El Gran libro de las Marcas fue una recopilación de envoltorios, envases, publicidades y avisos sobre muchos productos: golosinas, galletitas, chocolates, alimentos, bebidas, medicamentos, productos de limpieza, cosmética, perfumería, higiene, etc. Lo comencé en 2002 y lo terminé en 2006. Llegamos al 2012 y, 10 años después, y con las posibilidades de interacción de la actualidad, decidí retomar las colecciones para agrandarla aún mas. Con el propósito de compartir los logros realizados en esa vieja y en esta nueva etapa, se crea este blog. También será el canal de comunicación para todos los que se ofrezcan a vender cosas que ustedes tengan, y así agrandar la colección. Saludos y ojalá que lo disfruten!

miércoles, 8 de junio de 2016

Una historia entre dos pancitos


En tiempos tan acelerados llenos de estrés, comida hipercalórica y buenas relaciones con Estados Unidos, no podíamos perder la oportunidad de hablar aquí de uno de los restaurantes más famosos de todo el mundo: el archireconocido amado y odiado Mc Donald's. Esa empresa que todos reconocemos automáticamente como estadounidense pero que hace rato está bien adherida a la cultura alimenticia argentina, bien adherida como mancha de aceite de papas fritas. Para empezar con esto, despejamos la duda más importante: el significado de esta marca, el cual es bien simple. Corresponde al apellido de sus fundadores: llamados a su vez Dick y Mac. Fueron ellos quienes desarrollaron una casa de comidas en 1940 en San Bernardino, California. Pero recién dicho local empezó a tener la forma que todos conocemos luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando van desarrollando importantes cambios, todos apuntados a un rápido y eficiente servicio: un menú muy acotado, línas de producción tipo Ford, procesos estandarizados, etc. Tras la concreción de todo esto, el negocio volvió a ser un rotundo éxito. Más tarde se le sumaría el verdadero mentor del concepto que hoy podemos tener de Mc Donald's: Ray A. Crock. Este vendedor de máquinas para hacer batidos tuvo la idea de expandir el negocio como una franquicia por todo el país, y al final fue él mismo quien desarrolló este proceso, el cual comenzó en 1955. Con el germen de la expansión indiscriminada, sería cuestión de tiempo para que Mc Donald's se volviera el monstruo multinacional que es hoy. Además de ser una empresa en constante expansión, Mc Donald's también le guarda mucho aprecio a sus símbolos, los cuales conserva desde hace muchísimo, dándole con el tiempo un aspecto de marca mezcla entre conservadora y moderna. Sus famosos arcos dorados nacieron en 1952 y recién en 1969 adoptaron su forma de "M" actual. En 1966 nacería el perturbador payaso Ronald, el cual a pesar de todo cada día se lo ve más estilizado y trata de ir perdiendo su aspecto siniestro, aunque aún no lo logra del todo. Para 1967 la expansión atravesaría EEUU y llegaría a Puerto Rico y Canadá. En 1968 aparece el afamado Big Mac. Ese sandwich de carne procesada y queso que se volvería tan famoso y que se convertiría en un índice económico para medir el poder adquisitivo de un país. En 1973, el "Cuarto de Libra". En el 79, la Cajita Feliz. Y llegamos a los míticos 80, la época más bizarra de la compañía y donde terminaría de forjar su impronta en todo el mundo como símbolo de globalización, junto con la Coca Cola. Es en esa década cuando deciden realizar una promoción de regalar hamburguesas por cada atleta estadounidense que ganara una medalla en los Juegos Olímpicos de 1984, No tiene nada que ver con Mazzorín, pero ésta es la década del pollo: Mc Donald's incorpora el Mc Chicken y los Mc Nuggets, una suerte de "patitas" que se sirven con pequeñas salsas. hecho parodiado en Los Simpsons por el tremendo desbarajuste que les ocasionó el boicot soviético. También durante los 80 aparecería un extraño experimento que no llegó a convencer al público del fast food: la pizza Mc Donald's, rápidamente discontinuada. Esta marca viaja por todo el mundo, pero