El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

sábado, 27 de mayo de 2017

Buscando a Ángelo (1986)


Todo tiene su origen. Todo lo que ahora ocurre tuvo su semillero anteriormente, pero tal vez de una manera imperceptible. Si actualmente las publicidades de Axe ya se volvieron una costumbre, éstas supieron tener durante la década de los 80 un importante precedente: la marca de ropa masculina Angelo Paolo. Este nombre de indumentaria quedó de manera definitiva identificado con la época ochentera, junto con Pumper Nic, el ItalPark o Carozo y Narizota. Claro está que esta marca estaba por arriba de los anteriores nombrados: era  una marca para jóvenes, no para niños. Mucho más importante que su calidad o su variedad, lo más importante de Angelo Paolo era la imagen que prometía: su status, su plus. Ello era fuertemente apoyado por sus campañas publicitarias, bastante osadas para la época. Llegaron un poco tarde como para considerarse parte del “destape” de la temprana democracia (como sí le pasó a las publicidades de Hitachi), mas bien sus avisos con desnudos se asemejaban más a lo que vendría durante los 90 que durante los 80. Más frivolidad que contenido. Avisos como los de cuerpos de mujeres casi desnudas junto a la leyenda “Por este motivo hacemos exclusivamente moda para hombres” quedaron registradas en el inconsciente de varones jóvenes y señoras escandalizadas. Entre los avisos de la época aparece el de la imagen, donde un joven que estaba bajo el nombre justamente de Angelo Paolo, un ladrón de ropa que se escapa llevándose la moda de Europa. Y serán obviamente mujeres armadas hasta los dientes las que lo seguirán (tal vez) para atraparlo. Un argumento que tranquilamente hoy podría pertenecer a la mencionada marca Axe o también a muchas bebidas alcohólicas. La sencillez de su logo (que también apareció en colores azul, amarillo y rojo, con letras naranjas) y la fuerte llegada de sus campañas fueron claves para instalar la marca durante varios años. Luego de haber nacido a principios de los 70 gracias a  Víctor Moszel, podría decirse que su mejor período estuvo entre 1986 y 1993.  Arás había dejado su slogan "Tus cómplices" para el mucho mas cool "Visto en Italy". Durante ese período, llegó a tener 120 locales en todo el país y facturaba 15 mil dólares diarios por cada día de fin de semana en cada uno de esos locales. Se vendían toneladas de jenas, camisas, sacos y hasta perfumes. A mediados de los 90 la empresa sufrió múltiples golpes a causa de las importaciones de indumentaria que llegaban mucho más baratas. Las ventas se fueron desplomando y para 1996 el nombre pasó a ser de una inversora de nombre Polo, pero seguiría sin rumbo definido hasta su desaparición para el año 2000. A su vez, su fundador Víctor Moszel terminó prófugo de la Justicia mientras que su esposa y 4 ejecutivos de la firma fueron detenidos acusados de contrabando, evasión impositiva y asociación ilícita. Eran las épocas de la investigación de la Aduana Paralela. Distinta suerte fueron teniendo las fábricas que antes se dedicaban a la confección de la ropa Angelo Paolo: pasaron a ser cooperativas controladas por los trabajadores. Como ejemplo está el caso de la industria textil de La Paz, inaugurada en 1977 y que ayudó a que Angelo Paolo fuera durante los 80 una de las empresas más importantes de su rubro. Luego del cierre nació la Cooperativa 3 de febrero, la cual en la actualidad se dedica a fabricar camisas para otras marcas como Kevingston, Narrow, Bando o Newman. Lo paradójico de todo esto es que quienes decidieron avanzar en el proyecto de fábrica recuperada fueron 10 ex empleadas, todas mujeres. La fábrica que antiguamente se dedicaba a hacer ropa para hombres y publicidad hoy tildada de machista salió adelante gracias a las ganas de 10 fundadoras. Así concluye la fugaz pero intensa de Angelo Paolo, una empresa que se quiso comer el mercado y al final fue despedazada de a poquito por sus propios dueños y por las empresas extranjeras. Nunca se supo del paradero de Víctor Moszel, pero tampoco sabemos qué fue del joven Angelo y su estresante tarea de huir de mujeres armadas preparadas para fotografiarlo…

1 comentario:

  1. Trabaje 4 años en Angelo Paolo. En ese tiempo pase por tres empresas: Angelo Paolo Entrerriana SA, Relevant SA e Inversora Apolo SA por último. Lo que mas se vendía era ropa de vestir y sport hombre; en esa época (años 94-98) también jeans , blusas y camisas dama.

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