mando (no repetida desde el traspaso Yrigoyen-Alvear) que
quedó para siempre en los libros de texto escolares.
Pero a
la cosa no queda ahí: en ese mismo diario algunas páginas adentro nos
encontraremos con una solicitada del partido saliente, la UCR (con Leopoldo
Moreau entre los firmantes) donde se le brindaba su apoyo al presidente pero
donde además se cobraban el hecho de que al alfonsinismo no se le había
permitido la privatización de Entel y Aerolíneas Argentinas, algo que ahora
aparentemente se podría hacer como un simple trámite. Pero más allá de las
chicanas, con una profunda necesidad de cuidar la joven democracia, que no
tenía más que 6 años de vida.
El mundo
comercial no se quedaba atrás y los centros comerciales Jumbo y Unicenter se
jactaban que iban a estar abiertos como siempre, para festejar el feriado en
sus locales. Justamente para ellos estaba por comenzar una época muy gloriosa y
fructífera de la que aún quedan secuelas…
Finalmente,
para la misma semana de aparición de dicho diario, en la revista la Semana (que
para más adelante en ese 1989 se convertiría en Noticias de la Semana) se
publicaba una entrevista al artista uruguayo Carlos Perciavalle, en donde
justamente en una parte de su nota se hablaba sobre su participación
(aparentemente ad honorem) en la campaña menemista, donde supo guionar e interpretar
tanto a Benjamin Franklin (el del billete de 100 dólares) como a un vampiro
“chupasangre” de esos que si ganaba Menem se iban a tener que ir del país. Paradójicamente,
Carlitos (el uruguayo, no el riojano) se estaba yendo del país en ese mismo
momento, aunque hay que reconocerle que siguió manteniendo lo que dice la nota
(su aprecio por Menem) mucho más allá de 1999…
No hay comentarios:
Publicar un comentario