tiene su corazoncito bien norteamericano, y como tal no escapa de padecer durante los 80 la "Masacre de Mc Donald's", con 22 fallecidos. En fin, en esta etapa también comienza la historia que a nosotros puede llegar a resultarnos más interesante: su llegada a la Argentina, concretada en 1986. Un hecho muy feliz para muchos de sus actuales consumidores, y un suceso muy desolador para muchos otros, ya que marcaría el principio del fin de su equivalente nacional, Pumper Nic, el cual nunca pudo competir con los precios de su competidor extranjero. Llegando a los 90, Mc Donald's y globalización son prácticamente sinónimos: es una noticia internacional la apertura de un local en la Unión Soviética, en China, en la India (sólo comercializando productos sin carne), las variedad Kosher de Buenos Aires, etc. Para los chicos del interior, comer en Mc Donald's era el símbolo máximo que habíamos llegado a una gran ciudad. Mientras para un consumidor estadounidense ir a comer allí era el hecho más mundano del mundo, para alguien de una provincia sin Mc Donald's era un día inolvidable. Ya sea comiendo cualquiera de sus productos o, principalmente, la ansiada cajita feliz y sus cuantiosos juguetes de regalo. Durante los 90 llegaría el Mc Café, las ensaladas, las casas de caridad y donaciones y Michael Douglas en Un día de Furia quejándose por el tamaño de las hamburguesas y el horario de desayunos. ¿Quién no vio un videojuego o serie de esos años donde apareció un curioso restaurante con una W amarilla en lugar de una M, parodiándolos? ¿Qué otra cosa podrían ser las Kangreburguers de Bob Esponja o las Krustyburguers de Los Simpsons, sino más parodias de lo mismo? Mc Donald's es tan importante que artistas como el Indio Solari con Los Redondos o los españoles de SKA-P le dedican canciones. Y ya entrando al nuevo Milenio, como casi todo producto famoso, empezaría a aflorar como nunca el tufillo de lo turbio: es la época de gloria de los documentales que difunden lo poco saludables que estas hamburguesas son, su mala composición, su falta de cocción, sus malas condiciones laborales, sus pobres salarios, etc. Es la década en la que quiebran en Bolivia, pero regresarían en 2015. Y entrando a la década actual, luego de que Mc Donald's se paseó por todo el mundo y ya nadie los desconoce, deciden aparecer en la provincia de San Juan. Este importantísimo hecho borraría el bizarro experimento local de 2005: un local que se llamo Mc Manic, que pretendió copiar las famosas hamburguesas, pero les fue tan mal que al año ya vendían pizza y pastas para compensar las inversiones, quebrando para 2007 y convirtiéndose en un búnker del FPV. Desde 2010 en la provincia tenemos este bendito local, el cual nos permitió probar cosas como las que se ven en la foto: sus helados Mc Flurry (con Sncikers en 2012, con Toblerone en 2014), la bestial Angus, sus bocaditos de pollo con sus salsas exóticas, su cajita alegre y sus adherezos con nombre y apellido (el Fancy Ketchup tuvo hasta una peligrosa época de desabastecimento!). Ya se cumplieron 25 años de la llegada de Mc Donald's al país (su último competidor nacional, Nac&Pop, no llegó al lustro) y su existencia sigue levantando polvareda: el convenio laboral firmado entre el Gobierno y la compañía para jóvenes desempleados despertó más de una polémica. Para algunos, la empresa celestial donde se fabrican los mejores manjares del mundo. Para otros, la caua de todos nuestros males, desde la mala distribución de la riqueza  hasta la epidemia de obesidad. Y lo más probable es que esta M dorada sea una mezcla de ambas cosas, ángel y demonio a la vez como casi todo producto de USA. Y dejamos por el momento esta historia tan calórica, por lo menos hasta la llegada de una nueva cadena de hamburguesas a la provincia. Si se demoraron 70 años en llegar hasta aquí, no me imagino cuánto falta hasta la llegada de Burguer King o Wendy's...

Big Tasty, publicidad de 2007.

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